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2009/01/31

Historia de Euskadi Ta Askatasuna

"...algunas características (saturación de prisioneros, guerra psicológica, presión internacional...) se configuran como si fueran propias de una guerra abierta. Así, entre diez y quince mil vascos han militado de manera más o menos intensa en ETA. Los casi veinte generales del Ejército español muertos por la organización armada en los últimos veinte años, es el mayor número de bajas de este nivel producida en toda la historia del Estado español, incluidas las guerras de liberación americanas."

Nació en diciembre de 1958 con motivo del fracaso de los jóvenes del grupo Ekin por crear una organización juvenil autónoma del PNV. El surgimiento de ETA supuso, en pocos años, una transformación ideológica profunda dentro del nacionalismo vasco. Conceptos como raza o confesionalismo fueron transformados mientras otros como defensa del medio ambiente y liberación social, ausentes hasta entonces de buena parte del nacionalismo anterior a la Guerra Civil, aparecieron por primera vez en escena.

El nacimiento de ETA, o en su defecto de los grupos de estudio y formación denominados Ekin, tuvo su origen en lo que algunos analistas han dado en calificar como largas vacaciones del PNV. Acertada o no la expresión es constatable que el período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra mundial fue el del desmoronamiento organizativo e ideológico jelkide. Durante más de cinco años el PNV había estado llenando de documentos, telegramas y mensajes en clave las sedes de los servicios secretos de todo Occidente en la espera de que tal prestación fuese recompensada por los aliados.Pero todo fue en vano. Desde Washington confiaron más en Franco que en un imprevisible consenso republicano. Juan Ajuriagerra se había entrevistado con Dwight Eisenhower al final del conflicto mundial pero eso no fue óbice para que el general y presidente norteamericano diese el apoyo a Franco, llegando en visita oficial a Madrid el mismo año en que nacía ETA. Obviamente no hubo relación causa-efecto pero sí simbología generacional. Si ETA en un principio fue reacción frente a la pasividad del PNV, pronto se convertiría en símbolo de "renacimiento" o "primavera" como han gustado en llamar algunos poetas al reflejo de su intervención. ETA intentaba conjugar todas las formas de lucha posible, convirtiéndose en un auténtico movimiento de liberación. Las ikastolas, el euskara, el teatro, la música, el sindicalismo, las escuelas sociales, etc. fueron producto de la se nsación dinámica que supo transmitir la organización armada al conjunto de la sociedad vasca.

En los años sesenta la presencia de ETA sirvió para demostrar que el pueblo vasco estaba vivo y que, sobre todo, al margen del franquismo, la recuperación de las señas de identidad nacionales dependía en gran manera de la propia iniciativa popular. Indudablemente ETA era un movimiento políico, según ella misma lo apuntaba: "Nuestro problema no consiste solamente en poder conseguir unas estructuras políticas más o menos diferentes de las de los pueblos que nos circundan. Una Euskadi con un poder político propio es una meta imprescindible a alcanzar; sin embargo no bastaría con ello. Si este poder político estuviese al servicio de una lengua y una cultura extraña a nuestro país, podríamos decir con certeza que habríamos fracasado en nuestros esfuerzos. Euskadi no sería Euskalherria sino una región española".

Para ETA, el alejamiento estratégico de la línea marcada por el nacionalismo tradicional, si no tan notorio en esta primera época, si fue más evidente al intensificarse la actividad armada y profundizar en una teoría para la liberación de Euskal Herria. El paso de la Guerra Civil, el lastre de los dirigentes históricos y la misma organización del PNV, única con un mínimo de solidez en los últimos veinte años, eran algunos de los elementos distorsionadores que hacían más precario el alejamiento.Aunque los primeros años de ETA estuvieron caracterizados por el impulso de jóvenes dedicados a preparar grupos de estudio y a dotarse de una ideología acorde con las nuevas coyunturas políticas, ya a finales de 1959 manifestaron la intención de abrir un frente armado de intervención política. Colocaron así las primera bombas en el Gobierno Civil de Gasteiz, en el diario Alerta de Santander y en la comisaría de Policía en Indautxu. Los comienzos, como todo movimiento sujeto más a la necesidad que a la planificación, fueron desastrosos. No tanto por errores propios sino porque en un breve lapso de tiempo toda la organización sería desmantelada. Ahí tuvieron la oportunidad de comprobar la fortaleza de un enemigo que había salido victorioso de decenas de batallas históricas. La quema en Donostia de dos banderas españolas el 18 de julio de 1961 sirvió para que más de un centenar de militantes y simpatizantes de ETA fuesen detenidos y los que sobrevivieron tuvieran que tomar el camino del exilio. La estructura interna quedó deshecha.

En los años siguientes y durante una buena época la organización vasca llenó las paredes de Euskal Herria de pintadas, colocó ikurriñas en cables de alta tensión, amenazó a chivatos y destrozó centenares de placas franquistas mientras en sus trabajos internos se daban las razones para una guerrilla de montaña. Pero con el inicio de las acciones directas ETA también sufriría sus primeras bajas. El 7 de junio de 1968 Txabi Etxebarrieta caía muerto por la Guardia Civil en Olarrain (Tolosa). Cuatro años después fallecía en Elizondo el segundo militante de ETA muerto por el mismo Cuerpo, Jon Goikoetxea. Desde entonces hasta hoy ciento ochenta militantes de ETA, deportados, presos o exiliados han muerto en enfrentamientos, en acciones del GAL o en circunstancias originadas por el conflicto. Entre ellos también miembros de grupos que, como ETA, optaron por la lucha armada en EGI, Iraultza, Iparretarrak o Comandos Autónomos.Diez años después de la muerte de Txabi Etxebarrieta, José Miguel Beñaran Argala definía el conflicto con la crudeza de una necesidad: "La lucha armada es desagradable. No nos gusta a nadie, es dura. A consecuencia de ella se va a la cárcel, al exilio, se es torturado; a consecuencia de ella se puede morir, se ve uno obligado a matar, endurece a la persona, le hace daño. Pero la lucha armada es imprescindible para avanzar".Así se llegó hasta la V Asamblea que marcó de manera estratégica el futuro de ETA. Para ETA, en el plano interno, la consecuencia inmediata de la Asamblea fue la asunción de una estructura frentista, reflejando esa idea, entonces popularizada por el vietnamita Trung Chinh, de que las áreas de enfrentamiento serían varias y diversas y de que la lucha armada era el eje que las unía y llevaba hasta el triunfo: "Las victorias en los campos de batalla de la economía, política y cultura dan la victoria militar a la Resistencia Nacional". La organización armada pretendía huir del reduccionismo de unas siglas para convertirse en un movimiento integral: "No basta una conciencia de clase, no basta una conciencia nacional, es necesaria una conciencia de clase nacional, puesto que sufrimos tanto de las estructuras capitalistas como las imperialistas".

Así de una organización activista se pasó a una organización militar. La primera partida de armas fue comprada a Checoslovaquia, precisamente cuando los tanques rusos entraban en Praga. Mientras desembalaban estas armas, el Comité Ejecutivo de ETA redactaba una dura crítica a la intervención soviética. La reacción no pudo ser más clara: fue la primera y la última vez que ETA recibió ayuda del otro lado del Muro de Berlín. Luego llegó el llamado Proceso de Burgos, donde ETA realizó su primer secuestro en la persona del cónsul alemán en Donostia, Eugen Beihl. El proceso fue, sin duda, el suceso colectivo más importante en Euskal Herria desde el final de la Guerra Civil.

Hasta entonces, además, la solidaridad europea con relación a Euskal Herria no se había manifestado con tanta intensidad, lo que sirvió para que la prepotencia del Gobierno franquista fuese derrotada. Como consecuencia directa, ETA se convirtió en la referencia organizativa contra el franquismo, no sólo en Hegoalde, sino en el conjunto del Estado español. Cuando en diciembre de 1973, ETA mató al presidente del Gobierno español, el almirante Luis Carrero Blanco, demostró que era la única organización dispuesta a atacar al corazón del sistema: había ejecutado el golpe más osado de los años que siguieron al término de la Guerra Civil.

Esta efervescencia supuso, también, una gran actividad interna. De ETA salieron en diez años, varios grupos de distinta tendencia política. En 1966, el grupo llamado de Los Cabras dejaría la organización y a finales del mismo año lo dejarían los autodenomiandos ETA berri, bajo el paraguas del maoísmo. También meses antes se habían ido los de Branka desde planteamientos de socialismo autogestionario. En 1970 los escindidos serían los trotskistas que darían lugar, un par de años más tarde, a la Liga Comunista Revolucionaria. En 1974, parte del Frente Obrero daría origen a un partido marxista leninista, LAIA y ese mismo año, la organización polimili rompería con el Frente Militar, en lo que consideraba una readecuación de la estrategia frentista. Tambión hubo numerosas incorporaciones como la de EGI, las juventudes del PNV, que en 1971 entró masivamente en ETA.

En los años setenta, ETA se fue conformando como un Movimiento de Liberación Nacional, al estilo de los movimientos del llamado Tercer Mundo. Si bien ETA dejó constancia de solidaridad y apoyo hacia respuestas armadas en diversos puntos del planeta (Kurdistán, Vietnam, Uruguay, Argelia, etc.) no sería hasta mayo de 1972 que se presentaría públicamente con otras dos organizaciones, manifestando un acuerdo común con ellas. Ambas serían, como ETA, movimientos de liberación europeos: el Frente de Liberación Bretón y el IRA.

En 1974, en los estertores del franquismo, ETA entendía que llegaba el final de su modelo organizativo y el inicio de un accionar más intenso. Hasta entonces, sólo el presidente del Gobierno español y el comisario Manzanas habían fallecido como consecuencia de operativos de ETA. Durante casi quince años, ETA, a través de un modelo organizativo que presentaba graves problemas para su desarrollo, había pretendido abarcar todas las facetas de la resistencia ante el franquismo, a la vez que marcaba las pautas para el renacimiento nacional. Sobre la organización de la actividad militar se producirían algunas novedades importantes. Para ETA era imprescindible una compartimentación estricta e inmediata entre los aparatos legal e ilegal que hiciese impermeable su estructura general a la represión policial. Las cárceles y el exilio estaban llenas de militantes de ETA que habían trabajado en todos sus frentes. Nacieron así los comandos especiales, un nuevo concepto de célula armada.Paralelamente, la izquierda abertzale se iba reforzando con organizaciones sectoriales que abarcaban desde la juventud hasta las Gestoras por Amnistía. Surgió también KAS, en verano de 1975. En ese mismo año se produjeron nuevos juicios y el Régimen mandó a los militantes de ETA Txiki y Otaegi, así como a tres militantes del FRAP, ante un pelotón de fusilamiento. Fueron intensas movilizaciones, como cuando el Proceso de Burgos, que se extendieron por Europa. Una prueba más de la vitalidad de los movimientos populares de la época.

El 20 de noviembre de 1975 murió Franco y un año después el nuevo Gobierno de Suárez presentaba el proyecto de Reforma Política, que sería refrendado por las Cortes franquistas con mayoría absoluta. Llegarían las elecciones generales, las primeras desde la segunda República y un nuevo proceso constitucional español. Los grupos abertzales, incluidos ETA y el PNV mantuvieron en Txiberta (Angelu) unos encuentros para abordar la nueva fase constitucional. El proyecto fue una especie de Frente Nacional, con una primera piedra de toque para las elecciones. Pero las conversaciones que el PNV y los polimilis mantenían paralelamente con el Gobierno español provocaron el fracaso. La Izquierda abertzale pidió la abstención a esas elecciones, mientras se manifestaba en la calle por la consecución de la amnistía.
Ese junio de 1977, mes electoral, contó con una fuerte y desconocida ofensiva de ETA, la mayor hasta entonces. En once días se sucedieron un total de 34 acciones. Esta actividad militar dejó entrever diversos nuevos métodos de la organización armada así como su capacidad operativa. En Bizkaia, por ejemplo, ETA atentó contra las instalaciones de la central nuclear en construcción, iniciando, de esa manera, una campaña que provocaría en cinco años, más de una decena de muertos entre varios centenares de sabotajes y el cierre definitivo del proyecto de Lemoiz.

Esta fase constituyente contó con la redacción de la Carta Magna, rechazada luego en referéndum en Hegoalde. Mientras, la reorganización de ETA transformó su actividad. Nunca en la historia de la organización armada sus engranajes internos habían funcionado como hasta entonces, a pesar de que desde el Gobierno español, la ofensiva represiva tampoco tenía parangón en relación con otras épocas. Estos logros en el funcionamiento y marcha del conjunto se hicieron bajo mecanismos de democracia interna y participación de la militancia que no correspondían con esa imagen hermética que desde el exterior se ofrecía sobre la organización armada. La participación de la militancia en la marcha de su organización tuvo diversos puntos de inflexión en los Biltzar Nagusi que fueron convocados en varias ocasiones en este período en Iparralde.

