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2010/04/29

Migrantes y militantes por Jesús Valencia

"...la marcha evidenció que todos los vascos somos foráneos en alguna de las orillas del Bidasoa y que los migrantes lo son en ambas."

Jesus Valencia
GARA

Para repudiar la xenofobia y el racismo, se celebró una marcha entre Hendaia e Irun que yo daría en llamar de la extranjeridad; la marcha evidenció que todos los vascos somos foráneos en alguna de las orillas del Bidasoa y que los migrantes lo son en ambas

En la maleta de todo emigrante, por pequeña que sea, siempre hay espacio para un sueño ineludible: cómo adaptarse a la nueva situación sin perder la identidad originaria. Reto nada fácil que admite muchas y variadas concreciones.

Una -frecuente y bastante peligrosa- es la de cobijarse en el clan. Espacio para encontrarse con paisanos, rememorar costumbres, festejar efemérides. Reservorio de ancestros con el riesgo de convertirse en búnker si no se abre a reivindicaciones populares. Los reductos folkloristas y asépticos suelen ser piezas muy apreciadas por los cazadores de votos; políticos que ofrecen la ceca y la meca a cambio de fidelidades y servidumbres. Si -por desgracia- se llega a ese punto, el colectivo migrante se convierte en peón de sus interesados benefactores. Las «casas regionales» han sido utilizadas muchas veces como arietes del españolismo en el territorio hostil de los vascos. Tampoco las «euskal etxeas» se han visto libres de este sarpullido: han gozado de abundantes subvenciones oficiales a condición de cultivar un «sano regionalismo» vaciado de anhelos soberanistas y transformadores.

Hay otras formas de vivir la migración y de propiciar el encuentro bastante más enriquecedoras. Confieso que he aprendido mucho de migrantes o de hijos de éstos, abnegados peleadores en Euskal Herria a favor de la justicia. El pasado 20 de marzo hubo una iniciativa que mereció escasa atención pese a estar cargada de contenido: para repudiar la xenofobia y el racismo, se celebró una marcha entre Hendaia e Irun que yo daría en llamar de la extranjeridad; la marcha evidenció que todos los vascos somos foráneos en alguna de las orillas del Bidasoa y que los migrantes lo son en ambas. Marcha calculadamente provocadora que se propuso borrar fronteras dando por hecho que Ipar y Hego Euskal Herria son una misma realidad nacional. Marcha integradora que congregó a un amplio espectro de activistas pertenecientes a pueblos muy diferentes.
Emigrantes y vascos se fundieron en un solo caminar plagado de reivindicaciones. Los autóctonos hicieron suyas las quejas contra los estados y sus leyes que denunciaban los emigrantes. Estos asumieron las reivindicaciones de un pueblo al que también se le niega la identidad y capacidad de decisión; su apuesta por Euskal Herria, perseguida y vapuleada, es un gesto ejemplar de internacionalismo solidario. Unos y otros -¡gozosa fraternidad de los oprimidos!- se proclamaron enemigos del capitalismo criminal, causante a un tiempo de su emigración y de nuestro sometimiento. En aquella caminata, vigorosa y alegre, no aparecieron los rastreros busca-votos. Ni puñetera falta que hacían.

Se me antoja que aquella marcha constituyó una evocación del pasado y una propuesta de futuro. En ella se resumía la experiencia vital de otros muchos migrantes que fueron bien recibidos en nuestro pueblo y que se entregaron a él con pasión de amantes. Por otro lado, intuyo que aquella mañana se escribió (¡ojalá el futuro lo confirme!) un manual de buenas prácticas. Días más tarde, Victoria Mendoza -mexicana y vasca- reseñaba un hecho alentador: «El Aberri Eguna tuvo color migrante».

2010/04/27

LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA

Tal y como están los tiempos, los escritores vascos tenemos que ser cautelosos. Cuando se tortura, y se hace pasar por la Audiencia Nacional, a gente respetable y respetada de la cultura vasca; todo por meras sospechas -ni siquiera indicios- de pertenecer a ETA sin ellos saberlo; a los demás no nos queda otra que aplicarnos el refrán castellano: cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar. Por eso contaré la historia del auto de fe de Logroño contra la brujería en el País Vasco durante el siglo XVII. Dejaré así que el lector sustituya a su antojo los personajes y hechos de entonces, por los que han sucedido en cierto juicio, contra cierto periódico, que se cerró a cal y canto hace ya siete años. O bien en otros casos, llamados macro sumarios, aún recientes, habidos o por haber.
Juan Ibarrondo
http://www.eutsi.org/kea/

Eran tiempos de crisis y el Imperio Español se deshacía como un azucarillo en el café. Mientras tanto, la Iglesia, el Estado, y su instrumento judicial: la Santa Inquisición, arrancaban con energía las malas hierbas de la herejía, el criptojudaísmo y la brujería. La contrarreforma de Trento era la ideología oficial por aquel entonces. El arrogante y piadoso varón español el modelo de hombre a seguir.

El 13 de febrero de 1609, dos de esos varones españoles, los inquisidores de Logroño Alonso Becerra y Juan de Valle, iniciaron un proceso contra seis presuntas brujas de Zugarramurdi. En meses sucesivos, la actuación inquisitorial creció como una bola de nieve montaña abajo, y afectó a centenares de personas en todo el País Vasco bajo dominio de la corona española.

Las torturas, amenazas, y otras prácticas comunes a la inquisición, fueron tan efectivas que los hijos denunciaban a sus madres, los curas a sus feligreses, unos curas a otros… Se practicaron tantas aprensiones que la cárcel de Logroño no daba a basto para tantas presuntas brujas y brujos.

Las acusaciones eran delirantes: vuelos nocturnos, apariciones del demonio para fornicar con las brujas… tanto que algunos inquisidores más sensatos, como Alonso Salazar, negaban que tales hechos pudieran ocurrir, y los achacaban a delirios de las acusadas. Sin embargo, tampoco ellos cuestionaron el fondo de la cuestión, ni los métodos de sus colegas para obtener información; más bien se mostraban preocupados por la mala fama que pudiera derivarse de este caso para otros, que en ese momento preocupaban más a la inquisición, como la búsqueda y exterminio inmisericorde de herejes y judíos. En cualquier caso, sus reparos no fueron suficientes para impedir aquel famoso auto judicial.
La práctica inquisitorial se regía por una reglamentación cruel pero muy estricta. Sus actuaciones las realizaba toda una burocracia numerosa y estrictamente estratificada. Los interrogatorios y los juicios se llevaban a cabo de acuerdo a los manuales, incluidas las torturas, que entonces eran prácticas legales. Toda una serie de garantías formales que no impedían que cientos de inocentes pasaran por la cárcel, el potro y, en algunas ocasiones, la hoguera. Algunas acusadas se quitaron la vida, otras murieron torturadas y otras más acabaron su vida en la cárcel, o enloquecieron… finalmente, las que pudieron soportarlo, fueron absueltas años después.

Es curioso descubrir como parte de la jerga procedimental de aquel tribunal de excepción se ha mantenido hasta nuestros días. Ahora, cuando en otro tribunal especial se llevan a cabo actuaciones, que dejo a la inteligencia del lector decidir si son comparables con aquellas.

2010/04/25

Doble negación de la tortura en la nación subordinada

"...mientras que genocidio, nacionicidio y lingüicidio se aplican de forma colectiva a la sociedad, la incomunicación y tortura son ejercidas físicamente a los individuos de la misma..."

Tomás Urzainqui Mina historiador
GARA

Mientras que genocidio, nacionicidio y lingüicidio se aplican de forma colectiva a la sociedad, la incomunicación y tortura son ejercidas físicamente a los individuos de la misma La incomunicación y la tortura en último término siempre son fruto de decisiones del poder, sea cual fuere su latitud y origen.

La violencia ejercida sobre los miembros de una sociedad subordinada comienza por la negación de su nación, cuya existencia es ocultada y sus ciudadanos no son reconocidos como tales. Continúa con la impuesta suplantación de sus propias leyes, instituciones y Constitución; el daño moral causado por la destrucción arbitraria de los elementos de su patrimonio nacional y por las limitaciones a la utilización de la lengua propia; a lo que se añade la práctica demonización de la colectividad víctima y la aplicación a la misma de un derecho de guerra o de enemigo.

Mientras la tortura es un problema general que afecta a la conculcación de los derechos humanos y a la integridad de las personas, sin connotaciones de grupo, sometidas a detención por los cuerpos policiales y de seguridad; en cambio, si la citada situación está relacionada con la pertenencia a una colectividad -nación o cultura diferente a la oficial- alcanza una gravedad muy superior, al solaparse con la ocultación de la realidad nacional dominada, por lo que este negacionismo principal lleva consigo la buscada negación de la tortura por muy claras que sean las evidencias.

La incomunicación y tortura es precisamente la individualización del castigo colectivo que ya se ejerce de forma institucionalizada sobre el conjunto de la sociedad subordinada. Así, mientras que genocidio, nacionicidio y lingüicidio se aplican de forma colectiva a la sociedad, la incomunicación y tortura son ejercidas físicamente a los individuos de la misma, alegando no obstante, motivos de índole y significado colectivo: rebelión, sublevación, terrorismo o separatismo.

Los miembros de la nación dominada, como en el caso de la Navarra negada y ocultada, tenían garantías en su propia Constitución: la exigencia del juez nacional, la jurisdicción y leyes propias para juzgar a los navarros o la prohibición expresa del tormento por las Cortes de Navarra. Es precisamente la sustitución del Derecho nacional que protegía la integridad de las personas, lo que deja en la mayor indefensión a los ciudadanos de la sociedad dominada, ante la práctica de la incomunicación y la tortura.

Por tanto, la tortura, en nuestra sociedad, supone una doble vulneración para las personas que son víctimas de la misma, la de los derechos humanos individuales y la de los derechos colectivos. Nos atañe a todos, como seres humanos solidarios y como manifestación personificada, descarnada y cruel, de la dominación nacional. Esta es la causa última, por lo que la práctica infame de la tortura aquí no se podrá erradicar más que con el fin de la dominación que padece la sociedad navarra.

