A Josu Jon Imaz, quien lo diría, ya se sabe para qué le han nombrado los españoles presidente de Petronor: para hacer la planta de coque, proyecto que no ha gustado nada, por su impacto ecológico, a los ciudadanos de la comarca. Y como la oposición al proyecto crece día a día, el ex presidente del EBB del PNV, al estilo más chulesco, no ha dudado en amenazar con el apocalipsis.Imaz vino a decir en un encuentro solemne en la Comercial de Deusto, que, si no prospera la planta de coque, "se condicionaría la "realidad futura de la compañía", o dicho en vulgar castellano, o la hacemos o os quitamos Petronor en Muskiz y se van a la indigencia tropecientas mil familias. O el coque, o la miseria.Petronor, hay que tenerlo en cuenta, dice Ezequiel (una reciente incorporación a la tertulia del baserri), está participada por Repsol (85,98 por ciento) y la BBK (14,02 por ciento) y su consejo de administración está formado por españoles a los que el País Vasco, como siempre, les importa una higa, a no ser que se haga lo que ellos digan. Imaz, en su nuevo cometido con sueldo supermillonario, ha olvidado su amor a la "patria chica" y su ayer nacionalista y ha optado por la filosofía de quien le paga."Bueno, dice Matías, es lógico, le contrataron pensando que, como era buen chico y les hacían bien los recados cuando era presidente del EBB, podría atemperar la oposición a la planta de coque y sojuzgar a las instituciones vascas. Y como no lo consiga, pues será un fracaso temporal y le mandarán a hacer puñetas".¿Y no decíais que tenía apoyos dentro del PNV para que fuera candidato a lehendakari tras Ibarretxe?, pregunto. "Pues eso dirían -dice Ezequiel-, quienes le auparon a la presidencia del EBB, los Urkullu, Bilbao, Ortuzar..."
juandeetxano@izaronews.com
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