El Biltzar Nagusi, entre otras funciones, elegía el Biltzar Ttipia, la dirección de la organización armada. El Ejecutivo de ETA estaba en manos de ocho militantes que representaban otros tantos aparatos, los cuales funcionaban con plena autonomía. Los ocho aparatos eran: Información, Propaganda, Comandos Legales, Comandos Ilegales, Oficina Política, Economía, Relaciones Internacionales y Mugas. La información que llegaba a la organización era clasificada y el propio Biltzar Ttipia, según las circunstancias y escuchando al conjunto de los delegados de los aparatos, decidía actuar en uno u otro sentido.Los aparatos, por su parte, se estructuraban internamente en la medida de sus necesidades. Así, algunos de ellos contaban con nuevas subdivisiones producto de su propia dinámica. Este era el caso de las Relaciones Internacionales, que incluía un sector estrictamente político-diplomático y otro dedicado a tareas de aprovisionamiento armamentístico y logístico con el que abastecer al resto de estructuras. Cuando la magnitud de cualquiera de los temas que abordaba cada aparato desbordaba a éste, era el Biltzar Ttipia quien decidía sobre su futuro tratamiento.

Después de la reorganización, ETA desplazó un comando permanente a Madrid. La primera acción costó la vida a dos militares españoles del Ejército español. Este salto cualitativo produjo también cambios de espacios. ETA se convertía, peligrosamente para el Gobierno de Madrid, en la única referencia de la opción rupturista, es decir en la denuncia permanente del proyecto reformista auspiciado desde las esferas franquistas. La respuestas represivas fueron, también, contundentes. La muerte de Argala, un mito dentro de ETA, abrió una nueva etapa de la actividad de los grupos parapoliciales en Iparralde. Los atentados contra los refugiados, a los que se sumarán acciones parapoliciales en Hegoalde, fueron parte de una estrategia represiva global que aglutinaba otras áreas como las de las prisiones, las detenciones de exiliados en suelo francés o el hostigamiento a la izquierda abertzale. Fue el ensayo de lo que luego sería el GAL.

Paralelamente a la elaboración y aprobación del Estatuto de Autonomía que separaba territorialmente Hegoalde, ETA ejecutó la mayor ofensiva armada de su historia. En 1978, ETA, los polimilis y los Comandos Autónomos realizaron atentados que costaron la vida a 75 personas. En 1979, 136 acciones produjeron la muerte de 71 personas, de ellas 21 guardias civiles, 16 confidentes, 11 policías y otros tantos miembros del Ejército. La tónica de 1980 fue la misma: 81 muertos.Al año siguiente, en medio de una nueva ofensiva de ETA llegó el golpe de Estado protagonizado por diversos mandos de la Guardia Civil y del Ejército. El resultado fue la derechización de la Administración española, nuevas legislaciones antiterroristas y la continuidad de un pulso frenético. En marzo de 1982 se dio por concluido el modelo autonómico que configuraba a Hegoalde en dos comunidades autónomas, finalizando de esta forma, el proyecto iniciado a la muerte de Franco. El Amejoramiento navarro quedaba definitivamente sellado, lo que significaba que el Viejo Reyno contaría con una especie de estatuto uniprovincial dentro del marco de la nueva Constitución española.

A estas alturas y con motivo de sus veinticinco años de existencia, ETA hizo un pequeña valoración de su trayectoria: "Hoy en día, después de 25 años de vida activa, de perfeccionamiento y consolidación de la organización, ETA y el resto del MLNV, hemos alcanzado un grado de enfrentamiento que demuestra que no estamos dispuestos a ceder en los puntos mínimos de defensa de los derechos legítimos de nuestro pueblo. Hace ya ocho años que ETA, haciendo gala de madurez y honradez políticas viene ofreciendo reiteradamente y unilateralmente la posibilidad de un alto el fuego en base a la negociación de los cinco puntos de la alternativa KAS. Si la organización ofrece esta posibilidad es porque somos perfectamente conscientes de que la paz es posible aquí y ahora. Pero no cualquier paz, no la paz de los cementerios, ni la Pax Hispana, sino una paz sin vencedores ni vencidos".

A partir de 1982 y de la victoria electoral del PSOE en las elecciones a las Cortes madrileñas, la actividad y análisis de ETA no variaron un ápice. Hasta enero de 1989, fecha del inicio de las conversaciones entre el Gobierno español y ETA en suelo argelino, el enfrentamiento saltó de tragedia en tragedia. Las cárceles españolas albergarían a más de quinientos presos vascos, mientras que en las francesas los encarcelados llegarían al medio centenar. Los muertos de ambos lados también sufrieron un ascenso espectacular, ofreciendo el lado más dramático del contencioso. ETA sufrió reveses de envergadura, de los que supo salir airosa.

Fue precisamente con la asunción del PNV de la dirección del Ejecutivo de Gasteiz y la escisión interna de los jelkides, que el enfrentamiento histórico entre Euskal Herria y el Estado español, pareció variar de coordenadas. ETA apuntaría, ante los ataques del PNV y el inicio de la Ertzaintza en tareas represivas que: "En la actualidad el PNV, después de haber abandonado la oportunidad de defender los derechos del pueblo vasco y defender su soberanía, trata de descalificar la lucha armada utilizando argucias metafísicas para condenar las muertes que ésta produce. Sin embargo a nadie se nos olvida que en el 36 el PNV llevaba al campo de batalla a los gudaris para matar al enemigo y morir por una causa. Hoy, guardando algunas diferencias, las muertes tienen el mismo sentido. Desde entonces a aquí, el valor de la vida no ha sufrido ningún cambio. Entonces, como ahora, el valor de la vida era y es la liberación y soberanía de Euskadi, así lo entendemos los que no nos hemos rendido y seguimos combatiendo. ETA es una realidad histórica que corresponde a las necesidades del pueblo vasco para liberarse de su opresor".

Después de diez años de tiras y aflojas en el terreno de los contactos a través de terceros, ETA y el Gobierno español se sentaron en la llamada Mesa de Argel, entre enero y marzo de 1989. Para ETA, la negociación se situaba en el contexto de la estrategia de guerra prolongada de desgaste. Frente a tesis insurreccionistas de su primera época, habían entendido, ya desde 1978, la inviabilidad de la victoria militar, adoptando la que llamaron "táctica de conquistas irreversibles", mediante la creación de correlaciones de fuerzas favorables para la negociación.Pero las llamadas Conversaciones de Argel fracasaron y todo volvió a quedar como al principio. En marzo de 1992, la dirección de ETA era detenida en Bidarte, lo que le produjo una nueva restructuración interna, en línea con otras de igual calado histórico. Su actividad decreció en relación a otras fases históricas, mientras que, desde el conjunto de la izquierda abertzale y la sociedad vasca se anunciaba la culminación de una fase política y la apertura de una nueva, en la cual ETA, como anunció en varios comunicados, estaba dispuesta a aportar su intervención, marcada por el apoyo al proyecto de reconstrucción nacional de Euskal Herria.Las claves que marcó ETA después de su reestructuración interna, a partir de 1994, fueron expuestas por un nivel de actividad más selectivo, centrado en aspectos neurálgicos del propio sistema. Este cambio táctico se produjo también con motivo de la debilidad de los aparatos del Estado y la necesidad de remover la sociedad vasca después del asentamiento en el Estado español de los códigos impuestos por la llamada Reforma Política. Fruto de estos cambios llegaron algunas acciones de envergadura en Madrid (en especial en julio de 1994 contra el teniente general Francisco Veguillas, número tres del ministerio de Defensa). Asimismo, Gregorio Ordoñez, hombre fuerte del PP en Hegoalde, murió en un atentado de ETA en Donostia, ocurrido en enero de 1995 y José María Aznar, presidente del PP, sufrió otro atentado en Madrid el 19 de abril de 1995, del que salió ileso.

A lo largo de su existencia, la actividad de ETA ha estado marcada por grandes convulsiones sociales en Euskal Herria. Las últimas décadas en tensión política permanente ha propiciado experiencias inéditas en la cronología centenaria del conflicto. A pesar de que las bajas mortales en ambos lados han sido menores que en la confrontación anterior y a pesar de que el exilio de la Guerra Civil acogió a más de 150.000 vascos a partir del 36, algunas características (saturación de prisioneros, guerra psicológica, presión internacional...) se configuran como si fueran propias de una guerra abierta. Así, entre diez y quince mil vascos han militado de manera más o menos intensa en ETA. Los casi veinte generales del Ejército español muertos por la organización armada en los últimos veinte años, es el mayor número de bajas de este nivel producida en toda la historia del Estado español, incluidas las guerras de liberación americanas.

Si en un principio la pasividad social tras la derrota de la Guerra Civil llevó a ETA a convertirse en la chispa para prender el bosque, los resultados obtenidos hicieron creer que la fase insurrecional estaba cerca. La última fase, a partir del asentamiento de España en Europa, llevó a modificar la estrategia de ETA para que una negociación política reconociese la fortaleza de ambos contendientes y, con ambición, pusiese fin dignamente al período más cercano.Sin embargo, la modernización del Estado español llevó pareja la asunción de los factores más retr&ógrados que los vértices de las sociedades modernas expresan: intransigencia, uniformidad y reacción. En esta onda la disidencia vasca fue el principal problema para la normalización y legitimización, a la vez que su guerra pendiente. De esta forma, la Administración transmitía una imagen externa de fortaleza inequívoca. Por un lado aplicando los códigos bélicos al uso (ejecuciones extrajudiciales, torturas, secuestros, chantaje, leyes especiales, intoxicación, etc.) y por otra, y puesto que el sistema politico lo permitía, acotando perfectamente la insurgencia y la represión consiguientes. Es decir: guerra sí, pero camuflada.La última fase ha estado caracterizada por diversas presiones. Para el Gobierno español el elemento civil debe permanecer al margen para poder mantener dentro de sus coordenadas su version particular del conflicto, es decir: Estado de derecho contra terrorismo.

Tras esta constatación, la estrategia de ETA a partir de la ruptura de las Conversaciones de Argel ha ido encaminada a romper los dos principales moldes al margen del policial: el internacional y el civil, para de esta forma presentar realmente el origen del conflicto: España versus Euskal Herria.En cuanto al apartado estadístico, y a lo largo de su historia, ETA ha ejercitado toda suerte de acciones militares, supliendo en muchas ocasiones con imaginacion la falta de recursos. Si la acción más trascendental fue la muerte del presidente del Gobierno Español, Luis Carrero Blanco (justo un mes despues del secuestro del embajador español en la CEE, Alberto Ullastres) otro tipo de operativos fueron también espectaculares. La colocación de artefactos por medio de submarinistas, el ataque a la sede central del Ministerio de Defensa, la incursión del centro de coordinación telefónica del Estado español o el uso de francotiradores para hostigar tanto a miembros de las fuerzas de seguridad españolas como a altos funcionarios del ejército han sido algunas de las actuaciones más significativas de la organización armada vasca.La actividad de ETA fue, junto a la intensa y permanente respuesta popular, la causa de la paralización de las obras de la central nuclear de Lemoiz, así como en la década de los setenta, de la solución de conflictos laborales enquistados por la intransigencia patronal. Como también de parte de las transferencias otorgadas por el Gobierno Español a las autonomías de Gasteiz e Iruñea, a pesar de lo complicado que resulte para sus protagonistas el admitir esta tesis.

Durante los años de su existencia la organización armada vasca ha actuado preferentemente y en consonancia con sus objetivos políticos en el sur de Euskal Herria. Pero también lo ha hecho en todas las regiones y nacionalidades peninsulares del Estado Español. Asímismo, la organización vasca ha actuado en épocas recientes contra intereses españoles en Alemania, Italia y Holanda, y en otras más lejanas en Argentina, en donde llegó a asaltar la casa del entonces agregado militar de la embajada hispana, Jaime Milans del Bosch.

El enfrentamiento ha originado casi un millar de muertos, algunos reconocidos en los "partes de guerra" del régimen español y otros, en cambio, no sumados en la estadística. Entre los no declarados se encuentran esos doscientos ciudadanos vascos muertos por la Policia Nacional y la Guardia Civil en Euskal Herria durante los últimos 25 años, a los que habría que añadir los más de 2.000 heridos. La guerra ha tenido también otros sucesos sangrientos y desgraciados, unos en mayor medida que otros.
La supervivencia de ETA en un pulso contra el Estado a todas luces desigual, se mueve precisamente en coordenadas sencillas. Así lo explicaba la propia ETA en una de sus recientes entrevistas: "La nuestra es una estrategia transparente y sin secretos, y no entiende de maquiavelismos ni de la demagogia e hipocresía que hacen gala el gobierno del PSOE y los partidos políticos adscritos a los pactos antiabertzales. Nuestra estrategia tiene unos objetivos bien definidos y claros: el reconocimiento por parte del Estado de los derechos políticos y sociales que se le han arrebatado a nuestro pueblo por la violencia y la fuerza de las armas".