La incomunicación y la tortura en último término siempre son fruto de decisiones del poder, sea cual fuere su latitud y origen, sin embargo, se debe distinguir las practicadas en cualquier sistema legal de las causadas en relación con la dominación de una nación sobre otra, siendo ésta última precisamente la situación hipócritamente negada. Las consecuencias de la incomunicación y la tortura ejercidas sobre la persona que pertenece a la sociedad subordinada tienen particularidades que la agravan más con respecto a las que se pueden producir en general por malos tratos a los detenidos o por aplicación directa de un ordenamiento jurídico que los permite.

Esta agravación por pertenecer a la nación subordinada es un plus en la causa de dichas prácticas inhumanas y degradantes que se halla inserta en el entorno del genocidio.

2010/04/22

Datos de una anexión violenta e ilegal (1512-1515) Iñigo Salside

" El voraz apetito imperial del rey de España, Fernando el Falsario, hace que desde la cancillería de Aragón se falsifique una segunda Bula, una vez ocupado el Reino de Nabarra, que lleva por nombre Exigit contumatiam, y vinculaba al Estado de Nabarra a la condición de colonia española"
Boltxe
En el año 1512, el Reino de Nabarra era un Estado neutral, en unos tiempos donde la guerra era evidente entre el reino de Francia y la Liga Santísima, la cual estaba formada esta por el Papado, Venecia, España e Inglaterra. Catalina I de Foix y Juan III de Albret, reyes de Nabarra, mantenían desde varios años atrás, una política de neutralidad basada en alianzas basculantes entre el reino de España y el reino de Francia, pero el 10 de julio de ese mismo año, sin previa declaración de guerra, tropas invasoras españolas irrumpen violentamente en el pueblo navarro de Goizueta, dándose comienzo a la usurpación del Reino de Nabarra por parte del rey español, Fernando el Falsario.

Un gran contingente de experimentadas tropas españolas, se encontraba acampado en las puertas de la ciudad de Vitoria desde junio, a la espera de recibir la orden de atacar al Reino de Nabarra y sus habitantes. Los reyes de Nabarra seguían dispuestos a mantenerse neutrales, por lo que buscaron un acuerdo o tratado con Luís XII de Francia, muy similar a otros realizados con anterioridad con Fernando de España, pero el Falsario necesitaba justificar la invasión que había lanzado sobre Estado Pirenaico, por lo que el día 17 de julio presenta un tergiversado y claramente falso Tratado de Blois entre Nabarra y Francia, con el cual buscaba la excomunión de los cismáticos, según él, reyes de Nabarra, merecedores de ser despojados de su corona y del Reino. El verdadero Tratadode Blois salió a la luz realmente el día siguiente, pero eso no impidió que el rey de España diera la orden de marchar a sus tropas contra Nabarra.

Fabrique Álvarez de Toledo, duque de Alba, irrumpe en el Reino de Nabarra, al frente de las tropas española el día 19 de julio, entrando concretamente por la Burunba y Lekunberri. El ejército invasor español era numeroso y estaba formado por 1000 hombres de armas, 1000 caballeros bardados, 1500 caballeros ligeros, 12.000 infantes y 20 piezas deartillería. Antonio de Acuña, obispo de Zamora, pronto se une al grueso de las tropas españolas. Junto a él 400 hombres armados más, entre los que se encontraba el temido tercio de Bugía, conocido por los numerosos estragos realizados entre la población civil del norte de África. Junto a ellos se encontraba Luís IV de Beaumont, al cual el rey español le otorga los mismos títulos que le concedió a su padre. Estos eran el de Condestable de Nabarra y conde de Lerin, algo que solo podían otorgar los reyes legítimos de Nabarra. Luís IV de Beaumont iba junto a su cuñado el Duque de Nájera, capitaneando 700 coraceros reales españoles. El duque de Alba dividió al ejército invasor en tres poderosas columnas, dos de ellas capitaneadas por los coroneles Villalba y Renfijo, mientras que la tercera, era comandada por Luís IV de Beaumont.

El 20 de julio aparece el Monitorio Etsi hii y la Bula Pastor illecoelestis, realmente preparadas en la cancillería de Aragón, ya que apesar de estar pedidas desde abril al emperador de Roma, estas aún nohabía llegado a las manos del rey de España. De todas formas el principal aliado del reino de España, el Papado, guarda un silencio cómplice.

Tras la toma de la capital, nuevas tropas españolas penetran en territoriodel Reino vascón. Estas son las del arzobispo de Zaragoza, hijo natural obastardo, del rey español Fernando el Falsario, encaminándose hacia laleal ciudad de Tutera. Las tropas españolas pudieron ser vistas en Cascanteel día 31 de julio, bloqueando con ello la ciudad ribera. Ese mismo día, Fernando el Falsario publica un quimérico manifiesto intentando demostrar que la ocupación del Reino de Nabarra es conforme a los términos acordados en la Liga Santísima. Era un intento de darle un carácter de empresa santa y a la vez, buscaba con el una justificación, no solo ante los naturales del País vascón, sino también de cara a sus aliados, concretamente los ingleses, que observaban atónitos desde Pasajes la invasión española del Reino de Nabarra, ya que el objetivo de la Liga Santísima era la Guyena, enpoder de Luís XII de Francia.

El 10 de agosto de ese mismo año, Fernando el Falsario aniquila laslegítimas Cortes de Nabarra sitas en Iruñea, lo que provoca una postreraproclama del rey de Nabarra, Juan III de Albret, en Donapaleu el 30 de Septiembre, denunciando al rey español, por usurpador y tirano, ya que había ocupado de forma ilegal e ilegítima, mediante la fuerza de las armas, el neutral Reino de Nabarra. El voraz apetito imperial del rey deEspaña, Fernando el Falsario, hace que desde la cancillería de Aragón se falsifique una segunda Bula, una vez ocupado el Reino de Nabarra, que lleva por nombre Exigit contumatiam, y vinculaba al Estado de Nabarra a la condición de colonia española, sirviendo hasta hoy día al estado español, para justificar toda suerte de atropellos y crímenes realizadospor su inquisición, más la destrucción de los castillos navarros y la expulsión de la nobleza e intelectualidad humanista del territorio ocupado por soldados españoles, auténticos extranjeros en esta tierra.

Ante la pasividad mundial, Fernando el Falsario crea y sanciona unas nuevas Cortes, realmente hechas a sus propia medida el 13 de marzo del año 1513, las cuales, de forma ilegal y fraudulenta, lo titulan como rey de Navarra, lo que facilita cierta y posteriormente el trabajo de anexión del Reino de Navarra a la corona de Castilla, efectuado por el Falsario en las cortes españolas de Burgos el 7 de julio del año 1515, en donde no se encontraba ningún navarro, generando incluso las protestas y el encarcelamiento de su leal escudero, Luís IV de Beaumont.

La aparición de una tercer Bula, etsi obstinati también es falsificación ante la complicidad pasiva de la Iglesia Católica, la cual mantenía un pacto con el reino de España debido a las cuantiosas deudas que acarreaba con este, en gran medida por las fastuosas obras que estaban realizando en el Vaticano. Esta Bula ya es una clara condenación de los reyes navarros, Catalina I de Foix y Juan III de Albret. Es muy probable que el emperador de Roma, Julio II, sólo proclamó la bula contra Luís XII de Francia, Universis Santae Matris Ecclesiae, pero lo que es seguro su silencio cómplice ante el expolio del Estado de Nabarra y la usurpación del rey español, Fernando el Falsario.

Bibliografia ADOT, Álvaro. Juan de Albret y Catalina de Foix o la defensa del Estado navarro, 2005 AGRAMONT, Pedro. Historia de Navarra, 1996 ALTUNA, Aitzol. Fernando el Falsario, 2009 AOIZ, Floren. La vieja herida. De la conquista española al amejoramiento Foral, 2002 ARBELOA, Víctor Manuel. La corte protestante de Navarra (1527-1563), 1992 BOISSONNADE, Pierre. La conquista de Navarra, 1981 CAMPIÓN, Arturo. Obras completas, 1983 CLAVERÍA, Carlos. Historia del Reino de Navarra, 1971 DE OLAIZOLA, Juan Mª y URZAINQUI, Tomás. La Navarra marítima, 1998 ESARTE, Pello. Navarra 1512-1530, 2001 ESARTE, Pello, Represión y reparto del Estado navarro (siglos XVI y XVII),2007 HUICI, María Puy. En torno a la conquista de Navarra, 1993 JIMENO, J. Mª., Historia de Navarra. Desde los orígenes hasta nuestrosdías, 1980 LACARRA, José Mª. Historia política del Reino de Navarra desde susorígenes hasta su incorporación a Castilla, 1972 LACARRA, José Mª. Historia del Reino de Navarra en la Edad Media, 1976 MIRANDA, Fermín. Historia de Navarra, 2004 MORET Y ALESON. Annales del Reyno de Navarra, 1980 NARBAITZ, Pierre. Navarra o cuando los vascos tenían reyes, 2007 PÉREZ, María Cruz. Atlas de Navarra. Geografía e historia, 2006 ORIA, Jon, Los últimos reyes de Navarra, 1987 ORIA, Jon, Navarra es una colonia española y francesa, 1994 PESCADOR, Aitor. Francisco de Xabier, nacimiento de un mito, muerte de unanación, 2006 SALDISE ALDA, Iñigo. La guerra de Navarra, 2007 SALDISE ALDA, Iñigo. Los herederos de San Pedro contra los navarros, 2008 SALDISE ALDA, Iñigo. La Iglesia Católica y su gran deuda con Nabarra,2009 SERRANO, Bixente, Navarra. Las tramas de la historia, 2006 SORAUREN, Mikel, Historia de Navarra, el Estado Vasco, 1999 URZAINQUI, Tomás. Navarra, sin fronteras impuestas, 2002 URZAINQUI, Tomás, Navarra Estado europeo, 2003 USUNARIZ, Jesús María. Historia Breve de Navarra, 2006 VV.AA. Historia Ilustrada de Navarra, 1993 VV.AA. Historia de Navarra, 1994 VV.AA., Enrique II de Albret “el sangüesino” (1503-1555), 2003 YANGUAS Y MIRANDA. Crónica de los reyes de Navarra, 1843 YANGUAS Y MIRANDA. Historia compendiada del Reino de Navarra, 1843

2010/04/19

Con la transición han TOPado ahora

"El TOP se suprimió el 4 de enero de 1977, el mismísimo día en el que se creó la Audiencia Nacional."

