"Los que utilizan Chechenia como premisa favorita para situar a Rusia y a EEUU en el mismo nivel, que nos expliquen entonces, por qué el Ministerio de Exteriores ruso criticó duramente unas declaraciones de Bush que comparaban el comunismo soviético con el nazismo alemán, insultando la memoria de millones de soviéticos y comunistas de otras nacionalidades que murieron luchando contra el fascismo, hoy presente en las plutocracias occidentales. La Rusia actual será capitalista, pero afirmar que es tan imperialista como EEUU es una estupidez. Su desaparición perjudicaría los procesos emancipadores de América Latina y Oriente Medio"
Parece obvio que el ataque fue ordenado por Washington para “probar” a Rusia, pues el diario de Georgia "Rezonans" se ha preguntado "hasta qué punto las autoridades georgianas habían coordinado sus acciones con sus socios extranjeros". Si Rusia se hubiera mantenido al margen, como en el conflicto de la ex Yugoslavia, el cerco que EEUU lleva tejiendo a su alrededor se habría estrechado más. Por fin se han puesto límites al entramado que ha ido forjando Washington desde que desapareció la Unión Soviética, y que han quedado marcados por Bielorrusia, la Ucrania oriental pro-rusa, (Ucrania podría partirse en dos), más Osetia y Abjacia en el Cáucaso. Va a ser complicado rebasarlos. Se acabaron las “revoluciones” de colores.
Los países europeos colonizados por EEUU han mostrado su desencanto. Estonia, Letonia y Lituania condenaron la intervención rusa, el presidente de Polonia, Lech Kaczynski, afirmó que lo sucedido es un “argumento fuerte” a favor de la instalación del escudo antimisiles en Polonia (el polaco es tan torpe que ha dejado en evidencia la excusa yanqui de que era para defenderse de Irán); por su parte Ucrania –mirando de reojo a sus provincias orientales rusófilas- declaró que prohibiría el empleo del puerto de Sebastopol a los buques rusos de la Flota del Mar negro que participen en el bloqueo de Georgia, pero no mencionó los tratados de amistad y cooperación con Rusia, porque Moscú es uno de sus más importantes socios comerciales.
El presidente George Bush ha exigido la retirada de las tropas y el restablecimiento del estatus anterior al ataque georgiano. ¿Diría lo mismo si Rusia hubiera permanecido pasiva? El embajador estadounidense en el Consejo de Seguridad acusó a Moscú de ”aplicar el terror”, y el representante ruso consideró la acusación como inaceptable por venir de un país del que ”todo el mundo conoce su comportamiento con la población civil en Serbia, Iraq y Afganistán” (sic), una declaración impensable hasta hace poco. A EEUU se le presenta un dilema: o responder golpeando en América Latina a unos adversarios mucho más fuertes que hace años, gracias a la resistencia antiimperialista de los pueblos de Oriente Medio, o reactivar la guerra de Chechenia para debilitar a Rusia, lo cual sería peligroso porque los rebeldes chechenos que aún se muestren activos, están próximos a Al Qaeda y la ayuda podría desviarse a Afganistán e Iraq, pues los yihadistas consideran hoy día, a EEUU su enemigo número uno.
Quien contemple este conflicto, como una pelea entre dos potencias imperialistas clásicas, se equivoca. EEUU y Rusia tienen intereses en la zona, pero el máximo interés de Rusia es mantener su soberanía para no desaparecer fragmentada en pequeños Estados que serían colonizados por Washington. Moscú lucha por su supervivencia, y eso es un derecho legítimo. A los progresistas de salón, hay que decirles que si Rusia es imperialista, lo es en menor medida que los occidentales, debido a su pasado ¿Impone Rusia condiciones draconianas a los países del Tercer Mundo para invertir? ¿Amenaza militarmente a medio mundo como hace EEUU? Es cierto que la represión rusa en Chechenia (argumento elegido por los puristas) fue terrible, pero EEUU tuvo mucho que ver, pues el checheno Shamil Basayev fue entrenado por la CIA y al regresar a Chechenia, la resistencia se ilegitimó así misma porque comenzó a asesinar civiles, eliminó a otros grupos guerrilleros, y efectuó acciones como la toma de una escuela (no un cuartel) repleta de niños, con un resultado trágico.
Los que utilizan Chechenia como premisa favorita para situar a Rusia y a EEUU en el mismo nivel, que nos expliquen entonces, por qué el Ministerio de Exteriores ruso criticó duramente unas declaraciones de Bush que comparaban el comunismo soviético con el nazismo alemán, insultando la memoria de millones de soviéticos y comunistas de otras nacionalidades que murieron luchando contra el fascismo, hoy presente en las plutocracias occidentales. La Rusia actual será capitalista, pero afirmar que es tan imperialista como EEUU es una estupidez. Su desaparición perjudicaría los procesos emancipadores de América Latina y Oriente Medio. Irán no es precisamente socialista pero su confrontación con EEUU también beneficia a países como Venezuela o Cuba ¿qué importancia tiene- en estos momentos- que en tal o cual lugar, adoren a Alá sean animistas o ateos? El enemigo es el Gobierno de EEUU, ¡ojo! no el pueblo norteamericano.
En ese sentido, las contradicciones que pueden resultar peligrosas para el futuro de la Humanidad, hay que buscarlas donde están: en el seno del mundo occidental, un mundo que es capitalista desde hace muchísimo tiempo y que, por tanto, tiene gran experiencia en pasar de los buenos modales diplomáticos a las puñaladas por la espalda (dos guerras mundiales por ejemplo) ¿A quién le sorprende a estas alturas, que al estallar esta guerra en el Cáucaso, Alemania en lugar de condenar a nadie, haya manifestado por boca de su ministro de Relaciones Exteriores, que no estaba claro quien era el responsable de la misma? Más claro, y disculpen la redundancia, agua.
La estrategia de desestabilización permanente emprendida por EEUU-, iniciada tras el fracasado intento de imponer su línea económica- ha violado los principios de integridad y soberanía de las naciones y puede tocar fondo a partir de ahora. No parece probable que Washington tome la decisión de desencadenar un ataque nuclear contra un país, o países, que puedan responderle con las mismas armas. Sus dirigentes deben aceptar el nuevo rol que les depara el futuro: No habrá superpotencias y se instalará una era donde existirá un equilibrio inestable, hasta que el socialismo se los lleve a todos por delante. EEUU es hoy, más que nunca, un tigre de papel- como su moneda- al que de poco le sirven sus colmillos de acero, a menos que se lance a una acción suicida. Con razón el títere georgiano Mijail Saakashvili, reconoce que lo que está en juego ahora mismo, es el futuro de un nuevo orden mundial.
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