CONUNICADO DE ETA EN SU 50 ANIVERSARIO

ARTICULOS SOBRE NEGOCIACIONES ETA - ESTADO DE LA WEB EUSKAL HERRIKO KOMUNISTAK

2009/01/29

65 años después, recordando Leningrado


"Leningrado simbolizó el horror que le toco sufrir a la población soviética, la cual tuvo que hacer frente ante el 85 y el 90% del ejército alemán, derrotando a mas de 200 divisiones de la Wehrmacht, aportando más de 20 millones de muertos en una sangría humana sin precedentes."
Juan Antonio Gonzalez Canales (Kaos en la Red)
El 27 de Enero de 1944 se cumplen 65 años del fin del mayor asedio que hubo en la II Guerra Mundial, ese no fue otro que el de Leningrado. Sólo en esta ciudad hubo más pérdidas humanas que las que sufrió Estados Unidos y Gran Bretaña(600.000 muertos angloamericanos) en toda la guerra. Reconocida como la ciudad heroica tras el sitio de casi 900 días, sigue sin reconocerse el esfuerzo y el peso que tuvo la Unión Soviética para que fuera fructífera la victoria “aliada” contra el eje.

3 años antes, mediante la operación Barbarroja, la Alemania nazi inició la invasión a la URSS con el apoyo de sus aliados (rumanos, croatas, finlandeses,etc) formando en conjunto 225 divisiones en 3 ejércitos. El objetivo era no solo eliminar el comunismo, sino usurpar las fuentes energéticas y los recursos agroalimentarios que proporcionaba el estado soviético. Finlandia, un país anticomunista y germanófilo, será la puerta de entrada del ejército invasor, año y medio antes la URSS le había declarado la guerra como medida preventiva ante lo que iba a suceder.

El 14 de julio los panzers de Reinhardt abrían las puertas de la ciudad, ante el inminente avance alemán y el de sus aliados, Leningrado empezó a evacuar a los niños y ancianos, el 18 de agosto la Luftwaffe bombardeaba un tren repleto de niños, en lo que se llamó la masacre de Lychkovo. El 8 de septiembre la ciudad ya estaba bloqueada.

Hitler se pronunció ante el asedio: “Debe rechazarse toda oferta de rendición de Leningrado, puesto que no podemos resolver el problema de alojar y alimentar a la gente. En esta lucha por la supervivencia, no nos interesa en modo alguno que sobreviva ni siquiera una parte de la población de la ciudad”.

Bombardeada los almacenes de provisiones, los alemanes capturaron Tikhvin el 8 de noviembre, por lo que se cerraba la última ruta ferroviaria que abastecía a la ciudad, solo el congelado lago Ladoga servirá como vía de abastecimiento, un camino peligroso, ya que sería continuamente atacado.

El hambre empezó a notarse, en los primeros momentos, las temperaturas estaban descendiendo por debajo de los cuarenta grados ya en enero de 1942, la falta de electricidad debido al bloqueo aceleró dramáticamente la tasa de mortalidad. Muchos de los refugiados de los países bálticos se quedaron sin cartillas de racionamiento, las cuales a finales de 1941 apenas proporcionaban 125 gramos de pan.

La ciudadanos fueron jerarquizados en pro de sus capacidades, los obreros industriales tuvieron que ser los mejores alimentados, en noviembre llegaban a consumir cada obrero solo 500 calorías, para hacernos una idea, un hombre adulto precisaría ingerir unas 2500 para mantener su peso corporal.

La ciudad como era lógico cayó en “el primitivismo”, se dieron casos de corrupción, de mercado negro, de canibalismo, incluso la NKVD en informes secretos reconoció estos hechos así como el de grupos de caníbales organizados. El horror se convirtió en algo cotidiano en Leningrado, al menos 20 mil personas morían al día en la ciudad en los primeros meses de asedio.

La gente empezó a ingeniársela para llevarse algo a la boca, fue cotidiano ingerir papel, serrín, sucedáneo de pegamento,… ante la falta de alimentos, el pan se adulteró con virutas de madera, los casos de disentería y desnutrición se dispararon.
La defensa del mariscal soviético Voroshilov fue un desastre en todos los sentidos, a pesar de todo, una ciudad cultural como Leningrado, tuvo sus bibliotecas abiertas, sus teatros seguían funcionando e incluso se organizaban recitales filarmónicos para mantener viva la moral de sus habitantes.

En el genocidio, estuvo envuelto la División Azul de Muñoz Grandes, que facilitó combatientes en el frente. El desgaste alemán se empezó hacer latente a medida que el frío y la resistencia soviética se hacía más contundente. El comandante Góvorov se hizo cargo de la ciudad e inició la contraofensiva. La victoria soviética en Stalingrado y sobre todo la de Kursk, nivelaron la balanza hacia la URSS, y propiciaron el acuerdo de Teherán a finales de 1943, donde los angloamericanos de una vez por todas iban a crear un segundo frente en la zona occidental, el cual venia reclamándose dos años ¿sin estas victorias que hubiera sido de Europa?, por supuesto Normandía no hubiera existido, zona por cierto defendida por los alemanes escasamente por tropas de 2 categoría.

La ofensiva final se gestó el 14 de enero ante un ejército alemán sin provisiones, sin armas, sin moral alguna, la liberación total se completó el día 27 de enero, 872 días de asedio produjo alrededor de un millón de muertos de civiles.

Leningrado simbolizó el horror que le toco sufrir a la población soviética, la cual tuvo que hacer frente ante el 85 y el 90% del ejército alemán, derrotando a mas de 200 divisiones de la Wehrmacht, aportando más de 20 millones de muertos en una sangría humana sin precedentes.

65 años después, llevados por el odio a lo ruso, países como Ucrania rinden homenaje a las Waffen SS donde lucharon miles de ucranianos. A pesar de estas continuas deformaciones históricas, en el memorial al sitio de Leningrado del cementerio de Piskaryov, hoy San Petesburgo, sigue rezando un lema: “Nadie se ha olvidado, ¡nada se ha olvidado!”

2009/01/28

La Izquierda Abertzale y el Terror del Estado

El techo electoral de la izquierda abertzale se registró en 1998 y estuvo precedido de menos firmas que las recabadas por D3M. Eso es a lo que tiene terror el Estado, y aquí están los datos.

Ezkaba (Kaos en la red) Décadas de lucha, décadas de represión contra los movimientos populares que quieren construir una Euskal Herria libre y socialista. Esos son los precedentes, represión y sufrimiento, pero también compromiso y militancia que se regenera. El conflicto politico continua pero se amolda a los tiempos. En los ultimos años el aparato propagandistico se ha consolidado como una de las herramientas mas utilizadas para desgastar a la izquierda abertzale: "están aislados, han perdido base social, no tienen apoyos ni aquí ni en ningún sitio, son pocos y están locos, van condenados a la desaparición"... Para su desesperación todo esto es mentira, y por mucho que se esfuercen en describir una sociedad desideologizada, desmovilizada y pasota, en Euskal Herria sigue viva la izquierda abertzale con un compromiso militante, una fuerza popular y una capacidad de movilización que para ellos quisieran.


Estas apreciaciones puede parecer mera propaganda, por eso vamos a pasarla por el filtro de los hechos objetivos y analizar así si ante el sistema de ilegalización, apartheid y Guantanamo democrático impuesto en Euskal Herria, la izquierda abertzale ha perdido iniciativa política y capacidad de respuesta.Vamos a centrarnos en las recogidas de firmas, un elemento que no admite discusión. Pero tengamos en cuenta la situación anti-democrática y represiva en la que se da esta situación. Y es que hablamos de ir a un notario, acreditarte y dejar tu sello de apoyo explicito a que una opción concreta esté en unas elecciones. No es un dato gratuito, teniendo en cuenta que algunas sentencias de los tribunales de excepcion españoles han utilizado como argumento condenatorio aparecer en estas firmas. Lo cual indica qué nivel de conculcacion de derechos existe y tambien que existen en las cloacas del Estado unas bases de datos y censos ilegales de personas comprometidas con los Derechos de Euskal Herria.

De cara a estas elecciones autonomicas vascas del 1 de Marzo de 2009, la izquierda abertzale vuelve a ser perseguida por todos los aparatos del Estado español y francés. Ha sido acusada ultimamente de que su iniciativa politica no existe y que la organizacion armada ETA desde la clandestinidad dirige todos y cada uno de los movimientos sobre el tablero politico, institucional y electoral. En esa linea el mecanismo de propaganda del regimen del Reino y los portavoces del gobierno español han sentenciado que ETA había decidido que la izquierda abertzale no debe estar en los comicios y con una estrategia abstencionista pretendería diluir la falta de apoyo popular a su estrategia. Sin embargo y contra estas intoxicaciones cocinadas en el Ministerio de Interior, hace unas semanas un grupo de ciudadanos libres sale a la palestra reivindicando su derecho a construir un proyecto independentista y de izquierdas para Euskal Herria y para sus 3 millones de habitantes. Demokrazia 3 Miloi (D3M) necesitaba avalar su agrupacion electoral con el 1% del censo de cada circunscripción electoral (Araba, Bizkaia y Gipuzkoa), en total necesita más de 17.000 firmas ante notario.Han conseguido 47.337 firmas y eso que desde el minuto 1 todo el aparato politico-mediatico de propaganda español ha proclamado que no se pueden presentar. Estas amenazas se quedan cortas y ya no vale con no permitir a la gente presentarse a las elecciones, el salto represivo se traduce en detener y encarcelar a las caras visibles de la iniciativa. Amparo Lasheras, portavoz de D3M y otras 7 personas relacionadas con la actividad politica, son detenidas y encarceladas cuando todavía no ha acabado el proceso de recoger firmas. Esto quiere decir que ni siquiera son perseguidos por presentarse, si no por intentar presentarse a unas elecciones. Me imagino a algún defensor de los derechos civiles y políticos en su despacho de Estrasburgo leyendo las noticias de que en el Estado español el delito de terrorismo se aplica al que intenta presentarse a las elecciones.¿Qué pasa con los 47.337 firmantes? Pues en tres campos de futbol (Mendizorrotza en Gasteiz, San Mames en Bilbao y Anoeta en Donostia) caben perfectamente, al fin y al cab o son los 4 locos de siempre... o no. Son más, menos, los mismos que antes? Por desgracia, los esfuerzos de la izquierda abertzale para poder desarrollar en igualdad de condiciones su proyecto politico no son nuevos, así que veamos los datos de otras recogidas de firmas y comparemos.Cuando la recogida recogida de firmas ha sido en el conjunto de Hego Euskal Herria (Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa), debido a que las elecciones eran para todos esos territorios (municipales, forales y europeas), los números son los siguientes:


2003/ Municipales y forales: 80.421

2004/ Europeas: 49.000

2007/ Municipales y forales: 82.500


Recordemos que en 2003 eran las primeras elecciones del nuevo apartheid y la recogida de firmas para AuB y las plataformas muncipales fueron apoyadas por otros sectores políticos. En 2004 eran para Herritarren Zerrenda que se presentaba a las europeas, que no despiertan casi ningún interés en la sociedad, pero además del perfil bajo de la convocatoria ya nadie más que la izquierda abertzale denunciaba con hechos el apartheid. Y en 2007 tampoco, porque los que de cara a la galeria denunciaron y firmaron en 2003 ya habían hecho sus calculos politicos de la rentabilidad de la Ley de Partidos. Esas tres recogidas de firmas avalaron las candidaturas pero fueron ilegalizadas. Se practicó el apartheid para decenas de miles de firmas, quitando el bajón lógico de las europeas, se observa que no solo no se ha perdido apoyo, si no que se ha ganado (de 80.000 a 82.000, teniendo en cuenta que en 2003 sectores de PNV-EA fueron a firmar).Cuando la recogida de firmas ha sido para avalar candidaturas para el Parlamento de Gasteiz, los apoyos sólo se han podido validar en la C.A.V. y si repasamos los números también podemos sacar alguna conclusión:


1998 / Euskal Herritarrok:45.602

2003 Aukera Guztiak: 31.956

2009 / D3M: 47.337


Los números hablan por sí sólos: El techo electoral de la izquierda abertzale se registró en 1998 (14 parlamentarios y 220.000 apoyos, sólo en la C.A.V.) y estuvo precedido de la recogida de firmas en las que EH consiguió menos firmas que las que ha recabado D3M más de 10 años después. Eso es a lo que tiene miedo el Estado, ni más ni menos.


Por aportar un dato más sobre previsiones de movilización, es esclarecedor que el aliado de España en vascongadas ( el autodenominado Partido Nacionalista Vasco) también ha hecho algún amago de recoger firmas pero nunca se ha atrevido a probar el compromiso de sus bases más allá de las urnas. De hecho con la cacareada "consultilla" cuando se les llenó la boca con una recogida de firmas para avalar la demanda de Ibarretxe en Estrasburgo, la cifra que se pusieron como objetivo a recabar fue de 50.000 firmas. Pero nunca lo hicieron: ni la consulta ni las firmas.La izquierda abertzale es una realidad en Euskal Herria y su capacidad de movilización y compromiso no sólo no merma si no que sigue creciendo. Por eso la represión es cada vez mayor y aumenta al mismo ritmo enloquecido que aumenta la iniciativa politica del independentismo vasco de izquierdas.Una inciativa política que por encima de la represión va a dar sus frutos, mucho antes de lo que nos creemos. La izquierda abertzale va a ser el motor del cambio político que necesita Euskal Herria y que nos va a llevar a un verdadero escenario democrático.