Txisko Fernández, periodista
GARA

El Tribunal de Orden Público fue la institución a la que la dictadura fascista española trasladó las esencias del Tribunal del Santo Oficio cuando se dio cuenta de que ni con el millón de muertos de la guerra ni con los miles y miles que fueron enterrados en fosas comunes en los años posteriores habían podido terminar con todos «los rojos» (fueran éstos de izquierdas o republicanos de derechas). Aunque ahora nos parezca una aberración, el TOP fue diseñado como un lavado de cara del régimen a comienzos de los años 60, ya que desde que terminó la guerra el órgano «judicial» encargado del tema se había denominado Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo.


El TOP se suprimió el 4 de enero de 1977, el mismísimo día en el que se creó la Audiencia Nacional. Sí, amigos y amigas de Garzón, de la Audiencia Nacional se puede decir que es la heredera del TOP. Sí, republicanas y republicanos españoles, de Juan Carlos de Borbón se puede decir que fue nombrado príncipe heredero por Franco y que no se colocó la corona hasta que murió el dictador. Y de la transición española se debe decir lo que decía la mayoría de quienes luchaban por la democracia en el Estado español a mediados de los años 70: «Sin ruptura con la dictadura, aquí seguirán mandando los de siempre» (aunque luego se repartieran el pastel con los «jóvenes demócratas» del PSOE). Ahora, treinta años después, los amigos de Garzón se atreven a señalar a altos cargos de la judicatura como herederos de las esencias del TOP.
Puestos a refrescar la memoria: cuando funcionaba el TOP, la Guardia Civil y la Policía detenían arbitrariamente; incomunicaban a los arrestados; se les negaba un abogado de confianza y se hacían oídos sordos a las denuncias de torturas; jueces y guardias civiles preparaban montajes para «atacar a la libertad de prensa y al propio Estado de Derecho» (el entrecomillado, de Patxi López sobre el «caso Egunkaria»); pasaban años encarcelados sin juicio... Todo esto les recordará los tiempos del TOP, pero no olviden que sigue sucediendo en estos días gracias a Garzón, Marlaska, Del Olmo y compañía.

2010/04/18

Entrevista del diario Gara con el voluntario de SOS-Racismo Gipuzkoa, Agustin Unzurrunzaga

"La xenofobia se da probablemente en todos los ámbitos, pero sí hay una xenofobia muy ligada a la derecha, articulada políticamente. Aquí menos, pero en otras partes de Europa esa articulación se da en el ámbito de la extrema derecha"

GARA
Nació en una familia antifranquista y tomó el relevo. En el exilio en París descubrió una clase obrera solidaria con los extranjeros. Más tarde se volcó en el sindicalismo. Hace veinte años abrió camino en la lucha por la integración de los trabajadores inmigrantes. Ahora, apenas estrenada la jubilación y tras una década como coordinador de SOS Racismo-Gipuzkoa, sigue como un voluntario más. No tiene teléfono móvil ni carné de conducir, pero no para.

Usted procede de una familia de militantes antifranquistas. ¿Cómo le influyó aquel ambiente familiar?
Mi familia había participado en la guerra en el bando republicano. Mi padre había estado en el Batallón Loiola. El ambiente familiar era netamente antifranquista. Estaba también marcado por la muerte de mi padre a consecuencia de la primera huelga general después de la guerra, el Primero de Mayo de 1947; era militante de ELA. Lo detuvieron en Bergara y murió el 7 de mayo. Yo no le conocí; cuando murió, la madre estaba embarazada y yo nací más tarde, en septiembre. La primera manifestación que se hizo en Bergara después de la guerra fue por la muerte de mi padre.

¿En qué circunstancias murió su padre?
Mi padre estuvo detenido primero en Bergara, luego lo trasladaron a Donostia. Mi padre murió... Se tiró o... Yo creo que se tiró él al tranvía directamente cuando estaba detenido y cuando iba esposado y lo trasladaban de un sitio a otro. Murió a consecuencia de eso. Los viejos del pueblo solían decirme: «Hire aitak sekula ez zuen berba egin» («tu padre nunca habló»).

¿Qué le llevó a usted a la militancia clandestina?
En la Escuela Profesional del pueblo conocí a otros compañeros de la misma edad y, en un ambiente antifranquista, me fui incorporando a la militancia clandestina. Tenía 18 años cuando me detuvieron por primera vez, por el tema de la «Carta a los intelectuales»... Era 1966 y estuve en la cárcel de Martutene poco tiempo. Creo que la condena era de cuatro años, pero estuve unos tres meses y salí en libertad provisional.

Luego llegó el exilio, primero en Iparralde y luego en París...
En 1968 me marché al otro lado a raíz de la muerte del [comisario Melitón] Manzanas y el estado de excepción. Fue la típica situación de suerte; en aquella época el que había pasado por la cárcel solía estar tremendamente controlado. Era verano del 68, yo estaba trabajando en la fábrica. A las 6 de la mañana vino un compañero de trabajo diciéndome «hire etxe aurrean dana goardia zibilez josita zegok» («delante de tu casa está todo lleno de guardia civiles»). Entonces pasé a Iparralde y luego a París...

Llegó usted en los coletazos de Mayo del 68...
Llegué muy joven, con 21 años, justo después de Mayo del 68. Empecé a trabajar en una empresa de limpieza, con un patrón anarquista de origen catalán que cogía a trabajadores refugiados... Era un trabajo muy precario pero te permitía sacar la vida adelante, alquilar una habitación e ir al comedor de estudiantes. Luego hice una prueba en Renault como ajustador, la pasé y entré en la fábrica de Saint Ouen.

Estaba en otro país... ¿Recuerda qué es sentirse extranjero?
Yo era un chaval joven y mi experiencia en eso era nula. Había acabado la Escuela Profesional a los 18 años y empecé a trabajar de inmediato. Mi diversidad habían sido los trabajadores de Osintxu y los de Arrasate o los de Soraluze, ir a las fiestas de Arrasate o a los Sanjuanes de Eibar. Mi mundo era absolutamente pequeño. Encontrarme en una fábrica como Renault, aunque sólo fuese en un departamento de 500 trabajadores, ya era muy grande y diverso en cuanto a la procedencia de la gente. Había tunecinos, argelinos, yugoslavos... Era encontrarse con una clase trabajadora muy diversa. Pero su condición de trabajadores tenía un peso muy grande, independientemente de su origen nacional. Allí me afilié inmediatamente al sindicato [comunista] CGT. Fue para mí algo muy interesante y enormemente enriquecedor.

¿Con qué legado ideológico volvió de París?
Eran los coletazos de Mayo del 68. En mi taller, por ejemplo, habían quitado los relojes para fichar como una cosa simbólica. Y pervivía un movimiento obrero activo. Mayo del 68 no fue sólo la parte estudiantil, sino que fueron también diez millones de trabajadores en huelga, con fábricas ocupadas, etc. Eso me dejó un poso muy grande. Por otro lado, me topé también con algo que era completamente nuevo para mí: los primeros problemas políticos relacionados con las expulsiones de trabajadores extranjeros. Y empecé a pensar «ahí hay otro problema gordo». El lema de las manifestaciones de París era «Trabajador francés, trabajador inmigrado, un mismo combate». El tema de la unidad de todos los trabajadores caló mucho en mí.

Y a su vuelta a Euskal Herria, ¿cómo fueron sus comienzos en el terreno de la sensibilización sobre la inmigración?
Empezamos a hacer cosas cuando comenzaban a producirse las primeras muertes de trabajadores inmigrantes en pateras. Eran los años 1990, 91... Comenzaba a morir gente por emigrar, por el derecho a buscar en otros sitios unas condiciones de vida más dignas. Empezamos con cosas simbólicas, solíamos poner en el Bulevar de Donostia tantas cruces como muertos se producían.

En Hego Euskal Herria hay aproximadamente un 6% de población inmigrante, que es notablemente menos que en otras zonas vecinas. ¿Por qué?
Sí, es aproximadamente la mitad. En el conjunto del Estado español la tasa de [inmigrantes] empadronados es un poco más del 12% y aquí justo llegamos al 6%. Hay dos cosas que han influido en esto: el tipo de mercado de trabajo y las condiciones de vida y carestía. El mercado de trabajo es limitado, el acceso al trabajo industrial es muy difícil, y no hay agricultura o es marginal. En esa medida, es una zona menos atractiva que otras para los primeros asentamientos. Y además es una zona muy cara. La vivienda, el alquiler de las habitaciones son carísimos...

El nivel económico o el origen parecen cambiar nuestra percepción sobre los inmigrantes. ¿Existe una jerarquización de la inmigración?
Es evidente que existe jerarquización. En este momento, en la Comunidad Autónoma [Vasca] el cuarenta y algo por ciento de los extranjeros son comunitarios. Por ejemplo, si yo pregunto al grueso de la población si los mil y pico franceses que hay en Gipuzkoa son inmigrantes, probablemente me dirán que no, que inmigrantes son los ecuatorianos, los colombianos, etcétera. Además, la gente jerarquiza en función de prejuicios, de estereotipos y de las situaciones de cercanía. Hay que combatir ese tipo de percepciones porque a veces son muy erróneas y tienen muy poco que ver con las personas.

Detrás de todo inmigrante hay un grupo grande de esperanzas: familia, amigos... El emigrante solitario no viaja solo.
La decisión final de emigrar es una decisión que adopta una persona, una pareja... pero en ella ha intervenido, probablemente, todo su ámbito familiar. Durante un tiempo, el inmigrante tiene que disponer de dinero, porque al principio sólo hay gastos y no hay ingresos. En esa ayuda interviene bastante gente; en algunos casos se hipotecan propiedades o hay préstamos de familiares y de amigos.

Vemos tendencias como concentrar a los inmigrantes en las periferias de las ciudades, sin derechos políticos, con menos derechos civiles y laborales que la población autóctona... ¿Estamos montando una bomba de relojería para el futuro?
Es evidente que la sociedad tiene un neto carácter discriminatorio. Quien llega tiene menos derechos laborales; hasta tener permiso permanente no hay equiparación laboral con un trabajador autóctono. Hasta el tercer permiso, el inmigrante tiene una dependencia y fragilidad administrativas que no tiene ningún trabajador autóctono. Al llegar al permiso de residencia permanente podríamos decir que hay una equiparación en el terreno laboral, pero eso no quiere decir que se esté social y políticamente equiparado. En el ámbito político, esa persona sigue siendo netamente discriminada. Ahora se están haciendo acuerdos de reciprocidad para votar en las elecciones municipales, pero los inmigrantes de países que no tienen esos acuerdos seguirán sin derecho a voto. Se excluirá toda África, Asia...

