"La masacre de Deir Yassin llevó al éxodo masivo del pueblo palestino en
1948, que huyó de sus tierras que actualmente ocupa el estado de Israel
aterrorizado por que le pasara lo mismo que lo que le pasó a los
habitantes de Deir Yassin."
Haganah, la milicia paramilitar de autodefensa judía en Palestina, que proporcionó la mayor parte de los fusiles, granadas y municiones usados por los terroristas del Irgún y de la banda Stern en su ataque contra Deir Yassin. Además, pelotones del Palmach, la fuerza de ataque del Haganah, proporcionaron cobertura de fuego a los terroristas del Irgún y la banda Stern durante su ataque a Deir Yassin, además de disparar contra los civiles palestinos que huían de la matanza hacia el sur en dirección a la población de Ayn Karim. El Haganah constituiría el núcleo fundacional de las fuerzas armadas israelíes tras establecerse el estado de Israel.
Haganah, la milicia paramilitar de autodefensa judía en Palestina, que proporcionó la mayor parte de los fusiles, granadas y municiones usados por los terroristas del Irgún y de la banda Stern en su ataque contra Deir Yassin. Además, pelotones del Palmach, la fuerza de ataque del Haganah, proporcionaron cobertura de fuego a los terroristas del Irgún y la banda Stern durante su ataque a Deir Yassin, además de disparar contra los civiles palestinos que huían de la matanza hacia el sur en dirección a la población de Ayn Karim. El Haganah constituiría el núcleo fundacional de las fuerzas armadas israelíes tras establecerse el estado de Israel.
El drama que voy a relatar ocurrió el 9 de
abril de 1948 en el poblado de Deir Yassin en Palestina. Este país se
hallaba bajo ocupación británica como parte del mandato que la Sociedad
de Naciones le confirió a la Gran Bretaña en 1922. En 1918 al final de
la Primera Guerra Mundial el Ejército británico derrotó a los turcos
conquistando a Palestina, hasta entonces bajo dominio del Imperio
Otomano. Aunque el mandato británico de Palestina llegó a su fin el 14
de mayo de 1948, día en que las fuerzas de la Gran Bretaña se retiraron,
ya meses antes, las fuerzas sionistas judías en territorio palestino se
preparaban para tomar por la fuerza el control de Tierra Santa. La
intención de los militantes armados sionistas era impedir que los árabes
palestinos declarasen a Palestina un Estado independiente propio, para
así crear por la fuerza su deseado Estado de Israel como patria para los
millones de judíos de la Diáspora el momento que se retirasen los
británicos el 14 de mayo de 1948. El sionismo, el movimiento político
internacional que perseguía la creación de un Estado de Israel en
Palestina como patria y refugio para los judíos de todo el mundo,
incrementó sus esfuerzos para lograr su objetivo tras el fin de la
Segunda Guerra Mundial en 1945, impulsado por el genocidio de 6 millones
de judíos europeos a manos del régimen Nacional Socialista de la
Alemania de Adolf Hitler.
Los protagonistas en los sucesos de Deir Yassin fueron por un lado
los habitantes palestinos del poblado atacado, civiles inocentes que
incluían hombres y mujeres, niños y ancianos. Por el otro estaban tres
grupos de atacantes, todos pertenecientes a grupos armados judíos, de
los cuales los más protagónicos en el ataque a Deir Yassin fueron: la
banda terrorista sionista Irgún, que se caracterizó por sus atentados
terroristas con bomba contra autobuses, contra civiles congregados en
paradas de autobús y contra áreas de mercado llenas de vendedores y
compradores; y la banda terrorista sionista Stern, autodenominada Lehi
(siglas que en hebreo significaban Combatientes por la Libertad de
Israel) y especializada en cometer asesinatos con la intención, a base
de dichos actos terroristas, de forzar la salida de los británicos de
Palestina. Cabe recordar que Menachem Begin, futuro primer ministro
israelí, Premio Nobel de la Paz y fundador del Partido Likud fue uno de
los principales líderes de la banda terrorista Irgún, mientras que
Yitzhak Shamir, otro futuro primer ministro israelí, fue uno de los
líderes principales de la banda terrorista Stern.
El tercer grupo atacante involucrado en los sucesos de Deir Yassin
fue el
Según se ha relatado, antes de atacar a Deir Yassin, comandantes del
Irgún y la banda Stern fueron a ver al comandante del Haganah en
Jerusalén, David Shaltiel, en busca de su aprobación del ataque.
