antikapitalismoa-autogestioa-oroimena-komunismoa-herrigintza-duintasuna-formakuntza-asanblada-autodeterminazioa-parekidetasuna-borroka-elkartasuna-okupazioa-eztabaida-sozialismoa-lurralde batasuna-antinperialismoa-autonomia-iraultza-euskara-amnistía-internazionalismoa-langileria-kultura-erresistentziak.... KONTAKTUA: izartubuletina@gmail.com




2013/03/27

Entrevista con Haidar Eid, Cofundador del «Grupo por un único Estado democrático» de Gaza

«La solución de los dos estados es, además de inviable, racista»


Haidar Eid (1964) es graduado en la Universidad de Johannesburgo (Sudáfrica) y profesor de Literatura en la Universidad de Al-Aqsa de Gaza. Es cofundador del «Grupo por un único Estado democrático» de Gaza y miembro de la Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI, en sus siglas en inglés), embrión de la campaña en crecimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).


GARA
Para Haidar Eid, la solución de los dos estados, palestino e israelí, además de inviable, es abierta y simplemente racista. Pide a la comunidad internacional el boicot al Estado israelí para acabar con sus políticas «colonizadoras y racistas, propias de un apartheid», y afirma que la campaña BDS asusta a Israel.

 Con Sudáfrica como referente, el movimiento de boicot a Israel suma apoyos.
¿Cuáles son sus demandas?
Pedimos a la comunidad internacional que ejerza su responsabilidad, que boicotee el apartheid israelí de la misma manera que boicoteó el apartheid sudafricano. Con el boicot exigimos la retirada de las fuerzas de ocupación de la tierras árabes, ocupadas en 1967; la implementación de la resolución de las Naciones Unidas 194, donde se habla claramente del derecho al retorno de los refugiados palestinos; y la igualdad de derechos para los árabes-palestinos en Israel. Nosotros no deslegitimamos el Estado de Israel, deslegitimamos sus políticas de ocupación, colonización y apartheid.

¿Qué califica el sistema de Israel como apartheid?
Israel no tiene Constitución, es uno de los pocos estados del mundo que no la tiene y se fundamenta en leyes básicas. La primera de las leyes básicas, de 1948, dicta que Israel es el Estado de los judíos de todo el mundo. Eso significa que solo los judíos tienen el derecho a vivir en él. Los palestinos no tienen el derecho de vivir en la tierra donde nacieron sus padres y abuelos, pero si lo tiene un judío de Sri Lanka, EEUU, Alaska... Esto es racista. Quiero insistir aquí en la idea de que el BDS es un movimiento democrático, lejos del antisemitismo.

¿Cómo se consigue el boicot?
Nuestro objetivo ha estado siempre dirigido a la sociedad civil internacional, sabemos perfectamente que no podemos convencer la Casa Blanca o el Gobierno británico. Los grupos de solidaridad a diferentes países ejercen presión a sus gobiernos, enviando cartas, por ejemplo, señalando las empresas que invierten a Israel. Tenemos un listado de éxitos. El último, cuando una comisión para los derechos humanos de las Naciones Unidas sancionó a Israel por las colonias judías en Cisjordania. La campaña está llegando a los principales medios de comunicación. El BDS es un llamamiento al boicot empresarial y cultural pero también institucional, a las instituciones del apartheid israelí, como las universidades.

¿Sigue la campaña los pasos de Sudáfrica?
El apartheid sudafricano se creó en 1948, pero no se consideró un crimen contra la humanidad hasta 1973, un tiempo muy largo. El primer objetivo de boicot en Sudáfrica se propuso en 1958 y Europa tardó más de 30 años en empezar a responder. Cuando la respuesta llegó, sirvió automáticamente para liberar a Nelson Mandela y convertirlo en el presidente negro. Nosotros empezamos en 2004 y ya sumamos éxitos. Vivimos nuestro momento sudafricano con el ataque en Gaza de 2009, es el Sharpeville de Oriente Medio. En Sharpeville, en 1960, la Policía del régimen mató a 69 sudafricanos, fue entonces cuando la comunidad internacional se dio cuenta que no podía seguir así. Nuestro proceso está siendo más rápido.