¿Somos racistas los vascos?
Es difícil contestar a eso. Como en todas las sociedades, el racialismo existe, es un producto europeo en sus orígenes. Y hay que tener en cuenta siempre que el racismo es muy cambiante, se adapta y es polimorfo. En nuestra sociedad está presente, pero no en sus formas más antiguas, las procedentes del siglo XIX, lo que llamamos racismo explícito, biológico o histórico, basado en la consideración de que hay grupos humanos llamados razas.

El racismo actual ya no radica tanto en la biología como en la cultura y el nivel económico. ¿Se está sofisticando?
Sí. El racismo biológico es producto del siglo XIX, que fue el siglo de la ciencia. Hubo gente que intentó explicar las cosas desde las diferencias fenotípicas y de ellas hacía distinciones de tipo moral y jerarquizaba las personas. El gran golpe de ese tipo de racismo se da con el nazismo y el exterminio de seis millones de judíos; es un tipo de racismo de exterminio, que considera que ése es un cuerpo extraño en la sociedad y hay que liquidarlo. A partir de los años ochenta, en Francia y en Gran Bretaña se construye un tipo de racismo basado en la cultura, que considera que ésta juega el mismo papel que antes jugaba la biología. Es el mismo determinismo: la persona proviene de un ámbito puntual que lo determina de por vida y no hay posibilidad de entrar en contacto con él.

¿La experiencia de haber sido un pueblo emigrante nos ha enseñado algo a los vascos?
Esa situación de pueblo emigrante se da en muchas zonas del Estado. Yo no creo que sea un elemento determinante. No digo que no tenga influencia en una cierta apertura o en entender que la gente tiene derecho a emigrar. Igual es el punto de partida para decir «yo también en un momento determinado recurrí a eso y tengo que reconocer que otros tienen derecho a intentarlo allá donde yo vivo».

¿Tiene color la xenofobia? Derecha, izquierda...
La xenofobia se da probablemente en todos los ámbitos, pero sí hay una xenofobia muy ligada a la derecha, articulada políticamente. Aquí menos, pero en otras partes de Europa esa articulación se da en el ámbito de la extrema derecha; lo cual no quiere decir que esa xenofobia no exista en el interior del movimiento obrero, que es enormemente contradictorio en ese terreno. El movimiento obrero ha sido probablemente el movimiento social que más ha favorecido la integración de gente diversa. Sin embargo, dentro de él también se da el rechazo y la xenofobia. Una parte de la extrema derecha tiene caladeros en el interior del movimiento obrero o en barrios populares. Aquí ocurre, probablemente, lo mismo con los servicios sociales, etc.

¿Las nuevas generaciones son más integradoras?
Hay de todo. Hay una parte cuya experiencia vital es de sociedades diversas, es gente que se mueve, que viaja de un sitio para otro o que va a estudiar a otros países. Hay una parte de la juventud que tiene la cabeza más abierta a la existencia de gente de procedencias diferentes con la que tiene que convivir. Esto no quiere decir que entre los jóvenes no haya también situaciones de fobia al extraño.

¿La euskaldunización puede ser un factor de socialización?
Depende del ámbito. En los pueblos donde la presencia social del euskara es muy grande, la socialización a través de la lengua ha sido como la de cualquiera que se topa con una lengua diferente. La socialización en euskara de los hijos de los senegaleses en Ondarroa es para ellos exactamente igual que si fueran a Alemania con otra lengua. En ese terreno no hay, por lo tanto, ninguna dificultad especial. Es diferente en ámbitos mixtos, o en las grandes ciudades, donde al final la población utiliza la lengua mayoritaria en su relaciones sociales.

Y el factor religioso, ¿qué influencia tiene?
Aquí todavía no nos encontramos con este tema, pero me da la impresión de que nos lo vamos a encontrar en un plazo corto. Es un tema muy importante en el grueso de países de Europa. Hoy en día la extrema derecha europea hace bandera en contra del Islam. Lo hemos visto con el tema de los alminares en Suiza, con el Frente Nacional en Francia, en Flandes, en Dinamarca, en Holanda... El Islam se convierte dentro de ese ámbito de la laicidad en un elemento nuevo. Eso aquí no es hoy un problema; no sé si será en el futuro. Vista la experiencia europea me da la impresión de que, efectivamente, puede haber una parte de la población que convierta en chivo expiatorio a la población musulmana. Sería un problema en la medida en que es una religión muy visible, con unos ritos muy públicos y muy evidentes, y hasta parte de ellos tienen que ver con vestimentas...

Jóvenes inmigrantes no acompañados. Ha habido conflictos. Ustedes piden paciencia, pero parece que hace falta algo más que eso. ¿Admiten que la sociedad que los acoge pueda tener motivos de recelos?
Sí, claro. Efectivamente, los menores no acompañados han supuesto un problema y hemos tenido mucha bronca con ello. Es un problema difícil y en más de una ocasión hemos dicho «hay que tratar con paciencia este tema», de la misma manera que tratamos con paciencia a nuestros menores que están en desamparo. Esto no nos causa ningún problema y consideramos que hay que poner medios. Con los menores extranjeros hay un punto de partida, que es considerar que no son nuestros menores. Y nosotros siempre hemos dicho «estos chavales que vienen también son nuestros menores», están desamparados, provienen de familias desestructuradas, han vivido en la calle, etc. y, por lo tanto, los tenemos que tratar igual que a un menor autóctono que tiene el mismo tipo de problemas. Y a su vez, este menor tiene una diferencia respecto a los autóctonos: tiene que construir un proyecto migratorio. Eso es muy complejo porque el trabajo de acogimiento además debe recomponer lo roto que viene. Una parte de ellos vienen muy rotos emocionalmente, algunos han hecho ya un proceso de vida en la calle con lo que eso implica. Hay que descargar esa mochila y reconstruir buena parte de la personalidad que viene relativamente rota. Y a la vez, hay que construir un proyecto migratorio que se va a acabar con el acogimiento a los 18 años.

¿Cuáles son los obstáculos más frecuentes que deben superar los inmigrantes cuando llegan?
Primero, la contratación en origen está cerrada. La gente tiene que acceder a los permisos de trabajo y residencia a partir del arraigo social; eso implica una permanencia de tres años en situación irregular y, por tanto, trabajo en economía sumergida. Segundo tema: la reagrupación familiar. Pesa mucho y es muy normal, la gente quiere vivir con su entorno querido, con su pareja, con sus hijos... Eso es muy complicado, hay que acreditar vivienda, medios de vida suficientes... Una tercera cuestión es la denegación de renovación de permisos de trabajo y residencia. Está también el problema de la vivienda: la carestía, el acceso, vivir en habitaciones alquiladas... Y luego está el problema de las personas en situación irregular, que siguen siendo un número muy importante.

¿Cerrando fronteras cerramos algo más de nosotros?
Cerrar las fronteras es un ensimismamiento de nosotros. Parece que los que estamos dentro somos los únicos que podemos estar, y mirándonos a nosotros mismos vamos a estar protegidos no se sabe muy bien de qué.

Las fronteras cerradas son un objeto de muerte; las fronteras cerradas matan. La gente tiene que atravesar las fronteras y, si no puede, utiliza procedimientos extraordinarios para hacerlo y muere. En los últimos diez años se calcula que cerca de 15.000 personas han muerto entre el Estrecho [de Gibraltar] y las Islas Canarias. 15.000 muertos es una barbaridad, pero parece que ese número enorme de muertes no causa ningún problema.

Y no sólo está el tema de los muertos, que es gravísimo, sino también no tener en cuenta el derecho de las personas a vivir con dignidad. Si la gente no encuentra esa dignidad donde vive, va a ir a otro sitio. Es lo que hablábamos antes: nosotros o nuestros antepasados lo han hecho anteriormente, bien por razones económicas o políticas.

2010/04/12

¿Qué víctimas?, ¿qué terrorismo?

"...las autoridades gubernamentales, institucionales y judiciales se han negado a reconocer cualquier responsabilidad, obstaculizando las investigaciones judiciales iniciales..."