2009/01/25

Lista de productos de Israel que podemos boicotear



Rebelión
FRUTAS: Mangos y melones CARMEL. Aguacate ecológico Ecofresh-Carmel.
TECNOTRON: Fotomatones y otras instalaciones recreativas callejeras.
NANAS: Estropajos jabonosos.
PATATAS: Variedad Mondial, LZR (En Mercadona) variedad Vivaldi y Desiree.
VINO: Carmel Mizrachi Wines, vinos de Israel.
ESHET-EYLON: Clasificación automática de frutas.
NETAFIM: Equipos de riego.
MILONOT: Piensos para el ganado, Planta textil algodonera, Central de mecanización del algodón, Matadero de aves, Envasado de frutas, Procesado de frutas y hortalizas, Maduración y envasado de bananas, Centro de proceso de datos...
DÁTILES CARMEL: Jordan Plains.
AGUA MINERAL EDEN: Garrafas para surtidores públicos.
MENNEN: Sistemas de monitorización de pacientes en cuidados intensivos.
COSMÉTICOS REVLON: En casi todas las droguerías y perfumerías.
AHAVA: Cremas, sales, lociones.
BAÑADORES GIDEON OBERSON y GOTTEX.
ROPA INTERIOR VICTORIAS SECRET, WARNACO, THE GAP, NIKE.

APARATOS DE AIRE ACONDICIONADO JOHNSON, WHITE WESTINGHOUSE, AIRWELL y ELECTRA.
EPILADY: Máquinas de depilación y masaje.
VEET: Cera de depilación.
INTEL: El mayor fabricante de microprocesadores del mundo.Fue la primera empresa extranjera que abrió una sucursal en Haifa en 1974.
EMBLAZE: Esta compañía israelí por primera vez estará en la prestigiosa lista de compañías como Nokia y otras que desarrollan teléfonos móviles. Emblaze actuará en conjunción con la israelí Partner Communications, que opera bajo el nombre de firma de Orange.
RAFAEL: Sistemas de seguridad para el hogar.

EMPRESAS EXTRANJERAS QUE APOYAN A ISRAEL:
McDonald’s, Timberland, Revlon, Garnier, Hugo Boss, Tommy Hilfiger, Calvin Klein, L’Oreal, Garnier.....
JOHNSON & JOHNSON: En el 50º Aniversario de la Independencia de Israel, a Johnson & Johnson le fue concedido el mayor galardón, el Jubilee Award, en reconociemnto a su apoyo a la economía israelí.
TELEFÓNICA: Adquiere gran parte de sus productos en Israel entre ellos, los multiplicadores de líneas, componentes para redes y sistemas de facturación de llamadas.

El EZLN ahonda en su discurso autónomo

Periodico Diagonal

Ethel Odriozola / San Cristóbal de las Casas (México)
Si alguien pensó que el zapatismo había muerto o se había enquistado en un único rol, se equivoca de plano. La celebración del 15 aniversario de su levantamiento ha demostrado que sigue más vigente que nunca.



Existen muy pocos movimientos que consigan reunir a su alrededor sensibilidades tan diferentes. El 2 de enero, en el marco de los actos del aniversario, la ciudad chiapaneca de San Cristóbal de las Casas acogió a exponentes de la práctica totalidad del espectro político que se reivindica como “izquierda”. Y, al lado, el EZLN, capaz de generar un ambiente sorprendente de diálogo, de escucha, de respeto, con su discurso que intenta abarcar todos los ámbitos de la vida, empeñado en no ser vanguardia, en no marcar línea política, que es lo que tantos esperaban escuchar. Empeñado en reclamar su autonomía, algo que en México le ha llevado, no sólo a alejarse del PRD, sino a enfrentarse a él después de una marea de traiciones. Aclarando a quienes relativizan la violencia hacia los de abajo los hostigamientos y desalojos a comunidades zapatistas y las agresiones de todo tipo de este partido que se viste de izquierda.

“Si la catástrofe que se avecina puede evitarse y la humanidad tiene otra oportunidad, será por esos otros que, abajo y a la izquierda, no sólo resisten, también esbozan ya el perfil de otra cosa”, afirmaba la convocatoria del primer Festival Mundial de la Digna Rabia (ver DIAGONAL nº 93). Este desafío lo apuntaron también varios de los ponentes del encuentro, como John Holloway, que insistió en que “hay que romper la comprensión de la crisis como crisis del capital, que nos regresa a la política de la víctima que espera un cambio, una revolución futura. Mientras, pedimos más empleo, más gasto social, subsidios para los pobres... Esto es la renovación de la subordinación al capital”. Según este profesor marxista “las comunidades zapatistas luchan contra el capitalismo viviendo el mundo que quieren crear, yendo más allá del capitalismo, creando aquí y ahora otras relaciones sociales”.

El filósofo estadounidense Michael Hardt lanzó la pregunta retórica de si “es posible que una multiplicidad haga política de manera eficaz, sin unificación ni centralización”. Según el EZLN, “los zapatistas no nos propusimos organizar y dirigir a todo México, mucho menos al mundo. Cada quien tiene su espacio, su historia, su lucha, su sueño, su proporcionalidad”. Y prosigue, “El EZLN tuvo la tentación de la hegemonía y la homogeneidad, de imponer modos e identidades, de que el zapatismo fuera la única verdad. Y fueron los pueblos los que lo impidieron primero, y nos enseñaron que no podíamos suplir un dominio con otro y que debíamos convencer y no vencer a quienes eran y son como nosotros pero no son nosotros”. Y reiteró la importancia de las formas, que “ese nuevo mundo no vaya a ser un clon del que hoy nos horroriza y repudiamos”.

Esos otros modos que, como expuso el periodista uruguayo Raúl Zibechi, son la base de una nueva generación de movimientos que surgió en América Latina hace tres o cuatro décadas y se caracterizan fundamentalmente por la lucha por la recuperación de tierras y ocupaciones en las periferias urbanas, porque se proclaman autónomos, son de base comunitaria, y tienen la asamblea como forma de organización. “Son portadores de un mundo diferente que no se puede comprender con una mirada en los aparatos, los dirigentes; experimentan otras formas de poder, no estatales, no jerárquicos, rotativos”.
El EZLN concluyó: “No hagamos de nuestra fuerza una debilidad. El ser tantos y tan diferentes nos permitirá sobrevivir a la catástrofe que se avecina, y nos permitirá levantar algo nuevo y que eso nuevo sea también diferente”.

2009/01/22

Anastasia "Skat" Baburova, anarquista y periodista, asesinada en Moscú


Coordinadora Antifascista de Madrid
Nuestra amiga y camarada Skat fue asesinada hoy en Moscú, de un disparo a la cabeza.

Su asesino no iba tras ella, sino del abogado Stanislav Markelov, otro buen amigo y camarada. No sabemos quién fue allí a matar a Stas - quizás colaboradores de algunos criminales de guerra que metió en la cárcel, o relacionados con organizaciones criminales; o nazis, muchos de los cuales Stas metió también en la cárcel. La lista de logros de Stas es tan extensa que llevaría un par de días reunirlas todas en una necrológica - y la lista de sus enemigos es tanto más larga aún. Pero sabemos con certeza, que Nastya tuvo la mala suerte de estar en un lugar equivocado en el momento equivocado. El asesino le disparó a la cabeza, ya sea para eliminar a un testigo o para escapar - algunos testigos han declarado que intentó detener al asesino de Nastya. Stas murió en el acto, Nastya falleció en el hospital horas después.


Nastya era periodista graduada en la facultad de la Universidad Estatal de Moscú. Trabajó un tiempo en "Izvestia", pero luego siguió de forma independiente. Durante los últimos meses escribió para "Novaya Gazeta", la mayoría de las veces haciendo críticas a la derecha.


Nastya era anarquista. Participó en numerosos proyectos como activista en la lucha contra la represión, por ejemplo, en Moscú, en la campaña de solidaridad a favor de los activistas reprimidos franceses Iván y Bruno, y el año pasado en trabajo solidario para Tarnac 9. El año pasado, también participó activamente en la defensa de un dormitorio en Pasaje Yasniy, habitada por refugiados de las regiones en conflicto del Cáucaso, y contra el desalojo violento de los locales por parte de la UFSIN (Administración del Servicio Federal de Ejecución de Penas, que es la administración de prisiones federales rusas). Nastya fue detenida en esa acción. Nastya también se sumó al campamento de protesta levantado por los Guardianes del Arcoiris en el verano pasado, en Sasovo, región de Riazán, y a la campaña contra la brutalidad policial en la primavera de 2008. También viajó al Foro Social Europeo en Malmo en septiembre de 2008. Fue co-organizadora de los medios alternativos en la sección rusa de conferencias Anticapitalism-2008. Nastya también colaboró en el trabajo en el último número #30 de la revista Avtonom. Se había incorporado el día anterior a su asesinato. Dentro del movimiento era muy apreciada. Nastya era una activa deportista. Hacía salto en paracaídas y tenía una buena formación en artes marciales. Nunca iba desarmada. Pero su navaja no fue suficiente frente a un arma de fuego. Nastya era una persona positiva de espíritu excepcional. Sus padres, amigos y compañeros de toda Rusia y Ucrania, la extrañarán. Era de Sebastopol, y probablemente alli sea enterrada.


2009/01/21

Larrañaga : Comunista y abertzale

"Los valores que Larrañaga encarna, que se resumen en tres palabras: «servir al pueblo», son los que busca una juventud desorientada por el posmodernismo y el terror al paro"

Defendiendo hasta el fin los derechos nacionales vascos, hizo realidad la fraternidad entre los pueblos en la lucha contra el enemigo común.

Gara
Manu Aranburu Hijo de un soldado del batallón Larrañaga
En los años de la II República, Jesús Larrañaga Goiherri (1901-1942) fue un auténtico héroe para el campo popular vasco, era comunista y republicano, quizás la figura mas destacada del Partido Comunista de España durante la guerra incivil, por delante de la Pasionaria, Lister o José Díaz. Cometió un delito atroz: perder la guerra. Por eso nos arrebataron su memoria, como la de tantas decenas de miles de hombres y mujeres que eran lo mejor de los pueblos del Estado español. Nos la arrebata también Santiago Carrillo, que en sus voluminosas memorias no tiene ni una palabra para él. Los valores que Larrañaga encarna, que se resumen en tres palabras: «servir al pueblo», son los que busca una juventud desorientada por el posmodernismo y el terror al paro. Defendiendo hasta el fin los derechos nacionales vascos, hizo realidad la fraternidad entre los pueblos en la lucha contra el enemigo común. Frente al político adocenado y corrupto de nuestros días, Larrañaga es la defensa, hasta dar la vida, de un noble ideal.

Fue detenido por un chivatazo en octubre del año 1941 en Lisboa, deportado a Madrid, juzgado por rebelión militar en un consejo de guerra en la cárcel de Porlier y fusilado en unión de cinco camaradas comunistas del varias nacionalidades del Estado, entre ellos su compañero Manuel Asarta, donostiarra como él. Fueron fusilados el 21 de enero de 1942, cuando los soldados de la Unión Soviética resistían y tenían pequeñas victorias en los cercos de Leningrado y Stalingrado. Un aviso a los comunistas de que de ningún modo habría rebaja alguna por parte del dictador Franco.

Los restos de estos militantes han sido encontrados recientemente en una fosa común en el cementerio de la Almudena (Madrid). El día 1 a las 13:00 horas se les va a tributar un homenaje por parte de colectivos comunistas diversos. Se pretende que salgan sendos autobuses de Bizkaia y de Gipuzkoa (teléfono de contacto: 620 80 95 68).

La vida de Larrañaga es la película viva de aquellos años. Agitador obrero en la huelga de la construcción en el año 1931, exilado en Bokale, preso de nuevo, fundador de la asociación de parados en Donostia, en los años 30, junto con su compañero Manuel Asarta, cofundador del Partido Comunista de Euskadi, comisario de guerra de Gipuzkoa en el golpe militar de 1936, fundador del batallón Larrañaga, batallón que tuvo el porcentaje mayor de bajas del Ejército vasco republicano, batallón que no se entregó a los fascistas en Octubre del 1937 en Santoña, que rompió el cerco y con grandes pérdidas se refugió en los picos de Europa, pasando luego al Estado francés para entrar por Catalunya de nuevo a los frentes de Aragón. Miembro del Comité Central junto con Carrillo del PCE. Hasta el fin de la guerra.

EUSKADI TA ASKATASUNAREN AGIRIA EUSKAL HERRIARI

ETA, nazio askapenerako euskal erakunde sozialista iraultzaileak, lehenik eta behin Gazako herritarrak jasaten ari diren egoera larria eta sionistak Palestinako herriarekin amaitzeko burutzen ari diren sarraskia eta berau posible egiten duen nazioarteko agintarien kolaborazioa irmoki salatu nahi ditu. Herri palestinarrarentzat gure adorea eta elkartasun iraultzailea. Gora Palestina askatuta!
Era berean ETAk, azken hilabeteetan buruturiko ekintzok bere gain hartu eta honokoa adierazi nahi dio Euskal Herriari:

-Azaroaren 20an, Bilbon, Arnotegi mendian kokaturik dagoen errepikagailuaren aurka lehergailuz buruturiko ekintza, kalte materialak eraginez.

