G. Nagore (dEIA) ¿Hacia dónde va la profesión?
Me siento triste por la evolución. La transformación del periodismo a la simplicidad, a la comodidad, a la rutina, a la falta de rigor, y que me perdonen los periodistas de ahora porque estoy seguro de que si yo estuviera en un periódico, probablemente haría lo que hacen los demás.
¿Es necesaria una rebelión que parta de los propios periodistas?
Haría falta, ciertamente. Pero se ha producido una estandarización de todo, del sistema de producción. Es una especie de pum, pum, pum, como una caravana de tanquetas. Ante esto, el periodista se ve indefenso y se plantea qué puede hacer él ante esto. Yo sí que creo que hay que hacer algo, porque hemos llegado al punto de ver la comunicación como algo previsible, te lo sabes de antemano. Por eso sí que creo que hay que hacer algo.
Haría falta, ciertamente. Pero se ha producido una estandarización de todo, del sistema de producción. Es una especie de pum, pum, pum, como una caravana de tanquetas. Ante esto, el periodista se ve indefenso y se plantea qué puede hacer él ante esto. Yo sí que creo que hay que hacer algo, porque hemos llegado al punto de ver la comunicación como algo previsible, te lo sabes de antemano. Por eso sí que creo que hay que hacer algo.
Lo que ocurre es que parece difícil que alguien se rebele contra nada con un contrato de 900 euros.
Por eso mismo. Estando en esa situación, ¿qué vas a hacer? Lo que me sorprende es cómo se ha llegado tan rápido a este escenario. La rapidez con la que el periodismo está perdiendo osadía, atrevimiento… etc. Lo único que queda son algunas columnas de opinión con alguna frase más alta que otra. Pero me refiero al mundo informativo, la manera de informar. Tan igual, tan al servicio de los que te dan de comer bien sea informativamente, bien sea económicamente con la publicidad.
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