Shaltiel se opuso inicialmente –se ha dicho– al ataque contra Deir
Yassin porque la población palestina había firmado un acuerdo de no
agresión con los judíos, pero ante la insistencia de los jefes
terroristas, aprobó la operación. Al planearse ésta, se ha escrito que
los comandantes terroristas del Irgún y la banda Stern habían acordado
expulsar (cometiendo limpieza étnica) a la población palestina de Deir
Yassin, localizada al oeste de Jerusalén y que contaba con unos 600
habitantes. Los miembros de la banda Stern habían inclusive sugerido que
aquellos civiles palestinos que no huyesen de sus casas fuesen
asesinados para aterrorizar a la restante población árabe de Palestina,
con la probable intención de provocar una huida masiva de los palestinos
de sus territorios, como llegó a ocurrir.
La mayoría de los terroristas
del Irgún y la banda Stern presentes en la planificación del ataque
estaban a favor de que se asesinase a todos los habitantes varones de
Deir Yassin.
Según un libro relatando los sucesos, el ataque contra Deir Yassin
empezó a las 4:30 AM el 9 de abril de 1948, encabezado por unos 132
miembros de las bandas terroristas sionistas Irgún y Stern. Los
terroristas atacaron desde tres direcciones, con los miembros del Irgún
viniendo por el sur desde el pueblo de Beit Hakenem. Los terroristas de
la banda Stern se aproximaron desde el norte mientras que un carro
blindado con altoparlantes de los terroristas se acercaba desde el este
por la única carretera que iba a Deir Yassin. El plan había sido que al
acercase el vehículo blindado a Deir Yassin, se le ordenase a la
población a través de los altavoces a que abandonasen su poblado, pero
el vehículo cayó en una zanja desde cuya localización por su gran
distancia los habitantes palestinos no podían escuchar lo que los
terroristas les demandaban. Sin más paciencia, los terroristas
dispararon una ráfaga de ametralladora hacia las casas, siendo ésta la
señal para tomar por asalto a la población. El grito de alarma “¡Yahud!”
(“¡judíos!” en árabe) se propagó por todas las casas de Deir Yassin,
pudiendo muchos de los pobladores escapar hacia el oeste, salidos
apresuradamente de la cama, corriendo descalzos y envueltos en mantas.
Por ejemplo, toda la familia de Mohamed Zeidan logró escapar, siendo
éste un rico comerciante que le alquilaba numerosas casas a la población
judía de Jerusalén.
Una de las primeras víctimas mortales fue Hayat Halabes, joven
maestra palestina de una escuela de niñas en Deir Yassin que residía en
Jerusalén pero que se quedó la tarde anterior en el poblado porque el
autobús –el número 38- que debió llevarla de vuelta a Jerusalén había
sido emboscado por terroristas sionistas. Cuando empezaron a sonar los
tiros de los atacantes, la joven Hayat Halabes se vistió
apresuradamente, corriendo hacia su escuela de niñas en busca de un
botiquín de primeros cuidados médicos y tras tomarlo, se puso una banda
en el brazo con la cruz roja y salió corriendo hacia el lugar de donde
venían los disparos, pero cayó muerta de bala de manera inmediata a tan
solo unos metros de su escuela.
La resistencia de los hombres palestinos de la población fue tenaz,
defendiendo sus hogares de manera enconada con las armas que normalmente
tenían para la protección de sus familias y propiedad. Tras casi dos
horas de tiroteo, los terroristas lograron pasar la primera línea de
casas de Deir Yassin, encontrándose los distintos grupos de atacantes en
el centro del poblado, donde se abrazaron efusivamente. Hasta el
momento los terroristas habían tenido cuatro muertos en el ataque con
dos de sus jefes de mayor rango heridos. Tras reunirse en el centro de
Deir Yassin el comandante del grupo terrorista Irgún, llamado Giora, dio
la orden a los miembros de su grupo que prosiguieran su avance pero en
eso cayó herido, lo que enloqueció colectivamente a los terroristas,
quienes se lanzaron a atacar con una saña y crueldad que iba en aumento a
los habitantes palestinos, cuya resistencia ya iba en cambio
decreciendo.