Más allá del BDS, es usted un detractor de la solución de los dos estados. ¿Por qué?
Hay dos tipos de razones para defender un único Estado, pragmáticas e ideológicas. Pragmáticamente, Israel ha hecho imposible la solución de los dos estados en la que, según los acuerdos de Oslo de 1993, Palestina sería los territorios de Cisjordania y Gaza. Ha construido un muro monstruoso dentro del territorio cisjordano, anexandose alrededor del 12%, y ha ampliado las colonias judías, y digo judías porque ni cristianos ni musulmanes pueden vivir ahí. En 1993, el número de colonos en los asentamientos, incluyendo Jerusalén Este, era de 193.000, actualmente hay 600.000. Israel ha cortado la conexión entre los dos territorios palestinos y ha convertido Gaza en el campo de concentración más grande del mundo. Cuando se propuso la solución de los dos estados, Palestina se definía con el 46% del territorio de la Palestina histórica, ahora solo es el 22%.

¿Cuáles son las razones ideológicas para construir un único Estado?
La solución de los dos estados, en sí misma, es una solución racista. No se puede aceptar la creación de un estado basado en identidades religiosas. La cuestión palestina no es crear un Estado independiente en Cisjordania y Gaza, la cuestión palestina es volver a 1948, cuando se ejecutó la limpieza étnica desplazando millones de personas. La solución de los dos estados no resuelve el retorno de los refugiados aunque la ley internacional nos ofrezca el derecho al retorno. En el supuesto Estado palestino solo vivirían un tercio de los palestinos, esto es la antítesis del derecho a la autodeterminación que, como lo entiendo yo y como lo entienden todos los palestinos, debe incluir el derecho al retorno de los refugiados. En Israel viven hoy 1,2 millones de palestinos que son tratados como ciudadanos de tercera clase.

¿Un único Estado significaría la desaparición de Israel?
A finales de los 70 alguien preguntó a Nelson Mandela, quien apelaba a la equidad en Sudáfrica, si su propuesta incluía la destrucción del sistema del apartheid, su respuesta fue «sí». Israel lleva haciendo limpieza étnica en Palestina desde 1948 y flirtea con el genocidio. En 2009, en Gaza, Israel mató a 1.400 palestinos en 22 días. En 2012, en una semana, mató a más de 180. Y no soy yo quien está utilizando la palabra genocidio, en los informes de las Naciones Unidas, en 2006, cuando Israel impuso el bloqueo en Gaza, lo calificaron de «preludio del genocidio». La solución de un Estado es una oferta muy generosa desde la víctima hacia el colonizador.

2013/03/12

El Camino del infierno

"...cada homenaje en el que se esconde la memoria sociopolítica de las víctimas de una fosa común, es una paletada de cal viva sobre su derecho a la verdad y a la reparación de lo que fueron y por lo que murieron."

Antxon Gomez, Gotzon Garmendia y Ana Irastorza (miembros de Eusko Lurra Fundazioa).

Dicen que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.


El camino del olvido, de la negación del derecho a la Verdad, la Justicia y a la Reparación, ( incluidas las Garantías de no Repetición), para las víctimas del Genocidio Franquista y el Terrorismo de Estado, se encuentra empedrado de falso humanismo, vacío de todo contenido real y plagado, eso sí, de estupendas intenciones.

Las organizaciones e instituciones buenistas entregan los restos del abuelo de militancia anarquista rescatados de una cuneta a la familia, y esta, en las antípodas de la militancia política del abuelo, celebra con ellos un funeral católico en la iglesia del pueblo. Se cierra así el ciclo del asesinato del viejo anarquista. Primero, es asesinado físicamente y luego sufre un asesinato sociopolítico, eso sí, plagado de buenas intenciones. ¿Cuántas veces se ha utilizado a las familias como dique de contención de la recuperación sociopolítica de las víctimas? Demasiadas.

Porque cada homenaje en el que se esconde la memoria sociopolítica de las víctimas de una fosa común, es una paletada de cal viva sobre su derecho a la verdad y a la reparación de lo que fueron y por lo que murieron. Y en ese esfuerzo “bien intencionado” de diluir las responsabilidades de los que asesinaron y torturaron en masa, “porque hay que pasar página”, y “la familia sólo quiere enterrar a su ser querido en paz y “sin politizar las cosas” ( las páginas sólo pasan para algunos), se enlaza y carga como un arma la impunidad de los que asesinaron y torturaron en nombre de la razón de estado hasta ayer, hasta mañana.

Las organizaciones que trabajamos en la memoria histórica hace ya tiempo que non dimos cuenta que la memoria militante de las víctimas del franquismo molesta a los que quieren hacer de la memoria histórica una especie de catarsis de “reconciliación” edificada sobre la impunidad de los franquistas y sus herederos, tanto biológicos como políticos directos. La derecha española. Es la Ley de Memoria Histórica, pero es también lo que se está realizando en muchos supuestos homenajes en Euskal Herria, donde se asesina, esta vez, la memoria sociopolítica de los/as represaliados/as.

Nos dicen las instituciones y ciertas organizaciones “científicas” organizadoras de los homenajes, que las víctimas eran de Tolosa, de Bera de Bidasoa, de Gasteiz o de Donostia. Pero no nos dicen cuál era su militancia. Lo que llevó a los fascistas a masacrarlas. Y la negación de ese ser sociopolítico parece convertir su muerte en una catástrofe natural. Fueron víctimas “del Franquismo”, dicen. Como si el Franquismo fuera un maremoto o una plaga biológica. Como si los franquistas y sus herederos no hubieran detentado el poder desde el 36 hasta el día de hoy inclusive, o quizá por eso mismo.

El “buenismo” y la “corrección política” que acompaña a muchos homenajes es un ácido más corrosivo que la prohibición pura y dura de los franquistas y sus sucesores políticos. Al menos cuando mandan a la policía a impedir un homenaje a un militante antifranquista (Txiki-Otaegi, Artajo, Txikia…) están poniendo en valor su militancia. Están poniendo de manifiesto , el origen de la prepotencia de unos y el sentido de la lucha y su militancia antifascista de otros. No deberíamos necesitar que tricornios negros y boinas rojas nos recuerden que eran militantes políticos, en muchos casos revolucionarios. Comunistas, independentistas, anarquistas, ekintzales, socialistas… Son mucho peor esos actos de buenismo colectivo, de llamamientos a reconciliaciones sobre la base de no tocar la impunidad de los crímenes contra la humanidad franquista y el terrorismo de Estado. De no tocar el pasado familiar y político de la derecha española. De no hablar de la traición del PSOE-UGT y el PNV a sus propios militantes masacrados.

La Iglesia Católica sí que sabe gestionar la cosa del Cielo, y las del Infierno también. Los sacerdotes víctimas de los republicanos son beatos y santos. Los sacerdotes vascos víctimas del Franquismo recibieron un pequeño funeral en la Catedral de Gasteiz casi 75 años después y eso sí, bajo la simbología fascista que adorna el edificio y que la jerarquía se niega a retirar. Otra piedra “bien intencionada” en el camino del infierno.

Dicen, también, que mientras el infierno está lleno de buenos propósitos el cielo lo está de buenas obras. El infierno de las víctimas del genocidio franquista y el terrorismo de Estado está lleno de “buenos propósitos” y vacío de Verdad, Justicia y Reparación. El cielo de las víctimas del bando republicano primero, y de las organizaciones armadas vascas después está lleno de obras y concreciones. Honores, subvenciones, indemnizaciones millonarias, ayudas, compensaciones, venganza (que no justicia) contra los que mataron a sus familiares…

Si es cierto que estamos en tiempos nuevos, ya empieza a ser hora de que en el camino del infierno que pasaron las víctimas del genocidio y del terrorismo de estado se empiecen a levantar las losas de las buenas intenciones y se coloquen las piedras de los derechos. De la verdad, la justicia y la reparación. Algunos en eso estamos, otros continúan colocando pesadas losas de olvido, caminico del infierno.