-Abenduaren 3an, Azpeitian, Altuna y Uria, Asfaltos Urretxu eta Hormigones Ekarri entrepresetako buru zen Ignacio Uria Mendizabalen exekuzioa. Euskal Herriari inposatutako Abiadura Handiko Trenaren lanetan bereganatutako erantzukizunagatik eta ETAren zerga iraultzailea ordaintzeari uko egiteagatik.

-Abenduaren 31n, Bilbon, EiTB, Antena 3, ``Expansión'', ``El Mundo'' eta Onda Cero komunikabideek dituzten egoitzen aurka lehergailuz zamatutako auto bidez buruturiko ekintza, kalte materialak eraginez.

Antena 3, ``Expansión'', ``El Mundo'' eta Onda Cero espainiar faxismoaren mesedetan lan egiten duten sasi komunikabideak dira. Euskal Herriak bizi duen errepresio egoera bultzatu eta gure herriak bizi dituen erasoak zilegitzeko tresnak diren heinean, gure ekintzaren helburu izan ziren eta aurrerantzean ere izango dira. Unean uneko Barne ministroaren sokatik independentismoaren aurkako errepresioaren xaxatzaile lana egoki betetzeko ardura hartzen dute. Baina errepresio estrategian ardurak hartzeak, herri honen aurrean, eta ETAren aurrean, erantzukizunak hartzea ere badakar.

EiTBren instalazioak ere ekintzaren helburu ziren. Sabin Etxeak aginduz EiTBk Euskal Herriak bizi duen gatazka desitxuratzen hartu duen ardurarekiko erantzuna izan da ekintza. Herritarron diruz ordaindutako irrati-telebista publikoa, Sabin Etxetik ezarritako zuzendari, erredaktore buru eta komisario politikoen bitartez, Euskal Herriak jasaten duen zapalkuntza estali eta gatazka politikoa desitxuratzeko tresna bilakatu dute. Espainiako aginduei men eginez, ezker abertzaleak jasaten duen ilegalizazio eta apartheid politiko mediatikoa «de facto» betearazten dute. Herri mugimenduarentzat, independentismoarentzat eta disidentziarentzat ez dago telebista publikorik, ez irrati publikorik...

EiTBn, ETA eta bere militanteak egunero «terrorista» izendatzen diren bitartean, tortura latzaren bidez Polizia eta Guardia Zibilaren kasernetan euskal militanteei bortxaren bidez eginarazitako deklarazioak informazio iturri zilegitzat hartzen dira. Aurretik Ertzaintzarekin egin zuten bezala, Sabin Etxeko teknokratek ezker abertzalea mediatikoki jipoitzeko tresna bilakatu dute EiTB.

Kontseilaritza autonomikoak EiTBko erredakzioetan duen eragina zuzena eta boteretsua da. Hortaz kazetaritza estrategia errepresiboaren zerbitzura jartzeko joera sakontzen ari da. Inori ez diogu guk bere kazetari lana nola burutu behar duen esango. Baina argi ohartu nahi dugu kazetari lanaren babespean inork errepresio estrategian erantzukizunak bereganatzen baditu edo gure Erakundearen, presoen edota herritarren aurkako eraso, irain eta toxikazio lan iraunkorra burutzea ez dugula zilegitzat joko. Horren aurrean, ETAk kazetaritza zeregin polizialen menpera jartzen duten jokabideak salatzen jarraituko du. EiTBko arduradunei dei argia egiten diegu. Joka dezatela erantzukizunez. Utz diezaiotela EiTB gatazka desitxuratzeko eta independentismoa erasotzeko beste arma bat bilakatzeari.

Komunikabide ofizialek eta politikari profesionalek adierazpen askatasunaren aurkako ekintzatzat jo dute abenduaren 31koa. Herri komunikabideak itxi, kazetariak kartzelatu edota independentistak, esandakoengatik espetxera daramatzatenean, mutu geratzen diren berberek.

Euskal Herriak ez du adierazpen askatasunik ezagutzen. Herri honen parte bat, egunero esaten duenarengatik, kartzelatua ez denean, zentsuratua eta zokoratua da. Hori da herri honetan «adierazpen askatasuna»ren eguneroko argazkia: batzuei nahi adinakoa eta besteei epaile aurrera eramaten dituena. Kode Penal berrituek, boterearen zentsurek eta espetxe mehatxuek zedarritzen dute herri honetako «adierazpen askatasuna». Horixe, irratiak eta egunkariak ixtea posible egiten duen hori bera, Guardia Zibilak eta Barne Ministerioak ezarritako irizpide barneko «adierazpen askatasuna», Francorena modukoa!
Ignacio Uria Mendizabalen aurkako ekintzaz:

Ignacio Uriaren exekuzioa ETAk AHTren aurka aurrera daraman kanpaina armatuan kokaturik dago. Ignacio Uria Mendizabalek, bere bi anaiekin batera, zuzentzen zituen entrepresak AHTren lanetan dihardute. Euskadi Ta Askatasunak aurretik esana du inposatutako proiektu txikitzaile horretan erantzukizunak dituzten arduradunak ETAren helburu direla.

Ekintzaren abagunean, herritarrak nahastu asmoz, ETAk bere proiektu politikoa armez inposatu nahi duela esaten aritu dira beste behin ere politikari profesionalak. Ederki dakite ordea ETAk Euskal Herriaren nazio eskubideen alde egiten duela borroka, hauek onartuak izan daitezen.

Ordea nork, nori eta zer inposatzen zaio Euskal Herriari? Abiadura Handiko Trena, turistifikazioa, Bardeetako tiro gunea, Pasaiako superportua, Itoizko urtegia, Boroa, Petronorren planta... den denak euskal herritarren interesen bizkarretara burutu izan dira edo burutu nahi dira.

Euskal Herriaren azpiegitura eta lurralde antolaketa, luxuzko bulegoetako epelean, enpresari-buru batzuen eta berain morrontzan ari diren beste hainbeste politikarien artean erabakitzen da. Inork aukeratu ez dituen enpresari eta gestoreen esku dago herri honen garapena. PNV eta UPNk beren Marbella erraldoi propioa eraiki nahi dute haien esku dauden diputazio eta gobernuen eskutik.

Horratx herri honen erralitatea: elite politiko eta enpresarialaren diruzaletasunaren esku dago Euskal Herriaren etorkizuna. Estatuen zapalkuntzarekin nahikoa ez eta herri honi etxe barrutik iristen zaio eguneroko inposaketa. Inposaketa horren arduradunetako bat zen Ignacio Uria Mendizabal. Espainiako zergak ordaitzen zituen bitartean, Espainiaren onurarako eta Euskal Herriari inposatutako AHTren lanetan aberasten zen bitartean, Euskal Herriaren askatasunaren aldeko borrokari laguntza emateari uko egiten zion.

Zentzu honetan, oharpen argi bana luzatu nahi diegu Abiadura Handiko Trenaren proiektuaren lanetan diharduten edota zerikusirik duten ingeniari, goi-mailako teknikari, arduradun eta entrepresetako nagusi guztiei proiektu horren lanak bertan behera utz ditzaten eta herri eragileak eskatzen ari diren eztabaida publikoa eman dadin.

Gaurgero eztabaida publikorik gabe eta dekretu bidez makro proiektu hori eta desmasiako txikizioa abian den artean AHT-ren lanetan jarraituko duten aipatu arduradunak, eta bere ondasunak, ETAren helburu izango dira.

Abiadura Handiko Trena gelditu beharra dago. Proiektu hori desegituraketan beste urrats bat da. Herri ogasuneko dirua lapurtzeko aitzakia. Altxa dezatela proiektu horren eztabaidaren gainean ezarri den zentsura. Ireki dadila jendarte eztabaida. Inon ez da ageri proiektu horren beharra eta hori da ezkutatu nahi dena: proiektua gutxi batzuen artean eta gutxi batzuentzat pentsatua izan dela.

AHT-ren aurkako herri oposaketa ezkutatzen da, herri mobilizazioak isiltzen dira, herritarren eta adituen iritziak zentsuratzen ari dira. Borroka horretan dabiltzan batzuei komunikabideetan agertzeko betoa ETAren ekintza gaitzesteko altxa zaie soilik. Etengabe zentsuratuak direnek ETAren aurka azaltzeko kamera eta mikrofono guztiak topatu dituzte. Errazki erori dira batzuk agintarien jukutria horretan.

Orobat Euskal Herriko populazioari dei egiten diogu indar guztiz Abiadura Handiko Trenaren aurka altxa dadin. Euskal Herria ezker-eskuin zulatu nahi duen tren txikitzaile hori mobilizazioek eta herri presioak soilik gera dezakete. Bozak txeke zuriak direlakoan herri hau elite baten interesen arabera kudeatu daitekeela uste duten horiek kalkulu tronpatuak burutu dituzte: Borroka honetan joan-itzulizko bidai txartelik ez dago. Ez dira pasako!

Abiadura handiko txikiziorik ez!
Abiadura handiko lapurretarik ez!
Abiadura handiko gezurrik ez!
Abiadura Handiko Trenik ez!
Gora Euskal Herria askatuta!
Gora Euskal Herria sozialista!
Jo ta ke independentzia eta sozialismoa lortu arte!
Euskal Herrian,
2009ko urtarrilean
Euskadi Ta Askatasuna
E.T.A.

2009/01/19

Israel antisemita (sumisos o muertos)

"En Euskal Herria tratan de mitificar una realidad histórica indiscutible mintiendo y aplastando a sus defensores, basando su proyecto nacional, España, en la imposición de la unidad manu militari, mientras que esquizofrénicamente defienden la leyenda sionista, el mito religioso metafísico de Israel, construido artificialmente también manu militari..."

BOLTXE
Gabirel Ezkurdia (Politólogo y analista)