Los terroristas de las bandas Irgún y Stern sacaron a la calle a 35
personas, dos de las cuales eran una pareja de recién casados,
llamándose la joven esposa Alia Darwish. Los 35 fueron puestos contra
una pared y ametrallados con disparos a quemarropa. Los jóvenes esposos
murieron asesinados cogidos de la mano en un último adiós. Fahimi
Zeidan, un niño de 12 años que sobrevivió a esta matanza relató lo
sucedido: “Los judíos ordenaron a toda mi familia situarse frente al
muro, y comenzaron a disparar sobre nosotros. Yo fui herido en el
costado; pero casi todos nosotros, los niños, nos salvamos porque
pudimos refugiarnos detrás de nuestros padres. Las balas arañaron la
cabeza de mi hermana Kadri, de cuatro años, la mejilla de mi hermana
Sameh, de ocho, y el pecho de mi hermano Mohamed, de siete años. Todos
los demás que estaban con nosotros contra el muro resultaron muertos: mi
padre y mi madre, mi abuelo y mi abuela, mis tíos, mis tías y varios de
sus hijos”. Los nombres de los miembros asesinados de esta familia
fueron los siguientes: “Mahmud Zeidan, Abdi Hassan, Mustafá Zeidan,
Hudeh Mustafá, Jadra Zeidan, Tamman Alí, Musleh Alí Musleh, Yusreh
Mussa, Mustafá Alí, Shafiq Alí, Miyasseh Muslé, Mohamed Musleh y Azizi
Musleh”.
La joven mujer de treinta años Haleem Eid, miembro de una de las
familias de renombre de Deir Yassin, fue testigo de otro acto de
barbarie y salvajismo por parte de los terroristas al presenciar “a un
hombre disparar en el cuello de mi cuñada Salhiyed, que estaba a punto
de dar a luz, y abrirle el vientre con un cuchillo de carnicero”. Otra
mujer también testigo del crimen, Aiesch Radwaer, trató de sacar al bebé
del vientre abierto de la madre, que ya estaba muerta, para salvarlo
pero también a ella la mataron.
La adolescente Naaneh Jalil, de dieciséis años y residente de otra
casa fue testigo de los crímenes de otro terrorista cuando presenció “a
un hombre coger una especie de cuchilla y abrir, de la cabeza a los
pies, a nuestro vecino Jamili Hish, y luego dar muerte de la misma
forma, en las escaleras de nuestra casa, a mi primo Fathi”. Estos actos
de salvajismo sanguinario se cometían casa tras casa, y de acuerdo a los
testimonios de los sobrevivientes de la masacre, los actos criminales
llevados a cabo por las mujeres terroristas de las bandas Irgún y Stern
que participaron en el ataque a Deir Yassin estaban a la par de los
crímenes cometidos por los hombres. Casa tras casa los terroristas de
las bandas Irgún y Stern cometían asesinatos, violaciones de mujeres y
saqueos de la propiedad privada, mezclándose los gritos de las víctimas
con los disparos de ametralladora y las explosiones de granadas de mano
de los terroristas.
Era la mañana del 9 de abril de 1948. El poblado árabe palestino de
Deir Yassin, de unas 600 almas, civiles todos, localizado al oeste de
Jerusalén, estaba bajo ataque, invadido por una fuerza inicialmente
compuesta por 132 miembros de las bandas terroristas sionistas Irgún y
Stern, esta última autodenominada Lehi. Los terroristas sometieron a los
habitantes de la población que no habían huido a crímenes horrendos y a
todo tipo de vejaciones en una orgía de sangre, saqueos, violaciones y
explosiones que destruían las casas de lo que unas horas antes en la
madrugada había sido hasta entonces un pueblo tranquilo.
Una superviviente de la masacre de Deir Yassin, Safiyeh Attiyeh de
cuarenta años de edad, fue violada por uno de los terroristas, que abrió
su pantalón y se lanzó sobre la mujer palestina. La víctima describió
lo que pasó: "Yo grité . . ., pero a mi alrededor otras mujeres eran
también violadas. Luego nos arrancaron las vestiduras y se divirtieron
con nuestros pechos haciendo gestos obscenos. Algunos estaban tan
obsesionados por apoderarse de nuestros pendientes, que arrancaban las
orejas para ir más rápidos".
Otra mujer testigo, Nazra Assad de 36 años, presenció "a un hombre
arrebatarle su pequeñín a su vecina, Salhyed Eissa, arrojarlo al suelo y
pisotearlo". La testigo vio al terrorista lanzarse sobre la madre
palestina y violarla, sucediendo todo a la vez que los otros terroristas
presentes miraban sin intervenir. Cuando terminó de violar a su víctima
tras quedar satisfecho, el terrorista la asesinó. Tras esto el asesino
echó un colchón encima de los cuerpos sin vida de la madre y su hijo.