2013/03/08

Comunicado de la Federacion Anarquista Revolucionaria de Venezuela (FARV) frente a la desaparición física del Compañero Hugo Chávez

"Como anarquistas, siempre consideramos a Chávez un compañero, un hermano, uno más en nuestras trincheras de lucha. A pesar de nuestras diferencias y de nuestras críticas mutuas, siempre fue la unidad del pueblo y la potencialidad de su organización las consignas que mantuvieron articuladas nuestras acciones."

El hijo del pueblo libertario ya no está físicamente con nosotrxs. En esta hora triste de profundo dolor, lxs anarquistas revolucionarios de Venezuela llamamos a colorear el oscuro luto de la muerte para convertirlo en el coraje, que éste profundo dolor que sentimos sirva de alimento para afilar las armas y pulir el temple para defender y seguir avanzando, consolidando y profundizando este proceso que ahora, más que nunca, está en las manos de su legítimo dueño: EL PUEBLO. Llamamos a tomar las calles, a desplegarnos, a tejer y consolidar las redes continentales de nuestras resistencias y luchas libertarias.

Como anarquistas, siempre consideramos a Chávez un compañero, un hermano, uno más en nuestras trincheras de lucha. A pesar de nuestras diferencias y de nuestras críticas mutuas, siempre fue la unidad del pueblo y la potencialidad de su organización las consignas que mantuvieron articuladas nuestras acciones. Son tiempos de continuar la lucha iniciada el 27F de 1989. Son tiempos de reivindicar el sendero de la lucha por la vida, por el comunismo libertario, por la revolución, por la verdadera revolución.

Que nuestros sueños eleven al cielo nuestro temple y coraje. Que nuestro coraje grite a los burgueses (viejos y nuevos), oligarcas e imperialistas: ¡Aquí nadie se rinde, todxs avanzamos!. Porque sepan los buitres que gozan con dolor ajeno (si ajeno a ellos que no merecen llamarse pueblo), que haremos respetar nuestro luto colorido y defenderemos con todas nuestras herramientas, armas y vidas mismas este proceso que cada vez será más libertario. Defenderemos el legado de los que no merecen llamarse muertos por que han muerto por la vida. Que somos millones y que Chávez y Sabino viven y la lucha sigue. Repetimos, hoy más que nunca: ¡Aquí nadie se rinde, todxs avanzamos!.

¡Que florezca la anarquía!

¡Viva el pueblo de Venezuela!

Federación Anarquista Revolucionaria de Venezuela

2013/03/02

LA FOLCLORIZACIÓN DE LOS PUEBLOS

"...presión territorial, la reducción al mínimo de su espacio vital y la deforestación, destruyen no sólo la selva de los seres humanos sino ante todo el mundo invisible, esto es, la relación con los ancestros y los fundamentos de la existencia. "

http://www.nodo50.org/ekintza/

Aun cuando se pretenda «étnico» o «caritativo», el turismo provoca estragos. Esta nueva forma de colonialismo contribuye al etnocidio del que son víctimas las así llamadas poblaciones, al destruir su medioambiente y por tanto su cultura.

Seres curiosos y misteriosos, los pigmeos han fascinado y continúan haciéndolo a un buen número de sociedades lejanas o próximas a su modo de vida. Desde la Antigüedad, los relatos de los viajeros egipcios o griegos les presentan de forma circunspecta como seres mitad-bestias, mitad-humanos, mitad-dioses, mitad-demonios, oscilando entre espíritus malvados y espíritus portadores de felicidad. Así pues, se les encontrará en las cortes faraónicas o nubias como baila­rines (bufones) de los «dioses». De la misma manera, sus vecinos bantúes, con los cuales mantie­nen complejas relaciones multiseculares a menudo caracterizadas por el sometimiento o una voluntad de dominación, les temen por su dominio de los «secretos» de la selva. Este poder les viene dado por su antigüedad sobre el territorio boscoso del África ecuatorial; por otro lado, los pigmeos afirman sin dudarlo, para mostrar su ósmosis con el medio natural, «yo soy la selva».

