
En una sociedad basada en la propiedad privada de las fuerzas productivas nunca pueden existir elementos “neutros”, y menos los relacionados con la conciencia productiva, es decir, con la capacidad de creación de valores de uso. Por conciencia productiva debemos entender el conjunto de conocimientos que se transmiten a la vez que se amplían de generación en generación garantizando a todo colectivo humano que mantenga o que aumente sus fuerzas productivas, sus capacidades de producción de valores de uso. Se trata, antes que nada, de una fuerza consciente, lúcida y previsora en cuanto a los objetivos concretos que desea producir, sean materiales o espirituales. Al ser una conciencia autoconsciente de lo que quiere, en ella y en su transmisión generacional es decisivo el papel del complejo lingüístico-cultural en su desarrollo, que no sólo en su mantenimiento. Todos los elementos citados entre paréntesis en la pregunta actúan dentro de la conciencia productiva de un pueblo, de una sociedad, formación económico-social y de un modo de producción determinado.
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