Xabier Barber y Ramón Contreras
GARA

En los próximos días va a ser debatida y votada en el Parlamento Foral la propuesta de Ley Foral de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo presentada por el PSN. La misma trata de redundar y complementar las ayudas estatales ya existentes, a fin de que la reparación a las víctimas sea lo más completa posible. Sin embargo, en nuestra opinión, esta ley, tal y como está planteada, constituye otra oportunidad perdida para avanzar en la demanda de verdad, justicia y reparación que diversos colectivos y personas reivindicamos desde hace tiempo en Nafarroa.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAL) define el «terror» como «miedo muy intenso». Sinónimos de esta palabra son los de «pavor», «espanto», «pánico». Pues bien, ¿no se creó auténtico terror en Iruñea el 8 de julio de 1978?, ¿no hubo pánico, espanto, pavor y miedo entre la multitud que presenció la entrada en el coso de decenas de policías golpeando y disparando a discreción contra la gente que se hallaba en el redondel y los tendidos?, ¿no lo hubo entre los miles de personas que vieron y padecieron en la calle las brutales cargas de la Policía?
Según sus propios datos, ésta disparó más de 5.000 pelotas de goma, 1.000 botes de humo, 1.000 botes lacrimógenos, 100 proyectiles de 9 mm Parabellum y 50 de 9 mm corto. Resultado: una persona muerta, Germán Rodríguez, 11 heridas de bala, varios cientos más atendidas en hospitales y centros de salud... ¿Alguien puede negar la existencia de terror, pánico, pavor y espanto ese día?
Sigamos con el Real Diccionario: «Terrorismo: sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror». El dossier sobre Sanfermines-78 elaborado por la Comisión de Peñas señala cómo, dos meses antes, Iruñea fue la única ciudad del Estado donde la Policía cargó brutalmente contra la manifestación del 1º de Mayo. El gobernador I. Llano declaró que sus fuerzas no se pudieron controlar. Más adelante, en mayo, tras un funeral por una víctima de ETA, decenas de extremistas de derecha sembraron el pánico en el Casco Viejo portando palos, porras, cadenas y pistolas. Uno de ellos, subteniente de la Guardia Civil de paisano, fue herido por arma blanca, falleciendo posteriormente. La sede de LKI fue asaltada por los fascistas y una bala atravesó su puerta de acceso. Ningún incontrolado fue detenido, pero sí varios jóvenes, acusados luego de la muerte del subteniente.
Los días previos a Sanfermines se comprobó la llegada de ultraderechistas a la ciudad que venían a hacer patria. Dos cadetes de la Escuela Militar de Toledo afirman en el tren en el que vienen a Iruñea: «¡Van a ver esos vascos!».
Los días 7 y 8, antes de la corrida, la presencia policial alrededor de la plaza es bastante mayor de lo habitual. El día 7 hay un intento policial de entrar al ruedo que finalmente es revocado. Lo del día 8 ya es sabido. En la radio policial alguien ordena: «Tirar con todas las energías y lo más fuerte que podáis. ¡No os importe matar!». Sólo alguien con bastantes estrellas en sus galones o altos nombramientos puede dar una orden así: licencia para matar, impunidad para el crimen. Hacemos nuestro lo afirmado entonces por la Comisión de Peñas: «¿Quién es quién en los mandos?, ¿quién es quien dirige y manipula?, ¿quién es quien manda matar y mata?, ¿quién es quien manda cargar y carga?, ¿quién es quien manda ultrajar unas fiestas?... ¿Quién aterroriza a la población?, ¿quién es el terrorista?».
El crimen de Sanfermines de 1978, el terror vivido en la plaza y en la calle, no tiene cabida en el proyecto de Ley Foral presentado por el PSN. Si se aprueba así, sus víctimas no tendrán reconocimiento alguno, ni institucional ni personal. Un requisito imprescindible para ello, ¡qué ironía!, es que sean las propias «Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o las respectivas sentencias judiciales, si así las hubiera», las que certifiquen que se trató de un acto terrorista.
En el caso de Sanfermines-78, las autoridades gubernamentales, institucionales y judiciales se han negado a reconocer cualquier responsabilidad, obstaculizando las investigaciones judiciales iniciales. Y el conjunto de instituciones, con la honrosa excepción del Ayuntamiento de Iruñea de aquel 1978, ha optado por mirar para otro lado, tal como hemos podido comprobar personalmente durante todos estos años.
El debate realizado en la Comisión del Parlamento Foral no ha conseguido enderezar el proyecto inicial, habiéndose rechazado todas las enmiendas presentadas, salvo las propias del PSN, UPN y CDN. No es de extrañar. El proyecto está hecho del mismo material que la ley estatal correspondiente. Melitón Manzanas, el torturador, sí fue una víctima; Germán Rodríguez, militante antifranquista y revolucionario, no. Las varas de medir del poder son distintas. Sus sentencias también: la balanza de su Justicia está trucada. Los criminales del GAL -Amedo, Barrionuevo, Vera, Galindo...- no cumplieron ni el diez por ciento de sus varios siglos de cárcel de condena. Otros, incluido el señor «X», ni siquiera fueron juzgados.
El crimen de Sanfermines-78 no es el único cometido en Nafarroa que quedará en el tintero. Seguirán impunes también las muertes de José Luis Cano a manos de la Policía, en 1977, durante la semana pro amnistía; la de Gladys del Estal, militante ecologista muerta por la Guardia Civil en Tutera, en 1979; la de Mikel Arregi, concejal de HB en Lakuntza, muerto ese mismo año en un control de la Guardia Civil; la de José Miguel Etxeberria, Naparra, de los Comandos Autónomos, desaparecido en Iparralde, en 1980, cuya muerte reivindicó el Batallón Vasco Español; la de Mikel Zabalza, de Orbaitzeta, torturado hasta morir en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, en 1985...

En el proyecto de ley se habla de la necesidad de sumar el apoyo institucional «al esfuerzo denodado que realizan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para luchar contra el terrorismo y quienes lo amparan», siendo estos actos los «perpetrados por persona o personas integradas en bandas o grupos armados o que actuaran con la finalidad de alterar gravemente la paz y la seguridad ciudadana». De esta manera, muertes como las relatadas quedan necesariamente fuera del ámbito de la ley, ya que unas fuerzas de seguridad, según su propia definición, no pueden alterar nunca la seguridad ciudadana. Lo dijo ya en su día Martín Villa, que de esto sabía mucho: «Lo nuestro son errores; lo de ellos son crímenes».

Así es que, por razones de verdad, justicia y reparación, la ley que se discute no puede si no contar con nuestra más contundente enmienda a la totalidad
(firman también este artículo Sabino Cuadra, Xabier Díaz, Miren Egaña, Josu Txueka y Piru Zabalza, todos miembros de Sanfermines-78 gogoan!)

2010/04/11

ANTE EL ENJUICIAMIENTO DEL JUEZ BALTASAR GARZÓN. Ahaztuak 1936-1977

"...juzgar al juez Garzón por prevaricación cometida según sus acusadores a traves de su auto judicial es hasta el momento el último capitulo de este esperpento que sólo puede ser producido en el seno de un modelo de impunidad como es el español..."

M. Urkijo, D. Paredes, L. Garcia y S. Santaquiteria
GARA
La decisión del magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela de sentar en el banquillo de los acusados al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y de juzgarle por su instrucción del caso de las desapariciones durante el franquismo ha suscitado en los últimos dias una ingente atención mediática sobre este hecho, en lógica continuidad de la repercusión que tuvo en su momento la elaboración por parte del magistrado que ahora va a ser juzgado de su famoso auto en el que se planteaba la investigación de diferentes actos represivos cometidos por el régimen franquista.

En aquel momento desde Ahaztuak 1936-1977 declaramos públicamente nuestra acogida positiva del auto elaborado por Baltasar Garzón ya que por vez primera se recogia en un auto judicial algunas de las reflexiones en torno a hechos y responsabilidades sobre actos represivos, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales cometidas durante el régimen franquista y que desde las victimas de aquel régimen y sus asociaciones venimos planteando desde hace décadas. Este auto tuvo y tiene creemos dos virtualidades: la primera dar carta de verdad y de realidad del carácter criminal del régimen franquista ante un amplio sector de la ciudadania cuyo bajo nivel de conciencia le hace más creible lo sabido por el simple hecho de aparecer en un auto judicial; la segunda reflejar de forma notoria, publica, evidente y no exenta de pedagogía práctica la existencia y la consistencia del modelo español de impunidad a traves del debate que tanto a nivel social como político y judicial este auto generó y genera por todo lo que en torno a él ha venido surgiendo: reflexiones, contradicciones, descalificaciones...

Hoy la decisión de juzgar al juez Garzón por prevaricación cometida según sus acusadores a traves de su auto judicial es hasta el momento el último capitulo de este esperpento que sólo puede ser producido en el seno de un modelo de impunidad como es el español, consustancial por desgracia al modelo de democracia que tenemos y que lo tolera y alienta, un modelo que hace posible que la Falange -el partido fascista y criminal mentor ideológico y responsable de miles de crímenes bajo el franquismo- sea quien acuse a quien refleja de alguna forma esos crímenes y la posibilidad de investigarlos.
Ante ello desde Ahaztuak 1936-1977 queremos expresar públicamente una valoración en la que queremos subrayar:

-Que lo que esta ocurriendo con el Juez Baltasar Garzón es una muestra más de la realidad del modelo español de impunidad, de su existencia, de su vigencia y de su operatividad práctica.

-Que a pesar de la notoriedad y evidente repercusión mediática del enjuiciamiento de Garzón este modelo de impunidad hay que entenderlo en su globalidad y ver y comprender los diferentes elementos y expresiones que lo conforman. Por lo tanto desde nuestra asociaciación nos negamos a dar tanto a lo que ocurre con el Juez Baltasar Garzón, tanto a su enjuiciamiento como a su auto y a él mismo la centralidad que desde algunos ámbitos –en algunos casos demasiado interesadamente- se les esta intentando dar dentro de la lucha contra el modelo de impunidad y de la lucha por las reivindicaciones de todas las victimas del franquismo. Es sumamente llamativo ver como personalidades y personajes de la más diversa adscripción, partidos, sindicatos y asociaciones de los cuales muchos han sido promotores y sostenedores desde 1977 de este modelo de impunidad se prestan ahora a movilizarse y nos convocan a hacerlo, pero no contra el modelo en su conjunto y contra todo lo que este significa, sino exclusivamente en defensa del Juez Garzón...

-Que en estos mismos momentos este modelo de impunidad se esta mostrando tambien -además de en el enjuciamiento de Baltasar Garzón- en la negativa a considerar victimas del franquismo a muchas de las personas asesinadas por ese regimen en los años del tardofranquismo, o en la inhibición de los jueces y autoridades en la investigación de crímenes del franquismo en los niveles locales, o en las negativas de ayuntamientos o particulares a la exhumación de determinadas fosas, o en la pervivencia de la simbologia franquista en tantos lugares, o en la consciente e interesada dejación hacia un sector de luchadores antifascistas, o en la permisividad hacia grupos fascistas como "Falange y Tradición"... Estas tambien son formas y hechos de impunidad por lo que creemos que para luchar con éxito contra ella es necesario hacerlo desde el entendimiento irrenunciable a su globalidad.
-Que en ningun caso, ningun auto ni ningun miembro de un estamento como es el judicial que ha venido siendo y es uno de los más firmes receptores y promotores del modelo español de impunidad para los crímenes del franquismo va a ser quien asegure hasta el final su esclarecimiento y la justicia para sus victimas: la garantia de que esto ocurra sólo esta en la organización y la continuidad del trabajo en todos los ámbitos de las victimas del franquismo y de sus asociaciones en torno a planteamientos claros, contundentes e irrenunciables de Verdad, Justicia y Reparación, entendiendo que estas tres máximas no sólo atañen a los responsables del régimen franquista y de sus crímenes desde el año 1936 hasta el año 1977 sino tambien a los que desde diferentes estamentos han sido los responsables hasta hoy dia del modelo español de impunidad cuyas contradicciones refleja hoy el enjuiciamiento del Juez Baltasar Garzón.

2010/04/09

La nueva Formación del Espíritu Nacional

"...35 años después de la muerte del inspirador de la asignatura, se están tramitando leyes para su exclusiva aplicación en Euskal Herria y, con nombres diferentes pero con idéntica finalidad..."