La gran mayoría de los testimonios de testigos presenciales de los
crímenes cometidos por los terroristas de las bandas Irgún y Stern
fueron obtenidos tras interrogatorios llevados a cabo por la Policía
británica tras la masacre del 9 de abril de 1948. El director adjunto
del Departamento de Investigación Criminal (Criminal Investigation
Department) de la Policía británica, Sir R.C. Catling, envió el 15 de
abril de 1948 al general Sir Alan Gordon Cunningham, el Alto Comisario
de Gran Bretaña en Palestina, un "informe ’secreto y urgente’, con el
número 179/110/17/65". En este se hallaban los testimonios oficiales
obtenidos tras los interrogatorios de los testigos y el informe de uno
de los oficiales de policía ingleses que condujo los interrogatorios de
los residentes de Deir Yassin que habían sobrevivido a la masacre.
Este último informe del oficial de policía británico decía: "La
mayoría de las numerosas mujeres que he interrogado en vista de reunir
informaciones sobre las atrocidades cometidas en Deir Yassin, se han
mostrado muy reticentes a relatar su experiencia, en especial en lo que
se refiere a la violencia sexual. Sin embargo, no hay duda alguna de que
se han cometido numerosas atrocidades sexuales por los atacantes.
Varias jóvenes escolares fueron violadas y luego asesinadas, así como
ancianas. Todos hablan de una niña que fue, literalmente, partida en
dos. Numerosos recién nacidos fueron descuartizados con cuchillos de
carnicero… La mayoría de estas personas se halla en tal estado de
’shock’, que son incapaces de comprender qué es lo que realmente
sucedió".
A media mañana llegó al poblado palestino el líder de la banda
terrorista Irgún en Jerusalén, de nombre Mordechai Raanan, que ordenó a
sus hombres destruir las casas donde todavía los habitantes de Deir
Yassin ofrecían resistencia. La banda terrorista Irgún se caracterizaba
por atacar puestos de control de la Policía británica con explosivos, y
de la misma forma los terroristas del Irgún procedieron a ejecutar las
órdenes de Raanan dinamitando las casas de Deir Yassin que todavía
quedaban en pie y desde donde los habitantes palestinos que se defendían
aún les disparaban. El punto desde donde procedía la mayor resistencia
contra los terroristas al parecer era la casa del mujtar de Deir Yassin
(en árabe el mujtar era la cabeza del poblado, el anciano de mayor
autoridad de la población). El jefe terrorista Raanan del Irgún relató
lo que pasó después de que sus hombres hicieran volar con explosivos la
casa del mujtar de Deir Yassin: "Al cabo de algunos minutos, la casa no
era más que un montón de escombros sobre cuerpos destrozados".
La única estructura en el complejo de la casa del mujtar que no pudo
ser demolida con explosivos por los terroristas fue el horno de cocer,
construido con paredes gruesas y dotado de una puerta de hierro. Dentro
del horno se habían refugiado durante el ataque la esposa del albañil
Ahmed Eid y varias mujeres que eran sus vecinas. Llenas de terror las
mujeres oyeron una voz que les decía que salieran de su refugio –"No hay
riesgo", escucharon ellas– pero rehusaron a salir. La hija del mujtar,
Shafikah Sammur, se dio cuenta por el acento de que les hablaba alguien
que no era árabe.
Los terroristas de la banda Irgún volaron con explosivos más de 15
casas de Deir Yassin. Aterrorizados, los habitantes que no habían huido
de su poblado se refugiaban en aquellas casas que no habían sido todavía
demolidas con explosivos por los terroristas. Los terroristas
sistemáticamente atacaban dichas casas lanzando dentro granadas de mano y
rociando sus interiores con tiros de ametralladora, cometiendo
atrocidades como habían hecho en casas anteriores. El joven de 18 años
Mohamed Jaber relató cómo, estando escondido debajo de una cama,
presenció alrededor del mediodía "a los judíos irrumpir en la casa,
expulsar a todo el mundo y disparar a continuación sobre el grupo".
En otra casa donde se habían refugiado cerca de una docena de mujeres
palestinas, uno de los terroristas judíos que formaba parte de un grupo
que entró a la vivienda les gritó en árabe: "¿Cómo desean ustedes
morir?". Una mujer de 25 años le imploró que tuviese misericordia y que
no las matara tras tirarse al suelo y besarle los pies al terrorista.
Ya había pasado el mediodía y las mujeres refugiadas dentro del horno
de la casa del mujtar se resistían a salir. Cuando los terroristas
amenazaron con hacer volar con explosivos el horno, las mujeres
decidieron abandonar su refugio, siendo la hija del mujtar la primera en
hacerlo. Cuando salió y vio las ruinas de su casa, la casa del mujtar,
encontró los cuerpos sin vida tanto de su madre como de sus dos
hermanos. El ataque de las bandas terroristas Irgún y Stern contra el
poblado palestino había terminado. Deir Yassin había dejado de existir.
