"El que haya libertarios
que se encuentran fuera de lugar en lo que a las naciones se refiere
(sobre todo por confundirlas con el Estado), no quita para que los
pueblos, las comunidades y las naciones existan e impulsen sus propias
transformaciones e incluso sus revoluciones. De ahí que muchos
libertarios (cada vez más) hayan entendido que su lugar también se
encuentra en el interior de dichas luchas"
alasbarricadas.org
Jakue Pascual es un activista y
sociólogo vasco que participó en el movimiento juvenil de los años 80,
co-escribiendo AnarkHerria, un polémico texto de 1986 [y reeditado en 2011
por Txalaparta] en el que se abordaban de un punto de vista inédito
[por lo menos para muchos] temas como la cuestión nacional y el
anarquismo.
Colaborador de Gara hasta 2011 [esos entre otros artículos se pueden encontrar en la página anarkherria.com]. En su tesis doctoral
[inédita hasta el momento] «El movimiento de resistencia juvenil en los
80 en Euskal Herria», presentada en 2010, desarrolla y profundiza en lo
ya avanzado en «Telúrica Vasca de Liberación» [Likiniano Editorial,
1996].
Le entrevistamos con motivo de «Rulando por Barcelona.
Radikales Libres», un documental realizado junto a Alberto Peñalba en
el que conversan con algunos libertarios catalanes sobre la consulta que
se realizó en Catalunya el pasado 9 de Noviembre. Aprovechamos además
para hablar de la situación política en Euskal Herria y del papel jugado
por los libertarios.
La primera afirmación que plantea la pregunta es radicalmente cierta.
La interlocución destaca nítidamente en el documental el cariz
desobediente que adopta la participación popular en la consulta del 9N
sobre la independencia de Catalunya. Una aseveración que tiene que ser
contrastada con la forma de movimiento que adopta el independentismo
catalán durante este proceso, ya que es impulsado conjuntamente tanto
por sectores tradicionales del agro y de la pequeña burguesía urbana,
como por amplísimos sectores de la estratificada clase trabajadora y
cuenta además con un nutrido apoyo por parte de los grupos alternativos
“periféricos”, que aportan un sentido proyectivo y cualitativo al
conjunto del movimiento independentista. Una confluencia social que se
focaliza en torno a una consulta independentista y que adopta un cariz
popular que se adapta perfectamente a la definición tópica que de un
movimiento social establece Claus Offe. Sectores sociales diversos que
confluyen en torno a la independencia de Catalunya y que cuentan además
con el denominador común de haber sido todos ellos duramente castigados
por la crisis financiera. De manera que el elemento crisis incremente la
desafección con el centro estatal de gestión de los asuntos comunes y
actúa como combustible en pro de una salida independentista para
Catalunya, entendiendo así que una nación tiene derecho a
autodeterminarse de aquello que la perjudica directamente.
En cuanto a la segunda constatación, se trata de un prejuicio que
confunde nación con estado y libertarismo con abstracción
revolucionaria. Me explico, un libertario hace la revolución allá donde
está. Flores Magón se insurrecciona junto al pueblo yaqui, Bakunin en
Polonia y Alemania y allá por donde pasa, Kropotkin alienta a los
irlandeses, Likiniano se convierte en resistente contra los nazis en
Francia y en Iparralde aporta su conocimiento a los separatistas, y
jóvenes libertarios combaten en el Kurdistán por el confederalismo
democrático y contra la barbarie en estado puro. El que haya libertarios
que se encuentran fuera de lugar en lo que a las naciones se refiere
(sobre todo por confundirlas con el Estado), no quita para que los
pueblos, las comunidades y las naciones existan e impulsen sus propias
transformaciones e incluso sus revoluciones. De ahí que muchos
libertarios (cada vez más) hayan entendido que su lugar también se
encuentra en el interior de dichas luchas
2.- El movimiento libertario en
Catalunya ha crecido significativamente los últimos años, pero lo que ha
sido espectacular ha sido el crecimiento del independentismo de
izquierdas que en principio era todavía más minoritario. ¿Cuáles creen
que han sido y son los puntos fuertes de este movimiento?
Yo no establecería una separación radical entre ambos espacios y me
remito a expresiones políticas como las CUP o a expresiones alternativas
y sociales como las de la Cooperativa Integral. La clave del éxito y
del avance de ambas posiciones no se halla en las ideologías, libertaria
o independentista de izquierdas, ni al predominio de una sobre otra,
sino en el trabajo conjunto que ha impuesto la dinámica popular abierta
por distintos movimientos sociales y ciudadanos. Es cierto que una de
las expresiones es la del crecimiento del independentismo de izquierdas,
pero es un incremento que –por decirlo de alguna forma- se ha
libertarizado al haberse ido conformando y expandido de manera cada vez
más horizontal y alternativa.