Alvaro Reizabal, abogado
GARA


Lo del imperio de la ley, el Estado de Derecho y tantas otras cantinelas que se oyen a todas horas en boca de los políticos del momento no es algo nuevo ni posconstitucional. Ya en tiempos del egregio Caudillo se había inventado la democracia orgánica, y a lo que ahora se llama Constitución le llamaban Fuero de los Españoles. El aparato de propaganda del régimen repetía una y otra vez que todo cuanto acontecía en el panorama político se ajustaba a la legislación vigente, nacida del autodenominado Nuevo Régimen surgido del golpe de estado de 1936.


Para que los escolares y universitarios nos formáramos en los principios políticos emanados del glorioso Alzamiento, se incluía en los planes de estudio una asignatura llamada Formación del Espíritu Nacional, vulgarmente conocida como «la Política», que abarcaba temas tan apasionantes para nosotros, entonces jóvenes, como la esencia de lo español, lo antiespañol en la historia o el Movimiento Nacional como esfuerzo para la recuperación de lo español. El profesorado de la materia era seleccionado por sus cualidades intrínsecas para impartir la materia. En el caso concreto de nuestro colegio, el elegido dirigía los campamentos de verano que organizaba la OJE, sección juvenil de la Falange, y hasta podía vérsele en el NODO junto al Generalísimo cuando éste recibía el caluroso homenaje de los jóvenes vascos y, por ello, doblemente españoles. Como todo quedó atado y bien atado, el maestro en cuestión alcanzó un notorio éxito en las instituciones posfranquistas, ocupando puestos de alta responsabilidad, y no sólo eso, sino que se permitía escribir artículos de prensa en los que pontificaba sobre las esencias de la democracia y el trato a dar a los disidentes. La política, junto a la Gimnasia que nos impartía un militar, y la Religión eran lo que los estudiantes llamábamos las tres marías, porque se suponía que eran más fáciles de aprobar, pero había que andar con ojo con las objeciones de conciencia, porque eran oficialmente materias que, como las demás, había que aprobar para pasar de curso.


El tiempo pasó, Franco murió en la cama y había que pintar la fachada, por lo que la FEN desapareció de los planes de estudio. Y, hete aquí que, 35 años después de la muerte del inspirador de la asignatura, se están tramitando leyes para su exclusiva aplicación en Euskal Herria y, con nombres diferentes pero con idéntica finalidad, quieren imponer en los centros educativos planes de convivencia democrática que pretenden obligar a los escolares a que participen, entre otras cosas, en elaborar un plan de la memoria, muy frágil, por cierto, y muy selectiva, porque sólo incluye a las víctimas de ETA, pero no a las del GAL, Triple A, Batallón Vasco Español.... o a las que quedaron esparcidas como despojos por el criminal actuar de los cuneteros.


No es bueno volver a las andadas, y menos cuando son producto de los alambiques de las destilerías del odio.

2010/04/08

Entrevista con el sociologo Jakue Pascual y su ultimo articulo en Gara

"Un movimiento debe ser respetuoso con las autonomías, al igual que las autonomías tienen que ser respetuosas con los mínimos que se adoptan"

Manex Altuna (GARA)
A principios de año, el sociólogo Jakue Pascual obtuvo un «sobresaliente cum laude» tras presentar una tesis doctoral en la UPV sobre «El movimiento de resistencia juvenil en los 80 en Euskal Herria». Un trabajo inédito y escrito, además, con vivencias en primera persona.

¿Qué le vino a la cabeza al presentar su tesis en el lugar en el que antes se ubicaba el antiguo gaztetxe de Bilbo?
Sobre todo, que antes estaba mucho más vivo. La gente hacía cosas en un espacio que se ofertaba a todo aquel que quería expresarse artísticamente. Era un referente del movimiento alternativo europeo, y como ejemplo están los más de 500 conciertos que se dieron con grupos de mucho nivel. Sin embargo, para la propaganda oficial era pernicioso porque se promovían contenidos que atacaban el sistema establecido. De hecho, cuando se produce un despegue económico las instituciones intentan establecer una oferta de ocio a todos los niveles para jóvenes y adultos. Los movimientos sociales anteceden a lo político y a las instituciones, es una cosa que siempre recalco, aunque después intenten mediatizarlos.

¿Cómo definiría al movimiento de resistencia juvenil de los 80?
Los tres principales elementos son el punk, la cuestión vasca desde una visión antirrepresiva, y el entender que las relaciones entre los grupos en la sociedad tienen que ser más directas y horizontales. Había una crisis económica muy profunda que nos conducía a entender que no había futuro para nosotros y el «cualquiera puede hacerlo» del punk nos venía perfecto. Así se crearon numerosos grupos que eran una forma de expresión, como los fanzines y radios libres. Nos sentíamos vascos y el plan ZEN dictamina que todos los jóvenes éramos sospechosos, los que nos hace entender la cuestión vasca de una manera antirrepresiva. Además, veníamos de una transición en la que participamos en grupos de base como los comités antinucleares, donde la relación era asamblearia, como el batzarre, y el trabajo comunitario, auzolan.

¿Había conciencia de ser un movimiento?
Sí y no. Nos reconocíamos al ir a conciertos y en actividades, pero estaba compuesto por grupos heterogéneos, no eran estructuras organizadas. Tuvieron mucha importancia en articular la sensación de ser parte de algo, elementos como el «Egin rock» y «Martxa ta borroka» ofertaron unos escenarios y sirvieron para unir a gente joven de toda Euskal Herria.

¿Qué influencia tuvo el MLNV?
Había un debate que crea tensión y en el que se planteaba hasta qué punto el movimiento era manipulado. No se puede decir que el MLNV lo dirigiera, porque había gente heterogénea, de Jarrai, de los comités antinucleares, entornos libertarios, anarkistas,... aunque es cierto que el surgir de ese movimiento lleva en 1987 a conseguir las mayores cotas a la expresión política de la izquierda abertzale.

¿Qué piensa de la evolución que ha tenido?
El proceso hacia una negociación política en Argel nos arrastra a todos y en los años 90 se pasa de un movimiento que era totalmente heterogéneo a otra forma en la que Jarrai cataliza todo lo que se pone sobre la mesa en los 80. Sobre todo en una primera fase, hasta el 95 y 97, cuando en los topagunes de Etxarri y Zaldibia miles de jóvenes entienden que la única oferta en la que se sentían reconocidos era ésa.

¿Se podía prever el salto represivo que vino después?
El problema que ha tenido en la última época el movimiento juvenil vasco es que los grupos dinamizadores se han encontrado con el aparato del Estado español, que ha dicho que son ilegales. Si de repente un grupo como Segi, que podía haber cata- lizado gran parte de la inquietud de la juventud de lo que es la izquierda abertzale, se le considera ilegal y cuando levantan la cabeza les detienen, es difícil articular cualquier historia organizadamente. Aún así, la necesidad de expresión de la gente joven está ahí. Todavía hay gaztetxes como el de Kukutza en Bilbo que son un ejemplo de dinámica con gente joven que hace un trabajo interesante cara a ofertar un espacio de forma autogestionada.

¿Cómo ve el futuro?
Pienso que hay una percepción en la juventud vasca DE que no le es posible expresarse de una manera libre. Aunque podemos ser optimistas, la sociedad vasca va a tener que salir creando un movimiento que diga dónde quiere ir. El Estado español está embrutecido ideológicamente, pero tenemos movimientos interesantes, como en Catalunya, donde han enseñado que se pueden hacer cosas de otra manera, como con las consultas.

Vuelve a estar presente el debate sobre la acumulación de fuerzas como defendía en su libro «Telúrica vasca de liberación»...
Como el polo soberanista se olvide del elemento alternativo quedará cojo. No podrá profundizar tranquilamente en la democracia y en los principales elementos que no son los ayuntamientos, las diputaciones ni parlamentos, sino el auzolan y batzarre. La única manera que tiene de ir hacia adelante es siendo un movimiento y no una suma de partidos, el que lo entienda así está condenado al fracaso. El mejor ejemplo es el de la insumisión, que si se consigue ir hacia adelante es porque no tiene fisuras. Eso no quiere decir que no hubiera diferencias, sino que el «yo saco rentabilidad» no tenía sentido. Un movimiento debe ser respetuoso con las autonomías, al igual que las autonomías tienen que ser respetuosas con los mínimos que se adoptan.

¿Esa es la llave?
Sí, es la única que existe. Todos tenemos que ceder, pero tener unos mínimos muy claros. Un grupo o un partido puede ser muy activo, pero por muy grande que sea, si no tiene el soporte de un movimiento o de un sector amplio de la población puede aguantar unos envites, pero llega un último. De la otra manera, cada cual se siente parte de ese movimiento porque ese movimiento respeta a cada cual y tiene esa riqueza.


En el país de Jabbrwocky
(2010 abril 01)
Un campo de fuerza me paraliza. En el interior del estanco se oye un deje antillano: -Mi amol, no me va mal con la santería. -¿Roja o azul?, me pregunta el dependiente. -¿Qué?, respondo desconcertado. La caja de puritos... -Roja, contesto automáticamente. No sabía que al encender un cigarro me iba a encoger hasta la altura de una rana. --¡Un conejo blanco!, grita una niña. -¡Vaya, es Alicia!, me digo, como si la conociera de siempre... y observo cómo se pierden ambos por una puertecita abierta en el zócalo de la trastienda. Los sigo. La curiosidad cuenta buenos cuentos.

La historia comienza cuando Alicia, que nunca había visto a un gazapo con chaleco y reloj de bolsillo, cae en el pasadizo psicogeográfico que conecta el estado rígido victoriano con las antípodas del País de las Maravillas.
Bébeme y cómeme. Clave: tAmaÑo. La oruga azul, que fuma hachís en una cachimba, ofrece un bongui alucinógeno con el que regular la altura. Un sonriente Gato de Cheshire indica que no importa el camino que se tome, ya que siempre que se ande lo suficiente se llegará a alguna parte o a una merienda de locos, donde la liebre de mayo y el sombrerero toman el té del eterno retorno. ¡Que les corten las cabezas!, grita autoritaria la Reina de Corazones en el caos de una partida de críquet en la morgue de Toulouse.
Carroll agiganta a Alicia hasta el enfado y ésta se despierta.

