"...tras la derrota de la guerra civil las nuevas generaciones
de jóvenes que comenzaban a organizarse comenzaron a dilucidar que
eran los trabajadores los que necesitaban liberar su patria tomando
como base una cultura popular euskaldun."
Boltxe.info
Hace noventa y nueve años, durante la fiesta de Semana Santa se producía en Dublín lo que se conocería como el «Eastern Rising
/ El alzamiento de Pascua» que sería uno de los pasos más importantes
hacia la independencia de Irlanda, a pesar de ser aplastado por las
tropas británicas bajo un baño de sangre en toda Irlanda.
Este alzamiento de Pascua tuvo tanta importancia que sirvió para
fijar la fecha del Aberri Eguna que tenía que celebrarse el domingo de
Resurrección, en recuerdo de dicha insurrección, pero además guardar el
carácter religioso. El nacionalismo abanderado por el PNV planteaba de
acuerdo con su ideología de clase la religión como la base de esa
Euzkadi que empezaba a tomar conciencia.
En la larga noche del franquismo el Aberri Eguna tardaría en volver a
celebrarse, tras la derrota de la guerra civil las nuevas generaciones
de jóvenes que comenzaban a organizarse comenzaron a dilucidar que
eran los trabajadores los que necesitaban liberar su patria tomando
como base una cultura popular euskaldun. Las huelgas obreras de finales
de los años 40 y el surgimiento de un primer movimiento popular daban
las claves para el desarrollo del proyecto de la independencia y el
socialismo.
Enbata recuperaría la celebración en e1963 en Iparralde con el apoyo de
una joven organización que vendría a darle la vuelta a las
concepciones tradicionales del nacionalismo y a sintetizar las
contradicciones nacionales y sociales, Euskadi Ta Askatasuna.
Desde ese primer Aberri Eguna celebrado en 1932, ha corrido mucha
agua, pero vemos que la radiografía básica que se hacía entonces y la
que se hace hoy es que la nación vasca sigue dividida entre dos Estados
invasores como son el español y el francés, que los niveles de
violencia que soporta el pueblo trabajador vasco es de los más altos de
Europa, si excluimos aquellos países que están directamente en guerra,
y que a pesar de la decisión de la organización Euskadi Ta Askatasuna
de cerrar su campaña militar nada ha cambiado en el uso de la violencia
por parte de los Estados ocupantes. Como prueba de todo ello tenemos
la cuarta operación policial realizada en los últimos meses contra el
entorno de apoyo a los presos políticos vascos, el macro juicio contra
ANV, la ingeniería jurídica del PP apoyada por el PSOE, los miles de
controles en las carreteras vascas, el asesinato de trabajadores y
trabajadoras con despidos, desahucios, etc.
El Aberri Eguna se presenta como el día de la patria vasca, pero
deberíamos plantearnos de qué patria hablamos. De la patria de los que
venden a su pueblo, de los que se enriquecen a costa de explotar a la
clase trabajadora, de los que mantienen la opresión patriarcal, de los
que quieren una juventud sumisa, pasiva, sin memoria, de los que ante la
crisis en que se encuentra el capitalismo solo ven un camino, el de
explotar todavía más al pueblo trabajador vasco, es decir la patria de
la burguesía, de los capitalistas. O de la la patria de los explotados,
de los que luchan por acabar con la opresión de los Estados español y
francés, por acabar con la explotación, con la propiedad privada, que
lucha por la amnistía, que lucha, en fin, por una Euskal Herria
independiente, socialista, euskaldun y antipatriarcal.
Nuevamente llegamos a un Aberri Eguna como pueblo oprimido y
explotado, pero lo fundamental es que no nos hemos sometido, que no
hemos aceptado la opresión ni la explotación, que luchamos contra ellas y
que avanzamos con orgullo hacia una Euskal Herria libre.
Este camino es duro y está lleno de obstáculos, pero el pueblo
trabajador vasco sabrá desbrozar las malas hierbas e ir hacia adelante.
Para ello tenemos que crear las organizaciones políticas, las
organizaciones populares necesarias para la lucha de nuestro pueblo,
tenemos que luchar contra los ataques al euskara, a nuestra cultura, a
la división territorial que nos imponen los Estados opresores. Tenemos
que luchar para que nuestros presos y presas políticas salgan a la
calle.
Ante la crisis creada por el capital internacional no hay ninguna
salida que no sea la independencia y el socialismo. Ante la opresión de
las mujeres, teniendo en cuenta que en Euskal Herria sufren la triple
opresión: nacional, de clase y patriarcal, no hay ninguna salida que no
pase por la independencia y el socialismo. La juventud vasca no tiene
ninguna salida si no es luchando por la independencia y el socialismo.
Celebremos el Aberri Eguna, pero un Aberri Eguna socialista,
comunista, teniendo presente que para nosotros y nosotras lo que
celebramos es la lucha del pueblo trabajador vasco por la independencia y
el socialismo, por el Estado Obrero Vasco.
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