3.-
Cambiando de escenario y yendo a Euskal Herria, en 1986 los/as
autores/as de AnarkHerria abogábais por romper las diferencias
simbólicas con la Izquierda Abertzale [IA a partir de ahora] y
afirmábais que punks y anarquistas eran producto de la tradición
antiautoritaria de la cultura vasca. En un interesante artículo de
Borroka Garaia Da, se defiende que la IA tiene influencias libertarias.
Sin embargo, desde el resto del estado español, nos da la impresión de
que los/as libertarios/as vascos/as no han encontrado acomodo en la IA
ni se han desarrollado organizativamente, parece estar todo un poco como
describíais en el 86, confluyendo en espacios y en luchas, pero sin un
discurso propio reconocible, quizá más acusadamente todavía que en el
resto del estado español.
Voy a intentar abordar sintéticamente las distintas preguntas que
formuláis en este punto, aun cuando cada una de ellas es tremendamente
extensa y compleja.
En 1986 Anarkherria aporta el elemento de lo antiautoritario y dota a
lo vasco de una base radical para su propia interpretación, entendiendo
dicho espacio de relaciones sociales y culturales como reprimido en
todo nivel. No abogábamos por romper las diferencias simbólicas entre el
Movimiento de Liberación Nacional Vasco y el expansivo e imponente
–aunque tremendamente heterogéneo- de lo que vino a denominarse como
movimiento de la autonomía juvenil y alternativa vasca; lo que
pretendíamos era una alianza táctica que fructificara en un frente
popular vasco. Y, en cierta forma, dicha entente funcionó entre 1985 y
1987 (entre Martxa eta Borroka y el 50 Aniversario del Bombardeo de
Gernika), en los previos a las Conversaciones de Argel. No existía
ningún acuerdo programático, pero en términos muy generales -y con muy
diversas velocidades e intereses finales muy variados- se iba
momentáneamente en una misma dirección. Sería muy complejo analizar este
periodo, pero sirvan como botón de muestra los siguientes datos de
1987: Haciéndose eco del llamamiento efectuado por la Comisión Popular
de actos del 50 Aniversario del Bombardeo, en abril se concentra en
Gernika gran parte del espectro izquierdista, autónomo-alternativo y de
la izquierda independentista. Unas jornadas que terminan con importantes
enfrentamientos al intervenir la Ertzaintza en el momento en que se
celebra el último de sus masivos conciertos. Seguidamente se producen el
trágico ataque espontaneísta contra la Casa del Pueblo de Portugalete y
en junio el atentado de Hipercor, mientras que en este año comienzan
los contactos entre el gobierno español y la organización armada vasca
que culminarán en las conversaciones de Argel de 1989. Un contexto en el
que el MLNV cierra filas en pro del impulso de un acuerdo político,
mientras que los militantes de la IA abandonan los espacios alternativos
compartidos, en especial radios libres y gaztetxes, dejando a los
mismos expuestos a la acción combinada de los medios represivos
autonómicos y estatales, los mismos que tras las Conversaciones de Argel
concentrarán en el Pacto de Ajuriaenea la acción conjunta contra la IA.
En cuanto a las influencias libertarias de la IA son evidentes. En el artículo “Aizkora eta sugea”
(Gara 2011-10-27) expongo algunas de ellas, las más simbólicas;
mientras que en la Tesis, “Movimiento de Resistencia Juvenil de los años
80 en EH” abordo las conexiones más políticas. Además el movimiento
popular independentista participa en muchos casos de criterios
autoorganizativos directos como el de la ayuda mutua o auzolan o el de
la asamblea o batzarre. El problema viene cuando una dirección política
de la IA, como la de la actual coyuntura, deja sin efecto a toda una
amalgama de personas que desde el independentismo de izquierdas hasta la
autonomía libertaria interactúan en los círculos concéntricos que
definen un espacio múltiple de expresiones alternativas.