El jefe de la misión del Comité Internacional de la Cruz Roja en
Palestina, que visitó las ruinas de Deir Yassin dos días después de la
masacre, estimó que unos 350 hombres, mujeres y niños fueron asesinados
en el poblado palestino, según el libro de David Hirst ’The Gun and the
Olive Branch’ (’El arma y la rama de olivo’). Hirst da la cifra de 254
habitantes de Deir Yassin "despachados" por los terroristas, similar a
la de 240 asesinados en la población que el cuartel general de las
fuerzas árabes en la ciudad de Ramala dio por radio tras la masacre.
Según uno de los terroristas de la banda Irgún, tanto su grupo como los
de la banda terrorista Stern asesinaron a 80 habitantes del poblado
después de que el ataque y la resistencia palestina habían acabado. Se
ha escrito que los cuerpos de 25 habitantes de Deir Yassin asesinados
por los terroristas sionistas fueron tirados en la cantera del pueblo.
Un miembro de la inteligencia del Palmach, la fuerza de ataque de la
Haganá (la milicia paramilitar de autodefensa judía en Palestina y
futuro núcleo de las fuerzas armadas israelíes), de nombre Meir Pa’il
relató la masacre de Deir Yassin de la manera siguiente en un informe
reproducido en el libro de Benny Morris ’The Birth of the Palestinian
Refugee Problem Revisited’ (’El nacimiento del problema de los
refugiados palestinos revisado’):
"Los disidentes [Nota: así eran llamados los miembros de las bandas
terroristas del Irgún y Stern por el miembro de la Haganá, debido a que
el Irgún se creó como un grupo escindido de la Haganá mientras que la
banda Stern fue a su vez un grupo escindido del Irgún] iban por el
poblado robando y hurtando todo: Pollos, equipos de radio, azúcar,
dinero, oro y más… Cada disidente caminaba por el poblado ensuciado de
sangre y orgulloso del número de personas que había matado. Su falta de
educación e inteligencia al compararse con nuestros soldados [los
milicianos de la Haganá] era aparente… En una de las casas en el centro
del poblado fueron congregados unas 200 mujeres y niños pequeños. Las
mujeres estaban sentadas en silencio y no dijeron una palabra. Cuando yo
llegué, el ’comandante’ [de los terroristas] explicó que ellos tenían
la intención de matarlas a todas ellas. . . En la tarde escuché que las
mujeres y niños habían sido transportados y liberados en Musrara".
Pero el paradero de los civiles palestinos hechos prisioneros por los
terroristas del Irgún y la banda Stern fue incierto. Los terroristas
montaron en camiones a los sobrevivientes de la masacre de Deir Yassin
que incluían a mujeres y niños y los pasearon triunfales por las calles
de Jerusalén Occidental, donde los residentes judíos les insultaron,
escupieron y lanzaron piedras. Un miembro de la Haganá observó "tres
camiones conducidos lentamente de arriba abajo de la Avenida Rey Jorge V
llevando hombres, mujeres y niños con las manos encima de sus cabezas,
vigilados por judíos armados con metralletas Sten y rifles". Al parecer
estos prisioneros fueron masacrados después de ser paseados en parada.
Por ejemplo, Meir Pa’il de la inteligencia de la Haganá informó el día
después de la masacre de haber visto a cinco hombres palestinos que
habían desfilado por las calles de Jerusalén Occidental y ver después
sus cuerpos sin vida tirados en una cantera de un vecindario de la
ciudad.
La masacre de Deir Yassin llevó al éxodo masivo del pueblo palestino
en 1948, que huyó de sus tierras que actualmente ocupa el estado de
Israel aterrorizado por que le pasara lo mismo que lo que le pasó a los
habitantes de Deir Yassin. El estado de Israel nació de la tierra
ensangrentada de Deir Yassin y del terror que su matanza y destrucción
causó, y una paz justa entre los estados de Israel y Palestina tiene que
enmendar la limpieza étnica que ocurrió tras la masacre. Una paz sólida
entre israelíes y palestinos y una solución política que podría ser de
dos estados distintos pero unidos, quizás siguiendo el modelo de
Austria-Hungría, solo serán duraderas si se permite el derecho de
retorno de los palestinos expulsados en 1948. Que los Hijos de Abraham,
judíos y palestinos, hermanados de sangre por la genética moderna, vivan
un día en paz y armonía en la Tierra Santa como Dios manda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario