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2010/11/01

Entrevista con Jimi Jimenez - Arqueologo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi

"Todo se está moviendo desde hace una década gracias a la sociedad civil, pero las instituciones jurídicas, los tribunales, siguen sin mojarse al respecto."

DEIA ¿Qué es una fosa común? Tiene varias acepciones. En la que nos ocupa, propiamente, es todo aquel enterramiento ilegal, en un lugar que no es un cementerio, que es donde correspondería que estuvieran los enterramientos. En las fosas comunes, por lo general, se entierra a personas que han tenido unas circunstancias de muerte violenta. Aunque también pueden existir enterramientos ilegales en cementerios.

¿Cuál sería un ejemplo conocido? Desde cualquiera de las dictaduras latinoamericanas, de los Balcanes o la guerra civil española. Una de las más importantes es la que hemos trabajado en La Pedraja, este verano, en Burgos. Allí recuperamos 104 personas en varios enterramientos. La más grande se realizó en Málaga con unos 2.800 individuos. La primera del Estado data sólo del año 2000.


Muchas personas desconocen qué es la memoria histórica. Aún hay quien no la conoce y, también, quien no la quiere conocer. Mucha gente se ha quedado con la versión oficial de la dictadura, la de los historiadores afines al régimen o a esa corriente, que son los que escribieron la historia durante 40 años. Ahora, aparte de hacer un revisionismo sobre esa historia oficial, existen otras muchas historias de gente anónima, no escritas, que son las que en realidad han perdurado en la mentalidad y el entorno de las familias y particulares. Historias que han estado prohibidas, ni siquiera mencionarlas, conceptos o ideas todas ellas referidas al bando perdedor.



La Dirección de Derechos Humanos vasca acaba de difundir un mapa con 41 fosas en la CAV. ¿Supone un echar a andar en esta cuestión? Es una forma de ir socializando, es la mejor vía de comunicación con la sociedad. Es un trabajo que venimos realizando, que no debe quedarse en una estantería o en los círculos académicos. Internet es, quizás, ahora mismo, mejor medio que la prensa escrita: Llega a más gente y pone en conocimiento unos hechos y situaciones para que tenga una respuesta por parte de la sociedad a la hora de poder ir completándolo.

Hay países que llevan décadas practicando exhumaciones. Alemania tiene ya cuestiones cerradas como el reconocimiento a los represaliados por el régimen nazi o a los que trabajaron para empresas en un trabajo esclavo. El gobierno alemán tiene reconocida la culpa del bombardeo de Gernika. Aquí vamos a la cola en reconocimientos, investigaciones y todavía falta mucho por andar. Todo se está moviendo desde hace una década gracias a la sociedad civil, pero las instituciones jurídicas, los tribunales, siguen sin mojarse al respecto.


¿Qué se puede hacer cuando alguien sabe dónde hay una fosa común, pero no quiere señalarla? Si no lo quiere decir, estamos dentro de los derechos que tenemos cada uno. Tengo derecho a decir y derecho a no decir. Legalmente, nada. Si fallece, la fosa desaparece. Es el mayor peligro con el que estamos trabajando ahora y el tiempo apremia. Los testigos tienen más de 80 años y no van quedando tantos. Son los que guardan esa parte de la memoria histórica en su cabeza.

Por desgracia, se conocen casos así... Hay más de un caso y no sólo de fosas.


¿Qué razones les llevan a no querer decir dónde está una fosa? El no remover viejas heridas que creen cerradas y en realidad no lo están. Atacarlo de frente es lo mejor. Estamos hablando de unos hechos que son un delito, asesinatos, si hay una víctima hay un verdugo. El cierre definitivo de la página no es tan fácil ni tan cercano, pero es una forma de iniciar ese proceso de pasar hoja. Estamos hablando de personas muy mayores. En Aranzadi consideramos que no llegaremos a exhumar ni al 15% de todo lo que puede haber en el Estado.

No pueden trabajar en busca de un enterramiento si una familia o una institución no lo impulsa. ¿Es así? Es así en el capítulo de comenzar a trabajar en ella. Para la localización realizamos informes siempre que hay una llamada. Los informes constatan que puede haber algo en un lugar. Hasta que no se inicia el proceso para su apertura nunca podremos saber si existió o ha existido.


Con la entrega de los restos de un pariente a una familia se cierra el círculo de dolor. Es el momento más emotivo del proceso técnico. Cuando a una familia le entregas los restos de su allegado. ¡Ya pueden enterrarlos con dignidad! Para ellos es sacarlos de la cuneta con una identidad que les había sido negada y de ese modo cierran el proceso del duelo. Para ellos sí se ha cerrado una página de la historia.

Pero como se suele decir, "no se puede pasar página sin haberla leído antes", sin dignidad. Muchas personas asesinadas ni estuvieron en listas o tuvieron prohibido poder inscribir a sus hijos en registros civiles. Hijas, nietos… algunos sólo los han tenido en sus consciencias, pero nunca por escrito. Saben que alguien existió porque se lo han contado.


¿Ha visto la película "Izarren argia"? Sí. Es una trama de ficción basada en hechos reales. Toca diferentes puntos que no tuvieron que darse en la cárcel de mujeres de Saturraran, pero sí en las prisiones del Estado. Como ficción me parece muy buena. Estamos acostumbrados y quizás saturados de documentales de la guerra civil. La ficción es más didáctica y hace público lo mismo.

Una parte del movimiento por la memoria ha criticado las subvenciones institucionales con que cuenta el filme. ¿Usted la recomendaría? Recomendaría ésta como cualquier otra obra, libro o documental sobre la guerra civil de 1936-39, el franquismo y sus consecuencias posteriores.



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