"Que nos percatemos colectivamente de que todos somos indígenas y
migrantes y que todos venimos del centro de África. Que saboteemos el
patriarcado y sus maldiciones cotidianas. Que la resistencia de los
mancillados comience a imaginar la ofensiva de los libertadores."
Andrés Figueroa Cornejo
Pintxogorria
Que
a 7 años del comienzo de la crisis civilizatoria del capitalismo, aún
no se ha producido ningún levantamiento popular y revolucionario
triunfante en el planeta.

Amar al prójimo como a uno mismo,
integrar afectiva y efectivamente a los niños y a los viejos ajenos como
si fueran propios. Conducirse solidariamente y mandar a la mierda la
tolerancia rancia, máscara de la indiferencia. Pensar, estudiar y actuar
con épica de titanes del pueblo y lavar los platos, hacer la fila,
limpiarle el culo al crío, escuchar con atención a los jardineros y
carteros, exponerse permanentemente como si fuera la hora final. Apuntar
al enemigo principal de la humanidad y no a quien más se ama. No
confundir al colega con el capataz, ni al capataz con el dueño, ni al
dueño con el verdadero dueño. Hablar sin rodeos, pero con todo respeto;
desarmarse de la amenaza, el reproche y la extorsión.
Armarse de convicción de poder, de la acumulación de saberes y luchas
históricas de todos los pueblos. Compartir la memoria, politizar la
memoria, recrearla como movimiento nuevo y superador. Aprender de
nuestros mayores, pero con sinceridad fraterna, obligarlos a que
renuncien a sus cargos vitalicios. Las mismas direcciones políticas que
no pudieron conducir en Argentina la pueblada de principios de milenio y
que, incomprensiblemente, siguen en las mismas direcciones políticas,
reproduciendo la misma vaina, que se subordinen a las nuevas autoridades
del territorio social oprimido y que entiendan de una vez que las
revoluciones no tienen su edad biológica y que la monarquía y el
nepotismo sólo atrasan las experiencias liberadoras. La misma cosa para
Chile, Palestina, China, España y Grecia, entre otros.
Que no se olvide nadie nunca que combatimos en todos los campos,
empleando todas las formas de lucha de acuerdo a las relaciones de
fuerza y contexto, y que no se trata de que ‘la tortilla se vuelva’,
sino del triunfo de la humanidad contra el modo de producción
capitalista, la sociedad de clases y el trabajo asalariado. La mayoría
de la minoría burguesa también está alienada. Por eso hay que liberarla
de sus cadenas a través del ejercicio necesario de la igualdad. Por
fuerza y –donde sea posible- por consenso.
Que el 2014 no perdamos tantos amados y amadas. Que lleguen los
marcianos comunistas y libertarios para explicar, pero no para invadir.
Que la juventud rebelde no se desangre en medio de la desesperación y el
impulso mal calculado. Que nos percatemos colectivamente de que todos
somos indígenas y migrantes y que todos venimos del centro de África.
Que saboteemos el patriarcado y sus maldiciones cotidianas. Que la
resistencia de los mancillados comience a imaginar la ofensiva de los
libertadores. Que la explotación infantil y el saqueo y destrucción de
la naturaleza sean mal mirados por el sentido común. Que toda
resistencia, aunque amemos la paz, no se piense ni se organice sin
blindaje ni retaguardia estratégica. Que de las disputas
interimperialistas pasemos a las disputas entre oprimidos y opresores.
Que los zapatistas y los saharauis tumben posiciones enemigas.
Que mi nombre se con-funda más con el nombre de los humillados y el
egoísmo se vuelva una mala palabra y una peor conducta. Y que la celda
endiablada de los prisioneros políticos se pudra, derrita o desplome.
Y que me disculpen a los que lastime por error y negligencia,
petulancia o soberbia. Como tampoco quiero que el 2014 ni nunca me
disculpe el enemigo de la humanidad.
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