Los vascos, todos los navarros, tenemos el triste privilegio de saber al dedillo cómo funciona la estrategia de la tergiversación, de la mentira, de la deconstrucción de la Historia por parte de los que pretender asimilar y hacer desaparecer esta cultura milenaria.
Paradigmáticamente son los unionistas franco-españoles que insisten en que Euskal Herria es un mito inexistente y que los vascos nunca hemos disfrutado de entidad jurídico político propia alguna, los sionistas más fervorosos.
En Euskal Herria tratan de mitificar una realidad histórica indiscutible mintiendo y aplastando a sus defensores, basando su proyecto nacional, España, en la imposición de la unidad manu militari, mientras que esquizofrénicamente defienden la leyenda sionista, el mito religioso metafísico de Israel, construido artificialmente también manu militari, reivindicando la postiza imposición sionista y aplastando a otro pueblo, el palestino. La misma opresión, la misma manipulación histórica para un mismo fin: el sometimiento para dos pueblos legítimos indómitos.
Fuera de los centros de poder, los unionistas-sionistas son una minoría marginal fácticamente poderosa. No había más que ver a los sionistas más ultras en la manifestación antisemita de Madrid de este fin de semana. ¡Sí, antisemita!
Así es, el sionismo no es un fenómeno que se circunscriba solo a "la entidad sionista" llamada Israel. Son sionistas todos los que defienden la existencia y "el derecho de autodefensa" de Israel, proyecto artificial, teocrático, racista y fascista por antonomasia.
Pero Gaza 08 ha sido demasiado. La indignación ha sido general, mayoritaria. La calidad de las mentiras justificantes del despropósito criminal es insuficiente. Los acontecimientos hacen indefendible toda posición filoisraelí. La avalancha de textos públicos y protestas durante las últimas semanas ha puesto muy nerviosos a los sionistas. La impopularidad de la aplicación de su exterminante "derecho a la legítima defensa" en Gaza ha sido muy evidente. No había correlación entre los discursos justificantes y la realidad exterminante. Los paralelismo con el nazismo han sido tan elocuentes, que era necesario contraatacar dialécticamente, equilibrar la balanza, desdibujar los hechos, vilipendiar y desautorizar a los críticos.
Por eso en la mayoría de los medios se ha profundizado en la burda tergiversación de que todos los críticos a Israel son con mayor o menor virulencia antisemitas. Una técnica incorrecta, obsoleta y mediocre que trata de vincular los fantasmas del pasado europeo a la realidad del siglo XXI, con la que está cayendo en Gaza. Pero no está demás recordar algunas perogrulladas difusas en el mar de la confusión terminológica y la ignorancia general que el sionismo siempre ha manipulado con relativo éxito.
Para empezar hay que aclarar un concepto técnico fundamental: los únicos semitas que hay en Israel y en los territorios ocupados por éste son los que actualmente denominamos palestinos. Los judíos, tal y como los conocemos a día de hoy, no son semitas, ni en Israel, ni en ningún otro lugar.
Los denominados judíos o hebreos actuales son descendientes ideológico-religiosos de los semitas que fundaron y crearon la religión judía. Los que denominamos actualmente como judíos son racial y culturalmente de decenas de orígenes diferentes. Arios, eslavos, latinoamericanos, magrebíes, etíopes, angloamericanos, persas, sefardíes o incluso vascos. Rubios, negros, de ojos rasgados, bajos, morenos… si algún mestizaje racial es paradigmático, he aquí el más fructuoso.
Todos los judíos no son israelíes. Judíos hay miles, dispersos por el mundo, como musulmanes o cristianos, y hablan los idiomas respectivos a su lugar de residencia. Solo los más fervientes creyentes conocen el hebreo de las escrituras, idioma muerto como el latín, y en Israel, donde se reinventó (es como si los cristianos recuperasen el latín), los israelíes usan la lengua hebrea o neohebrea. Curiosamente, de un tiempo hacia aquí, las últimas oleadas de judíos que "retornan a la Tierra Prometida" y no ven satisfechas sus esperanzas sociales, pasan de aprenderlo, y están generando importantes problemas de integración, sobre todo en las periferias más pobres de las grandes urbes.
Lo que une y hace judíos a los judíos es la religión y su dogmática tradición. Es por ello que no son nación, sino una entidad político-jurídica de múltiples identidades nacionales. Israel no es una nación, es un proyecto artificial sobre un territorio real que se inventó a finales del XIX. Israel podría haber existido en la Patagonia, Canada, Madagascar, Ucrania o en las afueras de Madrid, pero se constituyó e impuso por la fuerza en Palestina, por el peso específico de las leyendas mitológico-religiosas hebreas en las que se basa el discurso sionista. Por cierto, en las afuera de Madrid no les hubiera gustado mucho ni a Isabel, ni a Fernando, ni a Franco…¿Y a Aznar y Esperanza sí?
Así es, la base mitológica de la existencia de Israel es mera filfa. El Israel de las Sagradas Escrituras solo es cuestión de fe, como Adán y Eva, el Arca de Noé, Moisés y la "apertura" del mar, El Mesías, Sion o la inocencia de Fraga.
Los semitas que entonces poblaban y hoy pueblan este entorno geográfico son los mismos, los palestinos.
Es por ello que todo acusación de antisemitismo significaría realmente que el acusado es antipalestino, cosa que evidentemente y al margen de la mala leche, no creo que los ignorantes acusadores pretendan sugerir. "Pero de donde no hay… no se puede sacar, Rahola".
La confusión general radica en que los judíos, siempre se han reivindicado semitas como descendientes de los semitas hebreos entonces pobladores de Palestina, que se extinguieron culturalmente y transformaron mayoritariamente al Islam mucho después (como el latín y los latinos en Europa). Mezclando las churras bíblicas con las merinas de pertenencia racial, lo cierto es que durante siglos, los seguidores de las sagradas escrituras hebreas han sido y son de muy amplias procedencias culturales, raciales y sociales, pero lo que se dice semitas, no.
Por eso, las teorías raciales nazis hacia los judíos fueron, en la lógica racial nazi, simplemente cretinas, ridículas e inconsistentes respecto a cualquier lógica supremacista. Al margen de criminales y sádicas, eran arbitrarias e indiscriminadas, porque se perseguía a personas arias, eslavas, latinas… y se las mataba por sus vínculos religiosos, culturales, sexuales o ideológicos. Se extermino especialmente a judíos (por la percepción prejuiciosa general en Europa de la usura de esta cultura religiosa) pero como también a cristianos, antifascistas, comunistas o gays, al margen de la raza.
La única excepción del exterminio racial supremacista fueron los gitanos, que aun a día de hoy siguen siendo los paganos de la película. ¿Por cierto, una ingenuidad por qué no les "han dado" tierra para "su estado? ¿No tienen derecho?
A los nazis se les acusa erróneamente de antisemitas, cuando realmente sus postulados eran expresamente antijudíos, no antisemitas. Con el abuelo de Yasir Arafat por ejemplo (el Gran Muftí de Jerusalén, semita él, árabe, palestino y antiimperialista británico) tuvieron una gran relación, incluso se refugió en Berlín y pasaba revista a la divisiones musulmanas de las Waffen SS.
Vulgarmente se vincula a todo crítico con Israel con el antisemitismo para por ende vincular en antisionismo con el nazismo "antisemita". Craso error alevoso y premeditado. Leed a Sharón y su perspectiva del nazismo. ¿Quién es el filonazi? Pero la propaganda sionista vincula a todo crítico con el proyecto de Sión, Israel, con el patético negacionismo y el revisionismo historicista de la extrema derecha y el movimiento neonazi contemporáneo. Los nazis, asesinaron industrialmente a más de seis millones de judíos europeos, no semitas, muchos de ellos entre los 29 millones de ciudadanos soviéticos exterminados. Indudable, pero si realmente alguien ha manipulado y utilizado vilmente a las víctimas de la Shoah, nadie más frívolo y carroñero, que el Sionismo.
Borrachos de victimismo tras el Holocausto que ayudaron en parte a desarrollar (como decía Hannah Arendt los Judenrat o Consejos Judios fueron determinantes en la organización de la Solución Final de los judíos, no de los semitas), siempre han impuesto de modo impune desde esta posición de víctima intocable, todo el proceso de creación y expansión genocida de la Entidad Sionista o Israel. Por cierto, siempre me he preguntado porque los sionistas no aplicaron el ojo por ojo bíblico que tanto reivindican para con los semitas palestinos ¡con los alemanes!
La Gran Patraña de Israel es el origen de todas las guerras. Desde 1948 solo ha colonizado y conquistado territorios de modo impune gracias al poder mundial del Sionismo, su papel determinante en la Guerra Fría y su dirección efectiva del neoliberalismo triunfante tras esta. Así, mientras se "creaba territorio" el Sionismo convertía en racial su proyecto teocrático: el pupurri religioso hecho pueblo, "hecho Nación". La legitimación historicista a la inversa: de la inexistencia a la "construcción nacional".
Pero toda teocracia basa su doctrina y organización en la mitología teológica, en la pura metafísica construida sobre la leyenda e imaginación terrenal. Ya sea de origen islámico, judío, cristiano o de cualquier otra perspectiva sectaria basada en la fe, todas las experiencias históricas en las que una colectividad ha basado su organización y entidad en jurisprudencia teocrática, ha sido y es un estado totalitario. Pero esta lógica metafísica necesita un magma en el que reproducirse: el pueblo, la Nación, la Comunidad: el estado racial como base del estado teocrático, y el Sionismo hace tiempo que lo impuso por la fuerza de las armas en 1948 (ahora a los mismos actos les llaman terrorismo): se llama Israel.
Sería gracioso si no fuera tan burdamente criminal. En el caso sionista, lo grave es que los que acusan de antisemitas erróneamente y a modo de calumnia a los antisionistas obvian que si en efecto existe algún estado racial en el mundo este es el de Israel, y que en este estado los más marginados y perseguidos, son los semitas, los palestinos. ¿Quién es el antisemita?
Pero además, el racismo israelí, sionista, no solo es antisemita, o sea antipalestino. El proyecto sionista jerarquiza también la multinacionalidad de los hebreos. Los askenazis, los de origen europeo y blanco, los hebreos arios y angloamericanos están en la cúspide de la pirámide de poder y de "corrección" racial. Son los puros "descendientes", los SS. Luego la pirámide va descendiendo jerárquicamente. Sefardíes, magrebíes, persas, eslavos latinoamericanos, sudafricanos, negros de Etiopía… y para acabar los semitas y árabes. Ciudadanos de segunda en derechos pero de primera en obligaciones para con la "ejemplar democracia" israelí. Marginación, barrios periféricos, no integración… el Sionismo blinda muy bien su desconocida y verdadera faz racista y teocrática. ¡Ni Himmler lo hubiera hecho mejor!

Por lo tanto, si existe alguna ideología antisemita, racista y xenófoba, hermana del patético (por su argumentación ¿intelectual?) y criminal nazismo, y del segregacionismo social neoliberal también expoliador y criminal, esta no es otra que el Sionismo que acaba de enseñar su inhumana faz en el ghetto de Gaza.
Euskal Herria, el pueblo del euskara, una de las culturas y naciones más ancestrales de Europa, con una de las legislaciones propias más democráticas y pioneras de la Historia, su foralidad navarra (luego adoptada por Castilla), "nunca ha existido", "no tiene derecho a recuperar su estado", Navarra, "ni a decidir su futuro colectivo en libertad". Todo el que defienda la idea de Euskal Herria es un terrorista, como dicen en la UE los unionistas sionistas españoles. Y a su vez, Israel, que nunca existió, que se ha articulado sobre el desarrollo impuesto y genocida de un proyecto político artificial, el Sionismo, claramente antisemita, racista, fascista y criminal, tiene "derecho a la autodefensa" desarrollando un genocidio planificado.
Esa es la catadura de los unionistas sionistas: los invasores son las victimas y los invadidos los terroristas. Y este su proyecto: España sin vascos e Israel sin palestinos, sin semitas, sumisos o muertos.

2009/01/18

Luxemburgo, una Rosa roja para el siglo XXI

Apenas 80 años de un asesinato. Eso indica la fría marca del calendario. Recordada desde un continente como el nuestro, que ha sufrido durante el siglo XX —para no mencionar los anteriores— represiones, matanzas y genocidios salvajes a manos de las clases dominantes, su muerte podría computarse simplemente como una más de las tantas víctimas del capitalismo. Un número, solo eso, en la aridez de la estadística. No es el caso.

Las revoluciones del futuro, que las habrá no por mandato predeterminado de LA Historia (con mayúsculas) sino por la voluntad colectiva y el accionar político de los pueblos latinoamericanos, recuperará la memoria de cada uno de esos mártires masacrados y desaparecidos por el capitalismo. El combate socialista por el futuro se desarrollará entre nosotros no solo pensando en un porvenir “luminoso” sino fundamentalmente —como señalaba Walter Benjamin para el caso europeo— a partir del recuerdo imborrable de todos nuestros compañeros oprimidos, explotados y asesinados de la historia pretérita.

Entre todos ellos y ellas el ejemplo de Rosa Luxemburgo ocupará uno de los primeros lugares. Su memoria sigue aún hoy descolocando y desafiando la triste mansedumbre que actualmente pregonan los mediocres con poder.
Partiendo de esta realidad, cabe preguntarse, ¿por qué se torna imperioso recordar hoy, precisamente hoy, a Rosa cuando muchos otros nombres también ligados al socialismo internacional apenas son aptos para rellenar los libros de historia? Este modesto artículo tiene por objetivo el intento de comenzar a responder esa acuciante pregunta.
En primera instancia constatamos que el simple recuerdo de su figura, siempre sospechada de “hereje” por los que hasta ayer nomás monopolizaban el estandarte de la “ortodoxia” marxista, resulta de una incomodidad insoportable para una tradición de pensamiento que ella estigmatizó sin piedad en Reforma o revolución y en La crisis de la socialdemocracia: el reformismo.

El aniversario de su muerte constituye la gran mancha negra de la socialdemocracia, supuestamente “abanderada de los derechos individuales” frente a las corrientes por ellos —los profetas rosados de la democracia burguesa— despectivamente denominadas “jacobinas, blanquistas, partisanas, leninistas” del socialismo.

Se sabe. Los responsables de su asesinato (como el de Liebknecht) fueron Gustav Noske, Scheidemann y Friedrich Ebert. El nombre de este último bautizó incluso a una conocida fundación de la socialdemocracia alemana que durante los años ’80 coqueteó con posiciones “progresistas” cooptando mediante grandes sumas de dinero a numerosos intelectuales latinoamericanos presurosos de olvidar su pasado revolucionario.

El trauma histórico de este asesinato quedó siempre latente. Ni siquiera Willy Brandt cuando fue alcalde de Berlín en la última posguerra fue capaz de ponerle una placa recordatoria al puente desde el cual fue arrojado al agua el cuerpo sin vida de Rosa (una placa que sí puso la aún más derechista y reaccionaria democracia cristiana alemana, solo para ironizar sobre sus rivales electorales). El solo hecho de mencionar su nombre seguramente haría temblar los labios de todos aquellos partidarios de la reunificación alemana que han vuelto a poner en el primer plano de la política contemporánea al neonazismo, al antisemitismo y a la política de gran potencia —eurodólar mediante— del Reicht alemán.

En este cansado fin de siglo, cuando muchos disidentes y herejes vuelven a la nave madre y al hogar común de la socialdemocracia (el ex PC Italiano a la cabeza) propagandizando una supuesta “tercera vía”, convendría entonces reencontrarse con la herencia insepulta de Rosa y sus demoledoras críticas al reformismo.

Pero volver a respirar el aire fresco de sus escritos también nos permite reactualizar la inmensa estatura ética que tiñó en ella al socialismo en momentos en que socialistas “renovados” del cono sur —como por ejemplo el canciller chileno— marchan presurosos a Londres a socorrer al dictador Pinochet en nombre del “realismo”, de la razón de estado, de la “gobernabilidad” y del pragmatismo socialista. Exactamente los mismos ejes y las mismas banderas contra las cuales dirigió sus ácidos dardos Rosa en las mejores de sus polémicas.

Su palpitante actualidad nos invita además a replantearnos toda una gama de cuestiones teóricas que aún hoy están a la orden del día en la agenda política de los revolucionarios. Y que seguramente lo estarán en el siglo que viene.

Sucede que, además de refutar y combatir despiadadamente al reformismo, Rosa también fue una dura impugnadora del socialismo autoritario. En un folleto que ella escribió durante 1918 en prisión sobre la naciente revolución rusa, hundió el escalpelo en los peligros que entrañaba ante sus ojos cualquier tipo de tentación de separar el ejercicio del poder soviético de la democracia obrera y socialista.

Ante la crisis y el derrumbe de la burocracia soviética (que dilapidó el inmenso océano de energías revolucionarias generosamente brindado por el pueblo soviético desde 1917 hasta la victoria sobre el nazismo, pasando por el triunfo de la guerra civil) aquellas premonitorias advertencias de Rosa merecen ser seriamente repensadas. Más que todo si tomamos en cuenta que además Polonia y Alemania —donde actuó políticamente Rosa—, fueron dos países cuyos modelos de socialismo autoritario y burocrático análogos al soviético entraron en crisis terminal y se derrumbaron como un castillo de naipes hace apenas una década.

Aquel célebre folleto crítico sobre la revolución rusa fue publicado póstumamente con intenciones polémicas por Paul Levi —un miembro de la Liga Spartacus y del KPD alemán, luego disidente y reafiliado al SPD. Cabe agregar que Rosa cambió de opinión sobre su propio folleto al participar ella misma de la revolución alemana. Sin embargo, aquel escrito fue utilizado para intentar oponer a Rosa frente a la revolución rusa y sobre todo frente a Lenin (de la misma manera que luego se repitió ese operativo enfrentando a Gramsci contra Lenin o más cerca nuestro al Che Guevara contra la Revolución Cubana). Se quiso de ese modo construir un luxemburguismo descolorido y “potable” para la dominación burguesa.

Al resumir sus posiciones críticas hacia la dirección bolchevique, cuya perspectiva revolucionaria general compartía íntimamente, Rosa se centró en tres ejes problemáticos. Les cuestionó la catalogación del carácter de la revolución, su concepción del problema de las “guerras nacionales” y la relación entre democracia y terror.

No solo Lenin (en su famosa crítica del folleto de Junius, seudónimo de Rosa) y Trotsky le señalaron sus errores. También Lukacs en Historia y conciencia de clase tomó partido en el debate. Entre esos señalamientos figuran en primer término su subestimación de la forma política consejista (que asumió en Rusia el carácter de soviet) como una alternativa radical frente a la democracia burguesa. En ese sentido creemos que Lukacs había dado en el clavo cuando —sin dejar de reivindicarla como un faro metodológico para el marxismo— le señaló a Rosa su inconsecuencia al no diferenciar las transformaciones específicamente políticas de las revoluciones burguesas (Inglaterra-1688 y Francia-1789) de la revolución socialista (Rusia-1917). En aquellas primeras dos se trataba, según Lukacs, de depurar el Parlamento, mientras que en 1917 se había intentado en cambio suplantarlo por los soviets.

Y en ese punto se puede ubicar la radical diferencia entre un tipo y otro de revolución, pues en la transición al socialismo no se trata ya de acelerar o retardar el desarrollo autónomo e independiente de la economía por parte del estado sino, por el contrario, de dirigirla conscientemente (una opinión donde el Che coincidirá evidentemente con Lukacs en sus debates sobre el cálculo económico y el sistema presupuestario de financiamiento).

Al mismo tiempo Rosa, siempre según la opinión de Lukacs, habría subestimado en aquel folleto el papel cumplido en la revolución rusa por las fuerzas no proletarias y por lo tanto en su esquema habría terminado desdibujado el lugar y la función estrictamente hegemónica del partido proletario sobre el resto de las fracciones sociales que habían participado del octubre insurrecto.

Si bien es cierto que aquel escrito adolece de este tipo de equivocaciones, también resulta insoslayable que Rosa acertó al señalar algunos agujeros vacíos cuya supervivencia a lo largo del siglo XX generó no pocos dolores de cabeza a los partidarios del socialismo.

Entre estos últimos creemos que Rosa sí tuvo razón cuando sostuvo que sin una amplia democracia socialista —base de la vida política creciente de las masas trabajadoras— solo resta la consolidación de una burocracia. Según sus propias palabras, si este fenómeno no se puede evitar, entonces “la vida se extingue, se torna aparente y lo único activo que queda es la burocracia”. La historia, en el caso del socialismo europeo, le dio lamentablemente la razón.

La necesaria vinculación entre socialismo y democracia política y los riesgos de eternizar y tomar como norma universal lo que era en realidad producto histórico de una situación particular, es decir, el peligro de hacer de necesidad virtud en el período de transición al socialismo, constituye el eje de su pensamiento que probablemente más haya resistido el paso del tiempo.

Pero esta crítica de Rosa, dura y sin contemplaciones a pesar de su ferviente adhesión al bolchevismo, no implica soslayar la necesaria crítica que hoy debemos hacer a las formas “democráticas” (en realidad republicanas parlamentarias, no democráticas) con que el capitalismo ejerce su dominación y su hegemonía en las sociedades modernas occidentales. Una crítica desarrollada a fondo por el intelectual que fue más lejos —incluso más allá de la misma Rosa— al pensar las condiciones de una revolución anticapitalista en Occidente, Antonio Gramsci.

Esta crítica a la forma republicana de dominación burguesa —como la denominó Marx en su célebre 18 Brumario de Luis Bonaparte— resulta impostergable para nosotros los latinoamericanos, pues en nuestros países el imperialismo norteamericano después de financiar y sostener a las dictaduras militares más sangrientas de la historia, apostó a implementar su reformulación neoliberal del capitalismo con regímenes políticos donde funciona el Parlamento y los tribunales “independientes”.

De modo que uno de nuestros principales desafíos contemporáneos y futuros consiste en tratar de recuperar y sintetizar al mismo tiempo el reclamo de Rosa sobre la necesaria vinculación de socialismo, participación popular y democracia revolucionaria en los países donde los trabajadores ya han tomado el poder y la crítica impiadosa de Gramsci hacia los regímenes políticos donde aún domina el capital internacional y sus expresiones nacionales. Ambos pensamientos apuntan a una misma problemática política.

Si la pregunta básica de la filosofía política clásica de la modernidad se interroga por las condiciones de la obediencia al soberano, el conjunto de preguntas que delinean la problemática del marxismo apuntan exactamente a su contrario. Es decir que desde este último ángulo lo central reside en las condiciones que legitiman no la obediencia sino la insurgencia y la rebelión, no la soberanía que corona al poder institucionalizado, sino la que justifica el ejercicio pleno del poder popular. Antes, durante y después de la toma del poder.

Allí, en ese terreno nuevo que permanecía ausente en los filósofos clásicos del iusnaturalismo contractualista, en Hegel y en el pensamiento liberal, la teoría política marxista tal como la elaboraron Rosa, Lenin y Gramsci ubica el eje de su reflexión. En ese sentido, el socialismo no constituye el heredero moderno, mejorado y perfeccionado del liberalismo moderno sino su negación antagónica.

Si hubiera entonces que situar la filiación que une la tradición política iniciada por Marx y que Rosa desarrolló en su espíritu —contradiciendo muchas veces su letra— a partir de la utilización de su misma metodología, podríamos arriesgar que el socialismo contemporáneo pertenece a la familia libertaria más radical y es —o debería ser— el heredero privilegiado de la democracia directa roussoniana.

Desde esta óptica —bien distinta a la de quienes legitimaron los “socialismos reales” europeos amparándose en el perfeccionamiento de la tradición ilustrada dieciochesca— se torna comprensible los presupuestos desde los cuales Rosa dibujó las líneas centrales de su crítica al socialismo burocrático.

En cuanto al problema de la controvertida relación entre “espontaneidad” y vanguardia —otro de los núcleos centrales de su pensamiento político—, podemos también apreciar su apabullante actualidad.

Esta otra serie de interrogantes hoy reaparece con otro lenguaje y otro ropaje. No es ya el problema de la huelga de masas —que Rosa analizó a partir de la primera revolución rusa de 1905— sino más bien el de los movimientos sociales (la subjetividad popular) y su vinculación con la política. Aquí sus escritos, releídos desde nuestras inquietudes contemporáneas, tienen mucho para decirnos.

También aquí Lenin y Lukacs cuestionaron a Rosa. Le criticaron el haber subestimado no solo el lugar de los consejos o soviets como forma política de nuevo tipo sino también el papel de la conciencia socialista en la necesidad de organizarse en partido (y de entablar una polémica abierta con el oportunismo).

Sin embargo, no deberíamos olvidar que en este rubro ella cuestionó incluso antes que Lenin el papel de “guía” que Kautsky monopolizaba entre las filas de la II Internacional. Lo cierto es que tanto Rosa como Lenin terminaron de romper amarras no solo política sino también epistemológicamente con el marxismo kautskiano-plejanoviano en los primeros años de la Guerra Mundial. En ambos casos la problemática del sujeto —el proletariado como clase, el partido como organización— fue el detonante de esa inmensa ruptura epistemológica.

Revisitar entonces los escritos de Rosa centrados en ese horizonte seguramente nos permitiría recuperar a Lenin de otra forma, despojados ya de todo el lastre dogmático que impidió utilizar todo el arsenal político de quien Gramsci no dudó en catalogar como “el más grande teórico de la filosofía de la praxis”.

Creemos que esto es así porque a partir de un contrapunto entre las posiciones de Rosa y Lenin se podría entender que cuando este último hablaba de “llevar la conciencia desde afuera” al movimiento obrero —tesis de factura kautskiana cuyas consecuencias epistemológicas extrajo hasta el paroxismo Louis Althusser— no estaba defendiendo un externalidad total frente al movimiento social “espontáneo” sino una externalidad circunscripta en relación con el terreno económico. El “afuera” desde el cual Lenin defendía la necesidad de un partido político socialista remitía a un nivel que no se dejaba subsumir dentro de la práctica economicista, pero no implicaba —como lo leyó el stalinismo en política y el althusserianismo en epistemología— situarse en un “afuera” opuesto al movimiento social.

Esta última deformación del pensamiento de Lenin derivó en una concepción burocrática del partido encerrado en sí mismo que facilitó enormemente todas las injustas acusaciones de “sustitucionismo” con que hoy la socialdemocracia denosta a los revolucionarios en todo el mundo. El partido debe ser parte inmanente del movimiento social —como lo demostraron Gramsci en el movimiento consejista turinés o nuestro Mariátegui frente a las masas indígenas peruanas—, nunca un “maestro” que desde afuera lleva una teoría pulcra y redonda que no se “abolla” en el ir y venir del movimiento de masas. Entre el sentido común, la ideología “espontánea” del movimiento popular, y la reflexión científica, es decir, la ideología del intelectual colectivo, no debe haber ruptura absoluta. Cuando esta última se produce se pierde la capacidad hegemónica del partido y crece la capacidad hegemónica del enemigo que cuenta en su haber con las tradiciones de sumisión, con las instituciones del poder y hoy en día con el monopolio de los medios de comunicación mundial.

De modo que las posiciones de Rosa y de Lenin —polémicas entre sí— en última instancia serían integrables en función de una difícil pero no imposible dialéctica de la organización política como consecuencia y a la vez impulsora del movimiento social. La hegemonía se construye desde adentro. La conciencia de clase es fruto de una experiencia de vida, de valores sentidos y de una tradición de lucha construida que ningún manual puede llevar desde afuera, pues se chocará indefectiblemente —como de hecho ha sucedido en la historia— con un muro de silencio e incomprensión.

Otro de los núcleos donde Rosa Luxemburgo polemizó fue en el campo de la “cuestión nacional”, uno de sus flancos más débiles. Todo el problema alrededor del cual gira la reflexión de Rosa, como también la de Lenin, Otto Bauer, Stalin o Trotsky, etc., es aquella que se pregunta qué deben hacer los partidarios del socialismo, los críticos del capitalismo, frente a una situación de opresión de naciones que son mantenidas por la fuerza en el status de colonias o semicolonias por la mano de uno o más imperialismos.

Desde el marxismo latinoamericano debemos presurosamente aclarar que dicho problema es bien distinto al que en nuestra América afrontó Mariátegui cuando intentó descifrar el problema de la nación. En este último caso no se trataba de una nación ya constituida histórica, social y culturalmente, aunque oprimida por otra con mayor poder, sino el de una nación aun inacabada —tal como era entonces Perú—, sin integración racial y con un desarrollo desigual y combinado de su cultura (la blanca y mestiza —heredera de la conquista y la colonización europea— y la

cultura indígena autóctona).

Cuando Rosa, Lenin y los demás marxistas de su época discutían, tenían como presupuesto compartido la reflexión sobre unidades nacionales —opresoras u oprimidas— ya constituidas. Y en ese rubro Rosa, de origen judío y de nacionalidad polaca, se opuso a la independencia de Polonia (proponiendo que los proletarios polacos enfrentaran a

la burguesía polaca uniéndose junto con los revolucionarios rusos en una gran federación).

Esa posición errónea en parte se explica por los residuos epistemológicos que Rosa seguramente había heredado de Engels y su teoría —de factura hegeliana— sobre los llamados por él “pueblos sin historia”, pequeñas “nacioncillas” que no tenían derecho a existir. Pero tampoco habría que subestimar la posición política de Rosa dentro de Polonia, como militante del Partido Socialdemócrata Polaco (SDKP) y enemiga a muerte del socialpatriotismo —encarnado en el Partido Socialista Polaco (PPS)— que terminó en 1914 entregando los partidos socialistas europeos en brazos del militarismo imperialista burgués.