En Camerún, tres grupos de pigmeos viven en las zonas boscosas del centro, del sur y del este: los Bedzang (en la Mbam et Kim), los Bagyéli (en el sur), los Baka (en el sur y el este) con una población estimada de 50.000 a 70.000 personas [1] para una población total del país de 16 millo­nes de habitantes en 2007. Proponemos a continuación la cuestión de la identidad de los pig­meos Baka. ¿Quiénes son?, ¿cómo se definen a sí mismos?, ¿qué tipo de miradas aportan sobre un mundo en plena transformación?, ¿qué piensan de los turistas que vienen a verles?, ¿supone el turismo cultural o el ecoturismo un porvenir para los Baka? [2]. Nuestro propósito estriba en obser­var igualmente esta relación de fascinación/ repulsión de los turistas hacia los Baka (en términos de defensa de lo autóctono) y la perspectiva turística del desarrollo sostenible [3] conver­tido en el leitmotiv de las políticas y de los expertos en «poblaciones indígenas».

La búsqueda ilusoria de lo auténtico

Para los Baka la selva se presenta como un elemento de vida indispensable, el lugar inmediato de la imaginación y la manifestación de lo sobrenatural y lo trascendental, como lo evocan dife­rentes mitos de la creación [4]. La actual deforestación acelerada de su «hábitat» supone, para es­tas poblaciones originalmente cazadoras-recolectoras, un ataque a las divinidades de la vida co­tidiana: próximas a los humanos, accesibles, a las que se dedican ofrendas y ritos con la ocasión de acontecimientos precisos, pautando la vida individual o comunitaria. La masiva destrucción de los árboles [5] en nombre del desarrollo constituye lenta, pero seguramente, el fin de su mundo. Subrayaremos aquí que no es sino en la selva donde reside la «fuerza vital» de los Baka. Esta fuerza vital tan necesaria para el equilibrio del mundo de los negro-africanos. Encontramos asimismo en los Baka esta noción expresada durante largo tiempo en diversos relatos y cuentos que narran la vida de los dioses y los hombres. Pueblo de cazadores, mantiene una relación pri­vilegiada e íntima con la selva. La destrucción de la fauna, de la flora y la ocupación de su hábi­tat (por las explotaciones forestales cada vez más voraces) desintegran las estructuras sociales e impiden la expresión de la «fuerza vital», y constituyen la última etapa del etnocidio en el sentido en que lo entendía Robert Jaulin. Esta presión territorial, la reducción al mínimo de su espacio vital y la deforestación, destruyen no sólo la selva de los seres humanos sino ante todo el mundo invisible, esto es, la relación con los ancestros y los fundamentos de la existencia. Para los Baka algunos árboles son verdaderas deidades (que se deben alabar, nutrir y conservar celosamente). El des­cu­brimiento o redescubrimiento de esta vida «natural» atrae a los turistas que piensan encontrar otro sentido a sus decadentes y mercantiles existencias en Occidente. Per­manecen durante diez días en completa inmersión (los más temerarios) en la vida cotidiana de los Baka: caza, recolección, danza, relación con la naturaleza, etc. Todo está naturalmente folclorizado para corresponder a lo que esperan los turistas; con una permanente «tentación prehistórica» como lo señala Hervé Ponchelet [6]. En una relación de fascinación/ repulsión con los Baka, los turistas fingen ignorar la historia y sobre todo el hecho de que los pigmeos son nuestros contemporáneos: «no se trata de fósiles vivientes». A pesar de las precauciones de algu­nos guías turísticos o de antropólogos, se constatan reacciones de este tipo: «Pero si no son como los imaginaba», «¿No son más grandes?», «¿De verdad son pigmeos?», «¡Pero si van vestidos!», «¡Eh, aquel habla francés!», «¿Pero también se lavan?», «Pero si son malos», «No quieren hablarme», etc. Estos turistas desembarcan como conquistadores en tierras pigmeas, saturados de estereotipos puestos en circulación por Tintin en el Congo o por relatos de misioneros que ilustran el «mito del buen salvaje» que hizo furor durante el siglo de la Ilustración. Lo que enfurece a los turistas que se encuentran en el curso de estas peripecias boscosas es contemplar al Baka, al verdadero, como un ser no petrificado desde la noche de los tiempos. No se dan cuenta de que son ellos mismos los agentes de la transformación de las costumbres de los pigmeos. Así, en febrero de 2006, durante una misión de localización que hago a una empresa de producción francesa en su búsqueda de pueblos «auténticos» para una película sobre los nacimientos en el mundo, no se contó con los Baka de Camerún puesto que a juicio de los productores no eran lo suficientemente típicos, puesto que además estaban vestidos: «No corresponden a la imagen esperada de los primitivos».