Y tres, en cuanto a la afirmación que realizáis sobre que los
libertarios vascos no han encontrado acomodo en la IA y no han
desarrollado una forma organizativa propia, nada que objetar, es así. El
libertarismo, en su sentido más amplio, sigue existiendo en EH y está
presente en luchas sociales muy variadas, pero se halla muy lejos de
participar en una forma organizativa común; lo cual no quiere decir que,
para nada, haya que desdeñar el papel que jugó el libertarismo
histórico de la CNT en EH durante los periodos de guerra y resistencia
antifascista o que no se hayan dado intentos interesantes de
convergencia asamblearia como los propiciados por Askatasuna a finales
de los 70 o por Zirikatu en la segunda mitad de los 80, tras los que
llegarán en los 90 la coordinadora de pequeños grupos denominada
Anarkherria, auspiciada por la esfera juvenil próxima a la CNT y el más
reciente proyecto de Euskal Herrietako Libertarioak. A la par que
debemos constatar que con la crisis se ha producido una cierta
revitalización del sindicalismo libertario (CNT-CGT) y una expansión de
proyectos autogestionados de muy diverso signo.
4.- ¿Cómo crees que ha evolucionado la sociedad vasca desde que escribisteis Anarkherria hace casi 30 años?
La sociedad vasca no está en Marte, ni nos pasamos el día levantando
piedras y pastoreando ovejas, y a pesar de tener características propias
vive en el tiempo que el Capital y las luchas sociales imponen.
Anarkherria sale en el ocaso de la Modernidad, en el punto final de la
sociedad analógica. Pero la combinatoria que propone Anarkherria ya
anticipa una nueva forma de entender las categorías ideológicas de
manera más plástica y no tan rígida como en la Modernidad. Anarkherria
se redacta en una máquina de escribir e inmediatamente después pasa a
formato digital, picado en la primera computadora que tiene el
movimiento de resistencia juvenil vasco, la de la Agencia de
Contrainformación Tas-Tas de Gasteiz. Este es el punto en el que se
escribe Anarkherria, poco antes de las Conversaciones de Argel, de la
caída del muro de Berlín y del comienzo del Nuevo Orden Internacional y
la posmodernidad. Un tiempo de crisis económica, de desmantelamiento
industrial, de reconversión tecnológica, de desreglamentación laboral y
de impulso de la privatización y el terciario. En una década donde se
derrumba el estado del bienestar y se transita hacia el estado
asistencial de los 90, previo al estado de caridad actual. Anarkherria
es una modesta aportación y un texto contemporáneo a importantes
trabajos sobre la cuestión nacional y el anarquismo como el de
Costantino Cavalleri, “Sardegna: Anarchismo e lotta di liberazione
nazionale” (Edizioni “La Fiaccola”, Ragusa, 1983) o el de "Anarquisme i
Alliberament Nacional" del Col.lectiu Icaria (El Llamp, Barcelona,
1987); además de a otros impresionantes libros como el de “Comentarios
sobre la Sociedad del Espectáculo” de Debord (1988) o el de “Fin de
siglo” de Negri (1989), por poner un par de ejemplos; textos que aportan
material muy interesante para comprender la guerra mundial actual en
donde nos han metido esta panda de cuatreros neoliberales. Estas son
sólo algunas pinceladas que permiten entrever la continuidad y las
diferencias con el tiempo en que se redactó Anarkherria, una década
neoconservadora que mediante tratamiento de shock social nos llevó hacia
la profundización en el nuevo orden neoliberal y hacia la edad media
del espectáculo.
5.- Hace unos años nos llegaban noticias de interesantes iniciativas comunales basadas en los tradicionales auzolan y batzarre. ¿Cómo está la cosa?
Lo cierto es que, a pesar de todo, las iniciativas no paran de surgir
y madurar tanto en el medio rural como urbano. Habrá que esperar unos
pocos años para ver cómo evolucionan y se coordinan todas estas
iniciativas, que van desde cooperativas de consumo y economía solidaria,
hasta la revitalización de los batzarres populares en pequeñas
localidades, pasando por la ocupación de naves industriales en zonas
urbanas para que el impulso alternativo y asambleario cuente con
espacios autogestionados. Una cosa interesante es que en dichos
proyectos de corte horizontal y directo confluyen personas procedentes
de sensibilidades ideológicas diversas que aceptan esta forma de
funcionamiento. Una incógnita es cómo integrará en su discurso la IA
todas estas expresiones, a las cuales sus militantes prestan atención en
lo concreto, mientras que la cúpula actual sólo las consigna a pie de
página.
6.- Parte de la IA participa en
una coalición [Bildu] que obtuvo buenos resultados en la Comunidad
Autónoma Vasca en las elecciones de 2011, especialmente en Gipuzkoa,
obteniendo la presidencia de la Diputación y la alcaldía de Donostia,
pero esos resultados no se han repetido en 2015. ¿A qué atribuyes el
desgaste? Lo único que ha tenido repercusión mediática ha sido la
recogida selectiva de basuras y la capitalidad europea de la cultura de
Donosti, lo que no dejan de ser un hechos anecdóticos.