Lenin, a su turno enemigo de la política de gran potencia del zarismo ruso, levantó como consignas la unidad y la independencia de Polonia —en concordancia con la posición de Marx y la primera Internacional al respecto— y el derecho a la autodeterminación de las naciones.

La historia del siglo XX, con sus opresiones que todavía hoy no concluyen —sino allí están los recientes bombardeos norteamericanos sobre Iraq para recordárnoslo— a pesar de la pomposamente llamada “globalización”, le dio en este punto preciso, creemos, la razón a Lenin. Pues a pesar de que hoy existe una tendencia objetiva a la regionalización y a construir bloques económicos y políticos que superan las barreras estrechas del estado-nación (un impulso acorde con el movimiento transnacional del capital) sin embargo, no han desaparecido los conflictos nacionales.

Dentro de estos últimos ha cobrado cada vez mayor fuerza la dimensión cultural como un componente central de la nación —una veta en la que Rosa fue realmente precursora junto con el austromarxismo—. Y si esto no fuera así, ¿cómo explicarnos la apabullante exportación planetaria de valores nacionales norteamericanos, vía el Mc Donald, la Coca Cola, y toda la industria cultural de la imagen —cine y video—, garantía imprescindible de su hegemonía mundial?

Cuando la globalización del capital subsume formal y realmente al mundo, decaen las soberanías de los estados-naciones más débiles, las de los países del Tercer Mundo. En ese nuevo contexto la problemática del imperialismo —y su necesario correlato: la opresión nacional— se ha modificado pero no ha desaparecido. No es cierto que el mundo viva en una interdependencia absoluta, donde todos los polos de las relaciones de poder son intercambiables. Sigue habiendo, lamentablemente, opresores y oprimidos. Si bien es cierto que la hegemonía mundial del capital asume una tendencia hacia la desterritorialización, ello no implica que hayan desaparecido las naciones.

Tanto en el terreno político (con el resurgimiento ultrarreaccionario del neonazismo alemán, el Frente Nacional en Francia, los separatistas italianos y otros movimientos por el estilo), como en el filosófico (el discurso de “la diferencia” en un mundo donde el valor mercantil tiñe en su homologación dineraria todos los colores culturales del color único del capital) el problema de la nación —y su potencial opresión— sigue vigente. En ese contexto mundializado, las naciones oprimidas tienen cada vez menos poder. Ya no solo son oprimidas económica o comercialmente. Hasta ven amenazadas sus valores y tradiciones culturales. De modo que, tomando en cuenta las variaciones históricas, hoy no nos podemos dar el lujo de soslayar la implicación contemporánea que este debate de principios de siglo tiene para los partidarios socialistas del florecimiento mundial de las culturas y las naciones.
Otro de los ejes donde Rosa incursionó con notable éxito —de un modo mucho más equilibrado y justo que en el

problema nacional— fue en la relación entre socialismo y religión.

Sabido es que en la “ortodoxia” plejanovista-kaustkiana de la II Internacional —de la cual fue una clara continuación filosófica el DIAMAT de la época stalinista— el marxismo era concebido como una ciencia “positiva” análoga a las naturales, cuyo modelo paradigmático era la biología. Ciencia que Plejanov veía como arquetipo al bautizar a la filosofía de Marx como “monismo” siguiendo a Haeckel y que Kautsky intentaba imitar, sintetizando a Darwin con Marx, en un más que dudoso matrimonio de materialismo histórico y evolucionismo.

Desde esos parámetros ideológicos no resulta casual que se intentara trazar una línea ininterrumpida de continuidad entre los pensadores burgueses ilustrados del siglo XVIII y los fundadores de la filosofía de la praxis. En ese particular contexto filosófico-político, la religión era concebida —en una lectura apresurada del joven Marx (1843) —simplemente como el “opio del pueblo”.

Aún educada inicialmente en esa supuesta “ortodoxia” filosófica —desde la cual batallará contra el reformismo de Bernstein y con la cual romperá amarras alrededor de 1915— Rosa Luxemburgo se opuso a una lectura tan simplificada del materialismo histórico en torno al problema de la religión.

Ante el estallido en 1905 de la primera revolución rusa, Rosa como parte de los socialistas polacos de la parte de Polonia que en ese tiempo era rusa, escribió un corto folleto sobre El socialismo y las iglesias. En él cuestiona crispadamente el carácter reaccionario de la iglesia oficial que intentaba separar a los obreros polacos del socialismo marxista, manteniéndolos en la mansedumbre y la explotación. Hasta allí su escrito no se diferenciaba en absoluto de cualquier otro de la época de la II Internacional.

Pero al mismo tiempo —y aquí reside lo más notable de su empeño— intenta releer la historia del cristianismo desde una óptica marcadamente historicista que descentra completamente la óptica de la ilustración “materialista” dieciochesca. Así afirma que “los cristianos de los primeros siglos eran comunistas fervientes”. En esa línea de pensamiento reproducía largos fragmentos que resumían el mensaje emancipador de diversos apóstoles como San Basilio, San Juan Crisóstomo y Gregorio Magno.

De ese modo Rosa retomaba el sugerente impulso del último Engels, quien en el prólogo de 1895 a Las luchas de clases en Francia no había tenido miedo de homologar el afán cristiano de igualación humana con el ideal comunista del proletariado revolucionario. Una lectura cuya tremenda actualidad no puede dejar de asombrarnos cuando grandes sectores populares religiosos rompen amarras con el carácter jerárquico y autoritario de las iglesias institucionales para asumir una práctica de vida íntimamente consustanciada con el comunismo de aquellos primeros cristianos.

Llegado este punto del análisis deberíamos preguntarnos, ¿qué presupuestos filosóficos permitieron a Rosa incursionar con tanta fortuna en temáticas tan diversas? La respuesta resulta aquí inequívoca. La lectura filosófica de Rosa remite hoy al problema del método.

Ninguna categoría ha sido más repudiada, castigada y desechada en las últimas décadas que la de “totalidad”. Las vertientes más reaccionarias del posmodernismo —que no solo cuestionan a la modernidad, lo cual no deja de ser una tarea impostergable, sino que también rechazan todo proyecto de transformación y emancipación social— y del pragmatismo han asimilado toda visión totalizadora con la metafísica. A esta última a su vez la igualaron con el pensamiento “fuerte” y de allí (sin mediaciones) han sostenido que en ese tipo de racionalidad se encuentra implícita la apología de la violencia irracional y el autoritarismo.

De este modo han intentado desechar, junto con los grandes relatos de la historia todo proyecto de emancipación y junto con la categoría de “superación” (aufhebung) cualquier visión totalizadora del mundo.


Ahora bien, esa categoría tan vilipendiada —la de totalidad— es central en el pensamiento de Rosa y de su crítica de la economía capitalista. Ella consideraba que el modo de producción capitalista nunca se puede comprender si fragmenta cualquiera de sus momentos internos (la producción, la distribución, el cambio o el consumo). El capitalismo los engloba a todos en una totalidad articulada según un orden lógico que a su vez tiene una dinámica esencialmente histórica. De allí que cuando intente explicar en las escuelas del partido el nada fácil problema de “¿Qué es la economía?” dedique buena parte de su exposición a desarrollar no solo las definiciones de la economía contemporánea sino particularmente la historia de la disciplina.

Esa decisión no era caprichosa ni arbitraria. Estaba motivada por la misma perspectiva metodológica que llevó a Marx a conjugar lo que él denominaba el “modo de exposición” y el “modo de investigación”, dos órdenes del discurso científico crítico que remitían al método lógico y al método histórico. Para el marxismo revolucionario que intenta descifrar críticamente las raíces fetichistas de la economía burguesa no hay simple enumeración de hechos —tal como aparecen a la conciencia inmediata en el mercado, según nos muestran las revistas y periódicos actuales de economía— sin lógica. Pero a su vez no hay lógica sin historia, pues una lógica sin historia —por ejemplo la canonización materialista del DIAMAT válida para todo tiempo y espacio— deriva indefectiblemente en la metafísica.

Pues bien, la categoría que permite articular en el marxismo a la lógica y a la historia es la de totalidad, nexo central de la perspectiva metodológica que Rosa encontró en Marx, como bien señaló Lukacs en Historia y conciencia de clase. No importa si sus correcciones a los esquemas de reproducción del capital que figuran en el tomo II de El Capital son correctas o no. Lo importante es el método empleado en ese análisis. Pudo quizás equivocarse en sus conclusiones pero no se equivocó en el método. Eso es para nosotros lo importante.


La categoría de totalidad no gira en el vacío ni flota en el aire. La sociedad humana concebida como totalidad es el resultado de una praxis histórica. En esta última, en la categoría de praxis reposa la segunda y no menos importante categoría de su marxismo revolucionario. No hay posibilidad de ciencia, al menos en el marxismo, sin praxis. Las totalidades sociales no se suceden en la historia de manera automática. Son los seres humanos y su praxis colectiva (su “actividad crítico práctica” como la llamaba Marx en sus Tesis sobre Feuerbach) las que logran derribar sistemas y crear otros nuevos.

Toda la reflexión de Rosa gira metodológicamente en torno a este horizonte categorial. Retomar hoy ese ángulo nos parece de vital importancia, sobre todo si tomamos en cuenta que en las dos últimas décadas se ha intentado fracturar toda perspectiva de lucha global contra el capitalismo en aras de los “micropoderes”, los “microenfrentamientos capilares”, etc., etc. Sin cuestionar la totalidad del sistema capitalista, toda crítica al sistema se vuelve impotente.

Es cierto que ya no podemos seguir hundiéndonos en sistemas metafísicos que únicamente toman en cuentan el carácter de clase (por más que se disfracen con el ropaje “materialista dialéctico”) sin cuestionar al mismo tiempo la dominación sexista, generacional, el autoritarismo pedagógico, la destrucción de la ecología, el racismo, etc., etc. Los reclamos de los nuevos movimientos sociales tienen una racionalidad que no se puede negar. Pero si no logramos articular sus reclamos puntuales y fragmentarios en una totalidad que los integre —sin disolverlos— hay capitalismo para rato. El abandono de la categoría de “totalidad” expresa entonces —como señaló hace poco Jameson— la impotencia de los nuevos movimientos sociales al no poder construir una alianza entre todos sus reclamos puntuales. Superar esa impotencia (legitimada filosóficamente por las filosofías de la “diferencia” y la ya cansadora polémica contra la herencia de Hegel) implica reactualizar la herencia metodológica que Rosa Luxemburgo supo desarrollar en su crítica de la economía política y en su crítica radical de la “civilización” capitalista.

Esta última resume seguramente lo más explosivo de su herencia y lo más sugerente de su mensaje para el socialismo que viene, el del siglo XXI.

Cuando Rosa termina de cortar sus vínculos con la tradición determinista “ortodoxa” de la II Internacional —aquella misma que la llevó, según el Gramsci de los Cuadernos de la cárcel, a concebir la crisis del capitalismo y la huelga general como “la artillería pesada de la guerra de maniobra”— formula una consigna que hoy tiene absoluta actualidad: “Socialismo o barbarie”.

Inserta en su folleto de Junius (1915), esa consigna resulta superadora del determinismo fatalista y economicista asentado en el desarrollo imparablemente ascendente de las fuerzas productivas. Según esta última concepción, durante décadas considerada la versión “ortodoxa” del marxismo, la sociedad humana marcharía de manera necesaria, ineluctable e indefectible hacia el socialismo. La subjetividad histórica y la lucha de clases a lo sumo lo que podrían hacer es acelerar o retrasar ese ascenso de progreso lineal.

Pero Rosa rompe con ese dogma dieciochesco y plantea que la historia humana tiene un final abierto, no predeterminado por el progreso de las fuerzas productivas (ese viejo grito moderno del más antiguo “¡Dios lo quiere!”, tal como irónicamente afirmaba Gramsci). Por lo tanto, el futuro solo puede ser resuelto por el resultado de la lucha de clases. Podemos ir hacia una sociedad desalienada y una convivencia más humana, el socialismo, o podemos ir hacia la barbarie.

Y cuando hoy hablamos de “barbarie” —concepto tomado por Rosa no del Manifiesto comunista en el cual era erróneamente utilizado para caracterizar a los pueblos de la periferia colonial, sino del último Engels— estamos pensando en la barbarie moderna, es decir, la civilización globalizada del capitalismo. Nunca hubo más barbarie que durante el capitalismo moderno del siglo XX. Como ejemplos contundentes pueden recordarse el nazismo alemán con sus fábricas industriales de muerte en serie; o el apartheid sudafricano —régimen político insertado de lleno en la modernidad blanca, europea y occidental— o, más cerca nuestro, los regímenes argentinos y chilenos de la década del 70 quienes realizaron un genocidio burocrática y racionalmente planificado aplicando torturas científicas.

A 80 años de su muerte y a escasos márgenes del siglo XXI, la roja herencia de Rosa sigue siendo un incentivo para no bajar los brazos y no permitir que continúe la barbarie.

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