Los pseudo-viajeros buscan dientes limados, senos desnudos, cabañas, etc.; como si el tiempo no hubiese pasado… Fingen olvidar las violentas campañas de «pacificación» de la conquista co­lonial. Quieren arrinconar las consecuencias del atroz enfrentamiento cara a cara de los siglos XIX y XX: la ineludible misión civilizadora del occidente «civilizado». Por retomar las palabras de Patrice de Beer, «mientras que el siglo XVIII había buscado comprender, admitir las diferencias, el siglo XIX, más preocupado por conquistar y ocupar, considerará toda diferencia como una in­ferioridad, incluso una deficiencia, y se esforzará por normalizar el mundo a su imagen y seme­janza. Vestir a los ‘Negros’ como símbolo del progreso, poner un vestido de algodón a las negras, de África o de otras partes» [7]. La ideología humanitarista del siglo XXI y el turismo mantienen la tarea de los misioneros y de los administradores coloniales. He aquí un campamento pigmeo en la ruta de la frontera, hombres, mujeres y niños en harapos, mendigos, alcohólicos, una iglesia en cada extremo del pueblo, una escuela deteriorada, un dispensario a decenas de kilómetros, la ciudad nada lejos, etc. Cuando el pasado y el presente se enredan hasta ese punto, la mirada del turista se esconde: «nuestra civilización es responsable, pero no culpable». ¡Quiero lo auténtico, diantre! Pero lo auténtico no existe más que en las ficciones y lo imaginario. Así pues, para per­seguir el sueño (no ver la miseria de los Baka de «verdad», sobre todo para los que no pueden desplazarse), se reconstruyen zoos humanos.
La presencia de los Baka en este zoo belga recuerda la gran época de los zoos humanos en los siglos XIX y XX [8]: «Le servimos salvajes a domicilio», usted puede palparlos sin temor, sin todos los peligros de la selva ecuatorial. En familia, los aventureros del week-end se dedican al descu­bri­mien­to de la alteridad.

La última etapa de la misión civilizadora

Bajo la imagen del charity business (negocio de la caridad), el turismo caritativo se ha convertido en el nuevo Eldorado donde se calman las buenas conciencias occidentales… Lo humanitario es la última frontera de la civilización, allí converge el turismo de masas. Cuando eso afecta al mundo de los pigmeos, los efectos son todavía más desastrosos. Pues no olvidemos que los pig­meos raramente han sido definidos desde su propio punto de vista, tan sólo se han visto representa­dos: bien en la representación del mundo de los exploradores, bien gracias al paso de los misio­neros y los administradores coloniales (siglos XIX y XX). Han sido definidos bajo cánones exter­nos, situados en el punto más bajo de la escala humana, considerados en definitiva (e incluso en la actualidad) como salvajes que representan (para ciertos antropólogos evolucionistas del siglo XIX) el eslabón perdido de la evolución entre el mono y el hombre. Lo que ha hecho de ellos un objeto de fascinación que atraviesa los siglos, la imagen absoluta del «buen salvaje» que se puede encontrar en los comics, las novelas de aventuras o en el cine occidental [9]: se duda siem­pre de su humanidad, se les infantiliza y carecen de voluntad propia. Se les desvaloriza para hacernos sentir más agudamente la necesidad de acciones caritativas y una apelación a «visi­tarles». Un ejemplo, uno solo para comenzar. He aquí que en 2006 una ONG católica, el Hogar de Nuestra Señora del bosque, que predicó en favor de los pigmeos Bagyéli (de la región de Bi­pindi en el sur de Camerún), les presenta ante sus futuros y generosos donantes: «Los pigmeos constituyen una minoría analfabeta, primitiva y totalmente marginada» [10]. Por eso, en esta zona, los filántropos misioneros predican con el propósito de «elevar» globalmente a estos «pobres pig­meos» en un último acto de humanidad.