Son muchos los factores que influyen en el desgaste de la IA en
algunas zonas y su revitalización en otras y aún así tampoco esto
quedaría claro, ya que tras aparentes desgastes hay buenas iniciativas y
tras supuestos avances hay mucho desgaste. Me refiero a que cada caso
es cada caso y que la lectura de conjunto sobre la IA debe ser de
detalle.
Primero, no es lo mismo Bildu que EH Bildu. Bildu se conforma de
manera excepcional tras una larga década de ilegalizaciones de las
expresiones políticas y electorales de la IA y en cierta forma recoge
una multiplicidad de expresiones, muchas de las cuales van siendo
marginadas tras los consiguientes pasos de estructuración política y de
institucionalización que efectúa la IA. El ejemplo de la recogida de
basuras es arquetípico para entender una forma de funcionamiento
vertical de la IA que, apostando por una buena iniciativa, es incapaz de
socializarla en algunos lugares, que no en otros. La iniciativa parte
en un momento en que las distintas expresiones de la IA son ilegales,
salvo en unos pocos ayuntamientos en los que la Audiencia Nacional ha
admitido la presencia de ANV, antes de su ilegalización. Y aquí viene el
problema, cuando una cuestión social se enfoca como un logro político
para romper el bloqueo al que está sometido en ese momento el conjunto
de la IA y la dirección de la IA pone el rodillo sobre el tema
saltándose en muchos casos la confrontación del proyecto con los propios
vecinos. Un hecho que favorece el que el PNV alimente ficticios
movimientos populares en contra de dicha iniciativa cuando Bildu se haya
en el gobierno de Gipuzkoa. Pero el principal problema de la IA ha
estado en que ha sido incapaz de entender los cambios sociales que se
están produciendo y que afectan directamente a lo político partidista
como esfera separada del pueblo; así que mientras la gente se planteaba
la necesidad de democratizar las estructuras políticas, la IA se sacaba
de la manga Sortu, una estructura política vertical y burocrática basada
en la nomenclatura y que trabaja únicamente en dirección de la cúspide
que la ha implantado, dejando de lado a amplios sectores de los
movimientos de la propia IA y, por supuesto, a todo lo que se haya a su
izquierda. Eso, junto al sobrepeso y las contradicciones que aportan
grupos como EA, cuyas bases apenas se diferencian en lo ideológico de
los jeltzales (PNV), han hecho que la dirección política de la IA
bascule hacia la socialdemocracia y la institucionalización. Un
movimiento que ha contado con un punto principal en la revitalización de
un pacto nacional con el PNV, algo que desde el comienzo
interpretábamos como un craso error, ya que circunscribía el proceso
constituyente vasco a un acuerdo entre dos partidos y no a una dinámica
social y popular como en Catalunya. El efecto de esta táctica ha sido
demoledor y el PNV, de estar contra las cuerdas (tras su expulsión de
Ajuriaenea), ha salido tremendamente reforzado, mientras que la IA acusa
un enorme desgaste, que se puede observar incluso en la desconexión con
una parte significativa de los jóvenes, uno de los sectores de
población que le han sido tradicionalmente fieles. La dirección de la
IA, en concreto Hasier Arraiz se ha desgañitado hasta lo indecible
intentando llevar al PNV a posiciones soberanistas y ha intentado por
todos los medios que nos lo creyéramos, pero al PNV sólo le interesa el
control institucional y colocar a su personal en los consejos de
dirección de las grandes compañías como Petronor o Iberdrola y el
soberanismo del PNV ya no se lo creen ni los rutinizados militantes que,
contra viento y marea, han hecho caso a la dirección actual de la IA.
La reiteración de este doble error, hacer bascular todo el peso
estructural de la IA hacia la institución, dejando de lado incluso a sus
propios movimientos sociales (además de contar con una estructura
partidista de liberados que cuenta con una capacitación técnica no
probada, que desconocen como se funciona en el medio de los movimientos
sociales y cuya principal tarea es la de comisariado político) y colocar
la solución soberanista en un acuerdo con el PNV, ha provocado que los
sectores más alternativos no se sientan representados y que los núcleos
más tradicionales y derechistas de la IA consideren que, dada la
sobrevaloración del PNV, sea más apropiado acercarse a los jeltzales.
