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2012/05/15

El día a día de apartheid, expolio y exterminio del pueblo palestino

"Siento indignación por la imagen estereotipada que tiene la gente de la sociedad palestina, fruto de la intoxicacion mediática, porque en realidad es la gente más simpática, acogedora y pacífica que jamás he conocido, y he visitado muchos países."


Marta Pérez
Periodico Diagonal 

La autora hace un repaso de la situación del pueblo palestino en la ciudad sitiada de Gaza. La imposibilidad de los pescadores de salir al mar o el efecto del fósforo blanco sobre los niños, entre otros dramas

Estoy en Gaza, territorio sitiado por el Estado de Israel con la colaboración de la comunidad internacional, a pesar de ser un bloqueo declarado ilegal por las Naciones Unidas. Estamos reunidos con un grupo de amigos gazaguís hablando de los temas que nos interesan. De repente, se corta la luz, algo rutinario en Gaza, encendemos una vela y seguimos con la tertulia. Vuelve a interrumpirnos la melodía de una caja de música que anuncia que llega el camión de reparto del agua potable.

Pagamos 10 schekels por 200 litros

En el camino vemos una cola enorme de coches y personas en la gasolinera para poder conseguir algo de gasolina para sus vehículos y motores eléctricos, muy comunes en todas las casas debido a los constantes cortes de luz. La gasolina escasea. El bloqueo afecta a todas las facetas de la vida en Gaza. Regresamos a casa y seguimos hablando.

Tenemos el mismo sentido del humor y la misma manera de entender la vida. Vemos desde la ventana el mismo Mar Mediterráneo, que también baña nuestras costas. Tenemos muchas cosas en común, pero hay algunas diferencias. La gente de Gaza ha perdido a la mitad de su familia en alguno de los múltiples ataques de Israel, tienen agujeros de balas en las fachadas de sus casas y estan rodeados por un muro de hormigón de 6 km de ancho por 40 km de largo. La zona de seguridad es de 300 metros, cualquiera que se acerque al muro por debajo de esa distancia es abatido a tiros.

Desde este muro, centenares de radares y sondas controlan toda la actividad de la franja, vigilando los movimientos de todos los ciudadanos. También tienen mar, y una playa y un puerto preciosos, pero a pocas millas de la costa pueden observarse las fragatas de la armada israelí rodeando y sitiando la zona.

Siento indignación por la imagen estereotipada que tiene la gente de la sociedad palestina, fruto de la intoxicacion mediática, porque en realidad es la gente más simpática, acogedora y pacífica que jamás he conocido, y he visitado muchos países.

Una tragedia diaria

Me cuesta entender esta manera tan normal de ser en gente que vive una tragedia diaria, que ha visto destruidas sus casas por bombas impunes, que padece múltiples enfermedades derivadas de la inhalación del humo de las bombas y de la acción del fósforo blanco, donde los casos de leucemia infantil son muy abundantes, donde los abortos y las malformaciones del feto durante el embarazo, sobre todo de tipo coronarias, son una constante, donde los enfermos no pueden recibir su medicación por el bloqueo, donde los cortes de luz en la maquinaria médica producen frecuentes muertes en los hospitales.

Este 15 de abril de 2012 hará un año que Vitorio Arrigoni fue asesinado. Vitorio llevaba 4 años viviendo en Gaza. Todo el mundo aquí lo consideraba un palestino más. Se ganó el corazón de todos los sectores políticos de la sociedad gazaguí. Custodiaba barcos de pesca frecuentemente atacados a pocas millas de la costa, semanalmente ayudaba a los granjeros en el trabajo del campo, visitaba los talleres de niños con trastornos postraumáticos derivados de la guerra, la ocupación y el bloqueo.

Cuidó de todo el mundo olvidándose de sí mismo. Dijo Gioconda Belli que "tiene la necesidad de cambiar este mundo porque cree que es posible". Yo no sé si es posible o no, pero tengo el convencimiento de que no podemos contemplar este tipo de vilezas sin rebelarnos ante la injusticia, porque la impasibilidad nos hace cómplices.

No podemos ser Vitorio Arrigoni. Él fue único. Pero tenemos la obligación de presionar a nuestros gobiernos para detener el apartheid, expolio y exterminio de un pueblo en su propia tierra milenaria.

Vitorio decía "sigamos siendo humanos". Yo creo que tenemos que empezar a serlo porque sólo unos pocos no podemos cambiar las cosas, necesitamos que la sociedad tome conciencia de su obligacion. Vitorio Arrigoni (1975-2011), en Gaza para siempre. Todos somos palestinos. Gaza, abril de 2012



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