Cabe reseñar que los principales flujos de viajeros que se dirigen hacia los pigmeos Baka son humanitarios –actores del «turismo caritativo»- embarcados en diferentes ONGs y proyectos de desarrollo.
Los últimos acontecimientos tras los años 1930, bajo la acción conjunta de misioneros cristianos y de la administración colonial, conducen a la sedentarización y al acantonamiento de los Baka a lo largo de rutas y próximos a los pueblos bantúes, para controlarlos mejor. Esta sedentarización forzada se persigue en nombre del viejo eslogan colonial, reutilizado por la administración came­runesa: «Por donde pasa la carretera, llega el desarrollo». El proceso de sedentarización se ha visto acentuado a partir de los años 1960 y 1970 por el Estado camerunés con el apoyo de su­puestas ONGs «de desarrollo». Esta acción conjunta de «domesticación de la alteridad», como lo indica el filósofo Bassidiki Coulibaly, tiene por objetivo hacer entrar a los Baka en la modernidad involucrándolos en estructuras e infraestructuras de renovación del territorio: escuelas, centros sanitarios, aprovisionamiento de agua, carreteras, etc.

Al igual que otras poblaciones seminómadas, los Baka no han solicitado participar en Estados creados sin su consentimiento. Se han encontrado insertados/encerrados en fronteras y siste­mas políticos, administrativos y económicos, exteriores a su visión del mundo y a los cuales, desde siglos, han tenido que adaptarse o, en caso contrario, perecer. Añadamos que esta seden­tarización se acompaña de litigios hipotecarios, pues los pigmeos están instalados en tierras consuetudinarias de los bantúes, tierras sobre las cuales no disponen de pleno usufructo; no son más que tolerados y las jefaturas administrativas por ellos creadas carecen de efectividad.

Terminamos señalando que las lógicas civilizadoras, humanitarias y caritativas, están entrelaza­das. Por retomar el ejemplo del zoo belga, años más tarde y con el mismo ímpetu humanitario, Dieudonné y Jani le Pen han realizado el viaje inverso a Camerún. Los aspectos más nausea­bundos de este turismo humanitario se perciben en este retorno en marzo de 2007 y en la ins­trumen­tali­za­ción de los Baka.

Aggée-Célestin Lomo Myazhiom

[1«Les Pygmées, oubliés du développement?», en Journal Bubinga, 10 de diciembre de 2005.
[2Este trabajo se basa igualmente en mi experiencia de campo en tanto que guía-conferenciante para tour-operadores franceses y belgas. Desde 1999 acompaño a grupos de turistas a Camerún.
[3Examinaremos igualmente la relación entre la conservación de la naturaleza y el respeto por el estilo de vida de los Baka al analizar la caza.
[4Léase A. de Ternay, Croyances religieuses des Noirs, 1934-1935, Archivos de la congregación del Santo Espíritu en Chevilly-Larue, B. 282-B IV, Cuaderno I.
[5«Nous sommes tous des chasseurs-cueilleurs», en Le Point, nº 1377, 6 de febrero de 1999, pp. 162-164.
[6Les reporters de l’histoire, La France colonisatrice, prefacio de Patrice de Beer, París, Liana Levi/Sylvie Messinger (1983), p. 10.
[7Íbidem.
[8Véase Nzogan Fomo, Le drame des pygmées. L’affaire des Baka en Belgique, en www.wagne.net/messager /messager/1404/drame_baka.htm
[9Véase la película de Régis Wargnier, Man to man (2005) que pone en escena una pareja de pigmeos capturada en 1870 en plena sociedad victoriana, y que como objetos de ciencia acabarán en un zoo.
[10Véase la página web de la asociación: http://fondaf-bipindi.solidarites. info/historique.php.

Archivo del blog