¿Esto quiere decir que todo se ha hecho está mal? Pues no; también ha
habido grandes logros como impulsar el impuesto sobre las grandes
riquezas, enfrentar la corrupción de Bidegi en la que están implicados
altos cargos jeltzales y parar la incineradora en Gipuzkoa, que han
caído en saco roto por la falta de combatividad de la IA, que no ha
considerado que el PNV es el enemigo político y el representante de
clase a batir. De manera que la opción por las estructuras verticales, a
contrapié de la lectura que la ciudadanía realiza (también la vasca y
no sólo en Madrid), la unilateralidad institucionalizante que se aleja
de los movimientos, el pivotar hacia la derecha y la socialdemocracia
desatendiendo los espacios movimentales y alternativos y la fallida
apuesta por un frente nacional soberanista entre partidos con el PNV,
además de la absurda imposición de elementos que tienen un cariz
progresivo y alternativo como la recogida de basuras puerta a puerta,
donde se confunde lo social con lo político, han generado un fuerte
desgaste en el conjunto de la IA, en especial en lo lugares donde se
hallaba gobernando y no tanto en los que -como Nafarroa o Gasteiz- han
seguido confluyendo con los movimientos sociales, populares y
ciudadanos. No voy a hablar de la capitalidad cultural, ya que era un
tema impuesto, cuya gestión y oportunidad –siempre más que menos
discutible- ha sido boicoteada sistemáticamente (como todas las demás
iniciativas gestionadas por Bildu) hasta que ha vuelto a manos de los
verdaderos interesados en este tipo de fastos.
7.- Sin embargo, los resultados de
Bildu han mejorado mucho en la Comunidad Autónoma Navarra, coaligándose
con otras fuerzas y desplazando a la tradicional derecha navarra. ¿Ves
un nuevo escenario o un punto de inflexión?
Sí y no. Indudablemente quitar a UPN y bloquear al PSN ha sido un
gran logro político, pero que se sustenta sobre pies de barro. Una parte
importante del éxito se debe al propio movimiento popular navarro que
está tremendamente concienciado, tras haber soportado condiciones
políticas de extrema dureza; pero otra parte del éxito se debe a Geroa
Bai, que no sería tal sin la complicidad de sectores salidos de la
propia IA, en concreto tras el papel jugado por Aralar de Patxi Zabaleta
durante la época de las ilegalizaciones, que ha favorecido que los
hasta entonces residuales jeltzales del PNV navarro se consoliden en
esta comunidad acompañados de muchos ex de distintas expresiones de la
IA. También hay que tener en cuenta la aparición de Podemos en el
territorio y su doble rasero entre la relación movimental y de base y
como nueva expresión generacional que emerge del desgaste del espacio
político de grupos como el PSN. Y en relación a la IA se constata un
avance, pero muy tímido dadas las expectativas creadas. El equilibrio y
la progresividad deberían ser las herramientas de dicho proyecto
conjunto, pero veremos… Hay que tener en cuenta que, pese al vuelco, las
dos navarras continúan ahí y que la derecha de esta comunidad se forja
sobre los intereses caciquiles que acompañan al golpismo franquista.
8.- ¿Cuáles crees que son las tareas del anarquismo vasco para los próximos años?
Participar en las luchas y movimientos sociales, impulsarlos y buscar
maneras de coordinación y organización específicas. El instrumento para
ello es la Confederación. Una herramienta que nos permite entendernos
en nuestras relaciones directas y estructurar coordinaciones
(confederales) a partir de las mismas, de manera que nos permitan
entender nuestras relaciones en lo local, en lo territorial y en lo
sectorial. Esto vale para los barrios de ciudades como Donostia o
Gasteiz o de cualquier sitio, para la coordinación de los mismos en
estructuras confederales locales, para la confederación de asambleas
locales en un territorio como el de Gipuzkoa o el que sea y para
confederar a los distintos herrialdes de Euskal Herria. A partir de
aquí, y desde la autonomía confederal que reside en la base, la
confederación libertaria vasca podrá confederarse con otros
confederaciones ibéricas en aras de batir al enemigo común que es el
Estado capitalista y que, a nuestro entender de libertarios y vascos,
cuenta con una determinante impronta colonialista.
9.- Muchas gracias por tu atención, si quieres añadir algo...
Agradeceros vuestras preguntas, que no son nada sencillas. He
intentado ser sintético donde no se podía y no me extiendo más. Hay que
tener en cuenta que solamente con la última pregunta podíamos haber
comenzado hablando del confederalismo democrático del Kurdistán o de
cómo Humbolt y otros muchos comprendían que la estructura social de los
vascos se conformaba a modo de una confederación de repúblicas. Creo que
en general el movimiento libertario se halla en un buen y complicado
momento y que, ante la aspereza global de lo que nos viene encima, lo
que toca es dejarse de sectarismos y buscar fórmulas comunes de
organización, como ya se está intentando en algunas partes. Osasuna ta
Askatasuna!
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