-Sé lo que quieras parecer. Tweedledum y Tweedledee se baten predestinados. La Morsa y el Carpintero engatusan a ostrillas incautas. El galimatazo -donde murgiflar es como aullar y silbar con un estornudo en medio- es traducido por Humpty Dumpty antes de estrellarse como un huevo contra el suelo, de donde ni todos los caballos y hombres del Rey pueden levantarlo. La partida de ajedrez ha comenzado. El peón Alicia parte en tren hasta la cuarta casilla y no ceja en su empeño hasta convertirse en la reina del jaque mate.

Escribir es un ejercicio despótico. Lewis Carroll, matemático y predicador, sabe que se transforma en Caballero Blanco al otro lado del espejo y que como fotógrafo capta una extraña intensidad en la mirada de las niñas. Le persigue la polémica. Para Deleuze es un perverso sin crimen. Para Artaud la fecalidad le subyace.

Jefferson Airplaine apela a Alicia. La lógica y la proporción mueren de psicodelia. «Ellos son los hombres huevo/ Yo soy la Morsa/ Gu Gu G´Jub», cantan The Beatles. Chick Corea teclea el jazz de Humpty Dumpty. Alicia inspira a Joyce y a la subcultura de las lolitas. En «Matrix» se inscribe un recurso: Sigue al Conejo Blanco. Terry Gilliam recita «Jabberwocky». Los personajes del cuento se refocilan en el musical «Alicia en el país de las pornomaravillas». Hepworth adapta Alicia al cine mudo. Disney en forma de dibujos. Svankmajer realiza la surrealista «Neco Alenky». Marilyn Manson proyecta «Phantasmagoria: the visions of Lewis Carroll» y se acaba de estrenar la versión de Tim Burton.
El tiempo corre hacia atrás. Desde que Lewis Carroll narrara a Alice Liddell las aventuras underground que ella protagonizaba, ya nada ha sido igual en los cuentos, ni para los niños o los psiconautas que comparten con Alicia el leitmotiv del tedio que impulsa sus alucinantes viajes.

2010/04/07

Texto presentado en II. Topaketa Antifaxista (invierno 2010)

"La actualidad del sistema y sus consecuencias suceden por que en 1939 el fascismo vencio y su posterior evolucion a servido para fijar las estructuras economicas, politicas y represivas que mantengan el orden capitalista."


Este texto fue uno de los que se repartio entre los asistentes a la asamblea que se celebro en Kukutza gaztetxea a comienzos de febrero de este año con motivo de los II. Topaketa Antifaxistak


Fascismo
El fascismo es un sistema de dominación que sirve al sistema capitalista y que utiliza para ello mecanismos concretos para el control y la alineación de la sociedad buscando un beneficio económico aun mayor para las elites y oligarquías financieras que en un sistema de democracia parlamentaria o burguesa. Estos mecanismos de control y alineación se manifiestan en un aparato estatal concreto que podría definirse como autoritario, policiaco, terrorista… con una marcada ideología chovinista fundamentada en el concepto asimilador y uniformizarte del Estado-nación ademas de una tendencia evidente al imperialismo. También supone o podría definirse en líneas generales como una supresión de las conquistas de los movimientos emancipadores (derecho a la huelga y a la manifestación, libertad de asociacion…). Esta seria la definición de lo que supone el fascismo para el sistema capitalista pero en el sentido de definirlo como movimiento político concreto habría que hablar de un nacionalismo chovinista, una practica demagoga izquierdista, exaltación de los sentimientos mas primarios por parte de sus miembros, revisionismo…

El actual Reino de España pese a contar con ciertas garantías democráticas reúne características propias de un Estado fascistoide. Ilegalización de partidos políticos, tribunales de excepción, altos grados de represión policial a todos los niveles (incluidas las torturas y desapariciones), el sistema carcelario como solución a contradicciones sociales (FIES, dispersión, altos índices de suicidios, tortura blanca…), nacionalismo español chovinista en los medios de comunicación y en declaraciones de políticos, racismo, intervenciones imperialistas (Afganistán, Irak…)

Fascismo Español
El fascismo es la expresión moderna que adquiere el sistema capitalista español en su configuración estatal. Como resultado histórico de un mismo proceso con/en distintas fases (el fascismo entre ellos) se crea el actual Reino de España.

Su nacimiento se refleja en varios acontecimientos:

Por un lado, el establecimiento a nivel prácticamente mundial del sistema capitalista con el inicio de la conquista de America, acontecimiento que vendría a sumarse a las vías comerciales abiertas en las Cruzadas varios siglos atrás como necesidad comercial de los mercados europeos.

Por otro lado la expansión castellana mediante acuerdos dinásticos (Reino de Aragón, lo que equivaldría en la actualidad a los Paisös Catalans) y mediante vía militar con la conquista del reino de Granada por un lado y el de Nabarra por otro.

Ambos acontecimientos dan inicio al Imperio Español.

El desarrollo de este sistema imperial y su definición ideológico-militar configura el pensamiento central del conjunto del fascismo español.

La aniquilación del pueblo guanche en las Islas Canarias, la persecución a los judíos y a los ritos y costumbres paganas, intentos de invasión y anexión de Portugal, levantamientos comuneros en Castilla, guerras de sucesión monárquicas con el fin de la soberanía de los Paisös Catalans, la masacre demográfica que supone la conquista de America… son acontecimientos centrales y reflejo de las contradicciones del Imperio Español que tendrá en la Inquisición como su principal motor e instrumento centralizador de carácter semi-militar.

El siglo XIX supone la agudización de estas contradicciones en un escenario internacional en el que el imperialismo comienza a definirse. La influencia decisiva de la revolución burguesa (se reflejan las tensiones sociales que acarrea el sistema) y su evolución imperial afectaran a los herrialdes de Zuberoa, Lapurdi y Baxe Nafarroa con la supresión de sus instituciones soberanas y la persecución del idioma que confina a miles de vascos en campos de concentración.

Mientras el Imperio Español, en declive, se ve en la necesidad de hacer frente a las contradicciones internas y la amenaza francesa. Además debe hacer frente a un futuro en el que se vislumbra el desarrollo industrial y la necesidad de combatir los procesos de independencia de las colonias americanas. Se produce la modernización de sus sistemas militares-centralizadores-represivos. Surge el nacionalismo español moderno y se pone fin a la Inquisición con la aparición de la figura de la Guardia Civil. Reflejo evidente de todo este proceso son las guerras carlistas que adquieren el carácter de guerras de liberación nacional en Euskal Herria y ponen fin a la soberanía de Nafarroa Garaia, Araba, Gipuzkoa y Bizkaia.

Con la perdida de las ultimas colonias de Cuba y Filipinas y de la influencia a nivel internacional, además de las necesidades de uniformización que la sociedad industrial española requiere, el nacionalismo español de carácter reaccionario se va configurando a la vez que lo hacen los sentimientos nacionalistas vasco, gallego, catalán, andaluz… de una amplia base popular.

Podríamos citar a teóricos conservadores como Ramiro de Maeztu, sectores del catolicismo, la dictadura de Primo de Rivera, al fascio italiano y al pasado imperial que hemos tratado de definir, como los principales ejes de influencia del fascismo español que conocerá de la mano de Falange de la JONS su expresión mas concreta a nivel organizativo con las teorías nacionalsindicalistas de Ramiro de Ledesma y las fascistas de Gimenez Caballero .

El franquismo surgido tras la guerra del 36 aglutinara ideológicamente a los sectores mayoritarios de la derecha y de la ultraderecha conformando una ideología impuesta a sangre y fuego que se conocerá como el nacionalcatolicismo y que compondrá el pensamiento de la masa social fascista española durante el franquismo, la transición-transacción y la actual monarquía borbónica.

Fascismo e imperialismo en Euskal Herriak
La perdida de la soberanía vasca tiene evidentemente unas raíces, unos motivos económicos y muestra las diferentes maneras de actuar que tanto el Estado francés como el español han aplicado en Euskal Herriak. El fascismo español y el imperialismo francés. Si en la imposición española el nacionalismo reaccionario (s. XIX) ha tenido un peso determinante y a cristalizado básicamente en un nacionalcatolicismo tras 70 años de dictadura y su continuación juancarlista. En el estado francés el fin de la soberanía vasca viene marcada por una política imperialista. Tras la revolución de 1789 se abolieron las libertades vascas y las nuevas autoridades prohibieron el uso del euskera y el confinamiento en campos de concentración de miles de personas por hablar en esta lengua. Para ello esgrimieron la razón de que su uso beneficiaba a los poderes económicos locales o lo que es lo mismo la intervención jacobina afirmaba con su actuar la existencia de un pueblo y por lo tanto de un marco autónomo concreto de las luchas sociales. La asimilación francesa se desarrollara en estos parámetros y se concretan en la negación constante de la identidad vasca y la negativa a dotarse a los tres herrialdes de instrumentos propios.

Añadir también, que los grandes industriales y poderes económicos vascos bajo ocupación española a finales del siglo XIX se integraron voluntaria y entusiastamente al bloque dominante español. Este hecho cuenta con antecedentes históricos de participación vasca en la creación y configuración del Imperio español. También habría que recordar antecedentes xenófobos en el nacionalismo vasco aunque también es cierto que declaraciones y posiciones políticas de personas y organizaciones de izquierda de ámbito estatal en esa época no se quedaban a la zaga en cuanto a su posición frente a las colonias de ultramar y sus habitantes.

En definitiva, estos dos instrumentos, estas dos prácticas estatales en la aceleración de la uniformización han dado resultados. Solo así se explicaría el retroceso vivido en el aspecto lingüístico, cultural, identitario vasco. Especialmente en el último siglo. Un hecho a tener en cuenta es que la industrialización, el daño ecológico y la perdida progresiva de la identidad caminan también de la mano en amplias zonas, mientras que en otras, la falta de infraestructuras propias de una comunidad provoca la emigración.

La lucha contra el fascismo en Euskal Herriak es una lucha que se da en un marco concreto de acumulación capitalista con sus propias contradicciones y sus luchas sociales aunque viene también marcada por la propia práctica de los Estados. Practica que en el caso del francés adquiere un nuevo fenómeno y que es la asuncion con el debate sobre la identidad nacional francesa, de medidas y políticas esgrimidas históricamente por la extrema derecha del Front Nationale. Debate que fija nuevos ataques a la identidad de los pueblos que lo componen así como en torno a la cuestión de la inmigración.

