Una veintena de militantes de FSU, CGT, Solidaires, CNT, NPA y Oldartu han denunciado la «agravación de la represión política por parte de los estados español y francés, más aún cuando la izquierda abertzale se expresa a favor de una resolución democrática y política al conflicto del País Vasco».Me veo obligada a escribiros una carta abierta. Me dirijo a todas y a todos hoy para expresaros toda mi indignación, mi inquietud, mi temor pero también toda mi determinación y mi voluntad de luchar. Es hora de defender nuestros derechos civiles y políticos con fuerza, este precedente (la extradición) no permite presagiar nada bueno.
A menudo la Historia del País Vasco nos ha enseñado que lo inaceptable era posible: las extradiciones las numerosas ordenes de arresto europeas expedidas contra multitud de militantes políticos (Segi, Askatasuna, Udalbiltza…), la existencia de legislaciones y tribunales de excepción en Paris y Madrid, la práctica de la tortura en las comisarias y casas cuartel españoles, los partidos políticos prohibidos, diarios cerrados y periodistas torturados y encarcelados, las detenciones masivas, la desaparición y muerte de Jon Anza,...
No me he llevado sorpresa alguna por el veredicto de la Corte de Casación. Conocíamos después de mucho tiempo, que en los asuntos vascos los jueces españoles y francesas optan por las decisiones políticas. Después de mi encarcelamiento en Seysse la suerte estaba echada y más si lo estiman necesario. Una ilegalización hipócrita dirigida por la mano de España.
Este nuevo salto represivo tiene lugar en el momento en el que la izquierda abertzale multiplica sus esfuerzos en favor de un proceso democrático para la resolución de este conflicto.
A pesar de esta represión, de las provocaciones, Batasuna reafirma su compromiso en favor del proceso democrático. En este sentido, ponemos todo nuestro esfuerzo para que pueda llegar a buen término.
Continúa en el Páís Vasco, entre vosotras y vosotros, gracias a vosotros amigos y a quienes me apoyáis y me habéis acogido abriéndome vuestras puertas, hay un valor que no desaparecerá jamás, es el de la solidaridad.
Para finalizar esta carta os pido que penséis en las militantes y los militantes encarcelados o refugiados, y en sus familias, pasarán las fiestas de fin de año lejos de los suyos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario