"En
1954 los franceses son derrotados en la batalla decisiva de Dien Bien
Phu. Dieciocho millones de compatriotas saludaron a quien había abierto
la brecha de la liberación social y nacional. Ya era para todo el pueblo
el tío Ho."
Nació en Annam el 19 de mayo de 1890. Su verdadero nombre era Nguyen Tat
Than, pero la clandestinidad de toda la vida le obligó utilizar apodos
diferentes para escapar de la persecución policial. El nombre de Ho Chi
Minh significaba El que ilumina; otras veces se hizo llamar Nguyen Ai
Quoc, El patriota.
Era hijo de un médico herborista de
Nghe An, enemigo del colonialismo francés, que había invadido Vietnam en
1860. Estudió en Hué y Saigón, hasta que en 1912 emigró como mozo en un
paquebote francés. Fue un largo viaje de veinte meses de puerto en
puerto hasta que arribó a Londres, donde trabajó en el hotel Carlton
durante tres años.
De allí fue a París, donde trabajó como retocador
de fotografías. Conoció a Chou En Lai, León Blum, Marcel Cachin y
Longuet (sobrino de Carlos Marx), entre otros destacados dirigentes del
movimiento obrero internacional. Se afilió al Partido Socialista
Francés, adherido a la Internacional Comunista. Comenzó a escribir en
L’Humanité, y luego fundó el periódico El Paria.
De París se
trasladó a Moscú, donde participó en varios Congresos de la
Internacional Comunista. Más tarde viajó a China como traductor y
ayudante de Borodin, consejero del Kuomintang.
Se incorporó a la
escuela militar de Huangpu, donde aprendió el arte de la guerra
revolucionaria. El director era el coronel Chiang Kai Shek y el jefe del
departamento político era Chou En Lai. En 1927, cuando Chaing Kai Shek
traicionó a la causa revolucionaria con una enorme matanza, Ho consiguió
huir y siguió en la clandestinidad organizando la revolución en
Birmania, impulsando huelgas, motines y levantamientos armados en China,
en Siam, y pasando de cárcel en cárcel y de tortura en tortura.
En 1930 Ho Chi Minh fundó en Hong Kong el Tanh Nien o Partido Comunista de Vietnam.
Durante la segunda guerra mundial Japón ocupó Vietnam. Ho regresó clandestinamente a su país 28 años después de su partida y luchó en la guerrilla durante cinco años.
Hacia fines de la guerra mundial funda
el Vietnam Doc Lap Dong Minh Hoi (Frente para la liberación de
Vietnam), más conocido por Vietminh. También crea un ejército
guerrillero dirigido por Vo Nguyen Giap, uno de los generales
revolucionarios más brillantes del mundo.
Concluida la guerra y
derrotados los japoneses, los planes imperialistas para la región no
contemplaban la independencia sino un nuevo reparto del mundo, que en el
caso de Vietnam suponía que los nacionalistas chinos del Kuomintang
ocuparían el norte del país, mientras los ingleses el sur. Pero los
franceses querían recuperar sus dominios coloniales y volvieron a
invadir el país, mientras los guerrilleros vietnamitas rechazaron a los
chinos en el norte y liberaron aquella zona.
El 2 de setiembre de
1945 Ho Chi Minh lanzó su llamamiento: “Desde hace más de ochenta años
la banda de colonialistas franceses, bajo los tres colores que
simbolizan la libertad, la igualdad y la fraternidad, ha ocupado nuestro
territorio y oprimido nuestro pueblo. [...] Los franceses no nos han
dado ninguna libertad política, han instituido una legislación bárbara,
han creado más prisiones que escuelas, han ahogado en sangre todas
nuestras revueltas, han pisoteado la opinión y utilizado la sangre y el
alcohol para embrutecer a nuestro pueblo”.
El Vietminh organizó la insurrección general, logró la independencia nacional y fundó la República Democrática de Vietnam.
Al
retornar los colonialistas franceses se desató una nueva y cruenta
lucha del pueblo vietnamita que se prolongó nueve años. Francia, cuando
comenzó a perder la guerra, pidió y obtuvo el apoyo norteamericano. En
1954 los franceses son derrotados en la batalla decisiva de Dien Bien
Phu. Dieciocho millones de compatriotas saludaron a quien había abierto
la brecha de la liberación social y nacional. Ya era para todo el pueblo
el tío Ho.
A la guerra contra Francia sucedió la guerra contra
Estados Unidos, por lo que los vietnamitas derrotaron sucesivamente a
tres de las potencias imperiales más poderosas: Francia, Japón y Estados
Unidos. Estos no escatimaron medios de destrucción masiva y
bombardearon cruelmente Vietnam del Norte: “Derrotados los yanquis
-diría Ho- construiremos una patria diez veces más hermosa. Nuestro país
tendrá el señalado honor de ser una pequeña nación que, a través de una
lucha heroica, ha derrotado a dos grandes imperialismos- el francés y
el norteamericano- e hizo una digna contribución al movimiento de
liberación nacional”.
Nunca mostró inquietud por la desproporción de
fuerzas. Como revolucionario sabía que un ejército popular es superior
al mejor ejército moderno. Desde el principio de la intervención declaró
que los Estados Unidos no serían capaces de soportar una guerra popular
prolongada: “En la lucha patriótica contra la agresión norteamericana,
en realidad tendremos que soportar más dificultades y sacrificios, pero
estamos seguros de que obtendremos la victoria total”.
Sus palabras
se cumplieron, aunque Vietnam soportó años de atrocidades contra su
población. El territorio fue convertido en campo de criminales
bombardeos contra la población indefensa. Muchas décadas después de la
humillante retirada de Estados Unidos de Vietnam el 30 de abril de 1975,
el país aún sufre las secuelas de la agresión. Desde 1961 hasta 1973,
el Pentágono arrojó sobre Vietnam y el vecino Laos más de siete millones
de toneladas de bombas y 100.000 toneladas de sustancias químicas
tóxicas. Sobre Vietnam se descargaron más bombas que las arrojadas
durante la segunda guerra mundial.
En la guerra murieron cinco millones
de vietnamitas y 58.000 estadounidenses. Millones de personas padecieron
y todavía padecen los efectos del agente naranja, un potente defoliante
que tenía como objetivo arrasar por completo la jungla del país para
aislar a los guerrilleros. Washington lanzó sobre un cuarto del
territorio del país unos 80 millones de litros de defoliante y napalm.
Ho
Chi Minh murió en Hanoi, el 2 de setiembre de 1969. En su testamento
dejó escrito: “Durante toda mi vida, he servido con todas mis fuerzas y
con todo mi corazón a la Patria, a la Revolución y al Pueblo. Ahora, si
debo partir de este mundo, no hay nada que sienta más que no poder
servirlos más tiempo”.
El proceso liberador continuó. Cuando seis años
después de su muerte, los patriotas del Vietcong terminaron de derrotar y
expulsar a los invasores norteamericanos, los tanques llevaban una
pancarta: “Siempre marchas con nosotros, Tío Ho”.
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