Si definimos al Estado español como una estructura que tiene sus raíces en el aparato franquista creado tras la guerra de 1939 es por varias razones. Tras la muerte del dictador, convertido en el símbolo del Movimiento Nacional, el sistema se doto de unos instrumentos que propiciasen el cambio de fachada de una dictadura orgánica a una monarquía con aparentes garantías democráticas con capacidad de decisión. Toda una maniobra política simbolizada en la Transición y la Constitución que con un coste político y personal mínimo para quienes ejercieron la dictadura, permitió que en esencia la base del sistema permaneciera inalterable un hecho que encontró una fuerte resistencia popular en Euskal Herriak.

Aunque la actividad de organizaciones armadas ejercieron duras campañas contra las FOP y las elites del Ejercito, lo cierto es que sus estructuras que aquí actuaban como un autentico ejercito de ocupación, no fueron ni disueltas ni depuradas y el reconocimiento histórico de las victimas del franquismo no existió ni a nivel de las estructuras políticas-judiciales del nuevo régimen. El Tribunal de Orden Publico se convirtió en la Audiencia Nacional, el Jefe de Estado continuo siendo el mismo que impuso Franco y no se reconocía la realidad nacional de las distintas identidades y naciones.

El franquismo reestructuro los territorios que controlaba para adecuarlos a las necesidades económicas del capitalismo además de aumentar los niveles de explotación. La pregunta que nos planteamos es si los movimientos contra el fascismo y en general el movimiento popular, superando la represión y la criminalización, pueden conformar alternativas eficaces a la creciente derechización de la sociedad, a la agudización de los mecanismos de control social, a la respuesta directa al fascismo y al imperialismo que ya se manifiesta abiertamente.

La actualidad del sistema y sus consecuencias suceden por que en 1939 el fascismo vencio y su posterior evolucion a servido para fijar las estructuras economicas, politicas y represivas que mantengan el orden capitalista.

Movimientos fascistas en los últimos 30 años
Tras la muerte del dictador el nacionalcatolicismo termino configurándose mayoritariamente en el Reino en torno al Partido Popular, resultado de un proceso en el que las posiciones fascistas del Estado se arredecuaron a la nueva situación de la mano de la provocación ultra en las calles, de la residual acción parlamentaria de Fuerza Nueva, de la acción armada de los GAL, ATE, Triple A… y de la socialdemocracia constitucionalista.

El PP llega al poder en 1996 y esto agudiza y violenta las contradicciones entre la uniformización estatal y el derecho de los pueblos y naciones a la existencia y a definir su propia realidad. Ello dio inicio a procesos soberanistas teniendo a Lizarra Garazi como su mayor exponente. En este ambiente y con una tregua de por medio, comienzan a florecer grupos fascistas a la vez que comienzan a darse episodios de guerra sucia. Bajo la cobertura mediática, organizaciones, plataformas y grupos como Basta Ya! comienzan una agresiva campaña contra el nacionalismo y el movimiento popular vasco agitando las aguas del nacionalcatolicismo con el objetivo de hacer llegar a las instituciones a los sectores españolistas y reaccionarios. Llegan incluso a legitimar la presencia de partidos fascistas en manifestaciones “democráticas” en ciudades vascas. Reaparece de nuevo la Unificación Comunista Española (UCE) grupo que desarrolla una política basada en la unidad nacional española, en sus ataques al independentismo y en posicionamientos favorables a la represión con un barniz izquierdista.

Si bien tendríamos que hablar de un único entramado ultraderechista en Euskal Herriak con diferentes ramificaciones, conexiones, organizaciones, grupos y partidos políticos también es cierto que tienen ciertas diferencias.

Al referirnos a grupos fascistas estaríamos hablando de grupos vinculados a grupos de poder de lo que definimos como nacionalcatolicismo. Estaríamos hablando del partido Alternativa Española (AES), mas a la derecha que UPN y el PP y de los grupos cívicos antes citados que se han ido disolviendo yendo a parar algunos miembros al partido nacionalista español UPyD. Otros de los partidos que se han visto fagocitados por el PP han sido los diversos partidos falangistas que nunca han querido, no han sabido o no han podido quitarse el hecho de haber sido absorbidos por el franquismo. Ejemplo de ello es Falange Vasca que con la publicación de un reportaje en el que se les relacionaba con la guerra sucia dio por terminada su etapa al amparo del PP y alguno de sus miembros fue a parar a organizaciones cívicas antes descritas. En Iruñea también existe el partido Frente Nacional con un líder proveniente de Falange. FN esta presente en Nafarroa desde hace poco y lo hace junto con la importación desde los Paisös Catalans del partido España 2000. Y como no el Opus Dei.

En cuanto a grupos fascistas juveniles o nacionalrevolucionarios (nr) habría que hablar de Bastión Norte que inicio hace ya varios años una etapa de cierta actividad en Bilbao y alrededores con campañas racistas y xenófobas, una web, pintadas nazis y españolistas… y que desapareció coincidiendo con la aparición de un blog y algunas campañas del partido nacionalrevolucionario español Alianza Nacional, sobre todo en Ezkerraldea. En Gasteiz también estuvieron operativas las Juventudes Nacional Revolucionarias (JNR) y también en Iruñea y Erribera.

También habría que hablar del Movimiento Social Republicano (MSR) y de su aparición en Euskal Herriak con una delegación en Nafarroa y otra a nivel de la CAV y que a diferencia de los demás grupos nr reconocen (a su manera) la existencia de la identidad vasca.

A principios del 2000 hicieron su aparición los euzkonazis con varias webs que con el tiempo han dejado de funcionar pero que han sido sustituidas por blogs de contenidos similares en cuanto a xenofobia y su manera de enfocar la realidad vasca con una mezcla de independentismo y nazismo-racismo, en algunos casos se trataría de un grupo de ideología nazi relacionado con otros similares en Castilla y Galiza y que mezclarían nazismo con tradicionalismo. Coincidiendo con estas webs han hecho su aparición el grupo Combat 778 en Gipuzkoa.

Y como ultimo grupo nos encontraríamos con lo que fue Batzegada, una versión renovada del tradicionalismo, que estaba federada con grupos catalanes y que actúo hace ya varios años en la zona de Gipuzkoa y que también se movió por Lapurdi. El grupo que reivindico numerosos sabotajes en Euskal Herriak con pintadas, bombas y cócteles molotov, Falange y Tradición recogía parte de la herencia tradicionalista de Batzegada y el nacionalcatolicismo además de tratar de adecuarse a la realidad local de alguna de las localidades donde actuaba escribiendo las pintadas en el euskera propio de la zona.

Hace poco apareció la web Resistencia Norte, que actúa en Bilbao y que publica en su web tanto elementos propios de los nr como del tradicionalismo y tiene enlaces al MSR.

En cuanto al Fronte Nationale habría que valorar su evolución posterior tras asumir el partido de Sarkozy de buena parte de las propuestas electorales de Le Pen. En Lapurdi, Baxe nafarroa y Zuberoa ronda el 10% de los votos. De vez en cuando suelen llevarse a cabo diversas acciones propagandísticas de asociaciones patrióticas francesas como la ultima sobre los minaretes en Baiona.

Aquí la actividad fascista viene determinada en la mayoría de las ocasiones por la práctica del Estado en cuanto a su actitud con el problema vasco. La experiencia, algo tardía, de la oleada de grupúsculos fascistas (ns y nr) de corte juvenil que especialmente durante los noventa se manifestaron a nivel de todo el Reino de España con numerosas muertes de inmigrantes, jóvenes antifascistas, personas con tendencias sexuales diversas… llega con la aparición de BN aunque en la zona del Gran Bilbao fuese relativamente frecuente la aparición de pegatinas, propaganda, pintadas del tipo de las Bases Autonomas (BBAA) No seria tan extraño que el circular de material de formación (libros, fanzines, revistas…) tuviera sus frutos en la creación de algún grupo sin proyección publica. Estaría todavía sin saberse si la muerte a golpes del joven Alejo Aznar en Erromo (Getxo), sin duda un acto fascista cometido por varios jóvenes ya condenados, estuvo motivado por una decisión política del nivel del que estamos hablando.

Militares, policías, escoltas… ¿podrían estar detrás de estos grupos? No seria de extrañar visto lo visto. Esto no quiere decir que no exista un poso ideológico concreto que permita el surgimiento de este tipo de grupos y organizaciones. Quizás sea afirmar demasiado pero tres serian las principales razones sobre las que pilotarían la organización de estos grupos:

La primera seria la experiencia acumulada en los dos últimos siglos por el Estado español en su ocupación del territorio vasco, esto se traduciría en la creación de estructuras militares y de inteligencia en el seno de la población, que medirían la necesidad de la aparición de estos grupos controlados por la estrategia del Estado.

La segunda serian grupos nr o ns contrarios a la identidad vasca y a la inmigración que suelen actuar de manera independiente con apoyo de grupos del resto del Estado. También estarían los euskonazis o nacionalsocialistas vascos que habiéndose formado o tomado parte en las luchas populares por la autodeterminación se habrían marchado a posiciones y practicas fascistas como contraposición a la inmigración americana y africana.

La tercera serian organizaciones amparadas bajo el FN francés y la derecha jacobina.

Movimiento Antifascista Vasco
La lucha del movimiento antifascista vasco es la lucha del pueblo contra la tiranía, un pueblo que cuenta con una amplia tradición libertaria, combativa, comunitaria y solidaria en múltiples luchas, hablamos de Euskal Herriak y sus múltiples luchas unitarias de resistencia. La finalidad del movimiento anticapitalista, que se define de manera radical en la abolición del Estado, por el comunismo y el mantenimiento de la identidad nacional como contraposición a la uniformización, ha estado encaminada a extender la conciencia antifascista y a trabajar en su autogestión, a participar en alternativas populares concretas contra el capitalismo y a hacer frente mediante la acción directa a iniciativas fascistas.

Hasta ahora en los diferentes encuentros que se han producido en Euskal Herriak por parte de los que participamos en el movimiento antifa se ha planteado la necesidad de seguir trabajando en la organización de plataformas, grupos… que extiendan el trabajo antifascista en cada lugar y continuar con la coordinación.





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